lunes, 19 de diciembre de 2022

Elecciones

Si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quería pasar a la historia, lo ha conseguido logrando una rara unanimidad. En las comidas navideñas se compara a España con Venezuela y se habla de él como si fuera un bufón de Oriol Junqueras. Se han puesto de acuerdo los compañeros de trabajo más recalcitrantes, jefes y empleados, empresarios y sindicatos, los cuñados con las suegras, que no son de derechas ni de izquierdas. No se puede jugar con las instituciones, legislar al antojo, manipular a los ciudadanos. El Gobierno ha perdido su credibilidad, y resulta lamentable el vodevil en que se ha convertido el Congreso de los Diputados, donde la soberanía popular se confunde con la disciplina de partido. En una huida hacia delante, se está pervirtiendo el sentido de la democracia, dando alas al extremismo, deseoso de cortar cabezas. ¿No hay nadie con sentido común que aconseje al César? Se ve que cuando César dice haz esto, esto se hace. “¿A qué peligros quieres arrastrarme, Casio, haciéndome buscar en mí lo que no hay?”, exclama Bruto. ¿Temerá a los idus de marzo? Al parecer, el presidente sólo tiene un espejo donde mirarse, y debe de haberse puesto de acuerdo con Luis Enrique para cabrear a todo un país a fuerza de marear la pelota. Pero el gol se lo están metiendo a la propia democracia, que no tiene ningún color, aunque se empeñen en decirnos lo contrario. Si se pierde el respeto por las instituciones, nada queda. Verdad o mentira, la imagen que se está dando a los ciudadanos es la de un Estado plegado a los deseos no de los independentistas, no de una comunidad autónoma, sino de una banda de mafiosos que dictan leyes para su propio beneficio. ¿Se recuperará el PSOE de tanto disparate? Se está volviendo un partido antipático, y más de derechas que la propia derecha, pues nadie parece oponerse al ordeno y mando de Pedro Sánchez, que se ve capaz de pactar con Mefistófeles. Siempre que tenga deseos y aspiraciones, el hombre puede equivocarse, diría Fausto, pero no arrastrar consigo a todo un partido, a todo un país. La gente ha empezado a hacer cuentas no del año que se va, sino del año que presumiblemente todavía le queda a este Gobierno. “¿Qué apostáis?”, se retan los demagogos mientras tiran los dados sobre el tablero demoscópico. Mientras, en el parlamento se canta a Extremoduro: “Si alguien me denuncia, di que yo no he sido”. Por higiene política y democrática, deben convocarse ya unas elecciones.

IDEAL (La Cerradura), 18/12/2022

lunes, 12 de diciembre de 2022

Goteras

Con la ansiada lluvia también llegan las goteras, como las que han aparecido en la sede de la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial que ya casi habíamos puesto en funcionamiento en Granada antes de la decisión del Gobierno, que se ve que toma las decisiones relacionadas con la descentralización administrativa en clave electoral. La política no tiene nada que ver con la objetividad, y nuestros políticos se han acostumbrado a tomar decisiones e incluso a legislar por un mero interés personal, que ni siquiera coincide con el del partido o el de la ideología que defienden. Pero se echa en falta que al menos a nivel local todos los partidos e instituciones hagan piña frente a decisiones manifiestamente injustas, y no que haya quien escarbe en la miseria pensando ya en las próximas elecciones municipales, donde no creo que haya que ponerle la cruz al actual alcalde de Granada, Paco Cuenca, que tiene toda la razón en cabrearse, sino a aquellos que ya suelen llevar la cruz a cuestas, no en sentido espiritual, sino con esa malafollá característica que inunda más que las borrascas. No sabe Pedro Sánchez lo que ha hecho, porque la malafollá granadina es más despiadada que el beso de la muerte de la Cosa Nostra. Resulta cansino esto de quejarse de las infraestructuras, las inversiones, la sevillano dependencia política y demás, pero no se puede justificar lo injustificable. Lo peor del asunto no es ya que no se elija a Granada como sede de la agencia, sino la falta de transparencia en las decisiones políticas, en cuestiones locales y en otras de mayor transcendencia como las reformas legislativas que afectan a los derechos fundamentales y al ejercicio de los derechos políticos que este Gobierno se ha propuesto llevar a cabo a toda prisa pensando precisamente en la inminencia de unas elecciones. De lo general a lo particular y de lo particular a lo general no se puede hacer política de esta forma tan chapucera, pervirtiendo el interés público. La manera de proteger la dignidad política no es modificar la legislación a la propia conveniencia o a la de aquellos que la han trasgredido a sabiendas. No me extrañaría que pronto viéramos una campaña para proteger los derechos del político maltratado, aunque sólo sea por el voto de los ciudadanos. Quizá lo siguiente sea reformar la ley electoral. En el cómic en que se ha convertido España pelearán un algoritmo artificial coruñés contra un malafollisqui granadino. ¿Y el sentido común? Pasemos página.

IDEAL (La Cerradura), 11/12/2022

lunes, 5 de diciembre de 2022

Compulsivos

En tiempos de crisis económica hay una sobreabundancia de posibilidades para convertirnos en compradores compulsivos. El Black Friday, el Ciber Monday o los Días de Oro traen de cabeza a las economías domésticas. La gente se pasa medio día cribando las ofertas, otro medio comprando y el siguiente arrepintiéndose de la compra hecha, pues ha encontrado en otra web el mismo producto más barato. ¡Será por ofertas! Con lo fácil que es esperarse tranquilamente al momento en que necesites algo, si es que este llega, pues necesitar, necesitar, necesitamos poco. Pero cómo resistirse a los escaparates, a las luces en las que no dudan en despilfarrar el presupuesto los ayuntamientos, a la nostalgia, ahora que llega la Navidad, convertida en una fiebre de consumo hasta el día de Reyes. Mientras tanto, los hackers han atracado el Consejo del Poder Judicial y el Ministerio de Hacienda, robando los datos de todos los contribuyentes. ¿Empezaremos a recibir mensajes con chantajes masivos? ¿Nos encontraremos con desagradables sorpresas en el banco? Me sorprende que no se hable de este tema, cuando significa que los delincuentes disponen ahora del NIF, dirección, número de cuenta y de todo lo necesario para contratar en nombre de cualquier ciudadano. Si votáramos por vía electrónica quizá le interesase a alguien. Sin embargo, en estado de guerra, aún hay quien utiliza el correo tradicional. Ya son seis cartas bomba las que se han recibido en España en objetivos ligados a la guerra contra Rusia, como el Centro de Satélites de la Unión Europea (SatCen) de la Base de Torrejón de Ardoz o la sede del Ministerio de Defensa. ¿Son los medios con los que nos atacan? En este contexto, debe darles risa a los enemigos de las democracias el espectáculo que dan nuestros diputados en el Congreso, con trifulcas propias de los patios de colegio en las épocas más oscuras de la infancia, con machotes y machotas que compiten para averiguar quién puede decir el insulto más grueso. ¡Menuda palabrota! Se lo pienso decir a la profe. Pero ¿dónde está la profe? La gente empieza a creer que tiene que protegerse por sus propios medios de la violencia verbal reinante, como ese anciano de 86 años que pretendía entrar con un cuchillo oculto en el bastón en el Ayuntamiento de Granada. ¿De quién quería defenderse? El acoso político puede ser tan persistente como el acoso publicitario, y tan endeudada como las economías domésticas parece estar nuestra democracia. Tenemos más cosas que vigilar además de nuestras cuentas bancarias.

IDEAL (La Cerradura), 4/12/2022