lunes, 9 de septiembre de 2024

Cuentas

Mientras el Ministerio de Hacienda echa cuentas para ver cómo se cumple el pacto con ERC para la financiación singular de Cataluña y contentar al mismo tiempo al resto de Comunidades Autónomas, la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) retrasa las devoluciones y mira con lupa las declaraciones del IRPF de los ciudadanos, pues hay que rascar cada euro y ya se sabe que el grueso de los tributos del Estado lo soportan las clases medias. Si el principio de capacidad económica se aplicase efectivamente, otro gallo nos cantaría. Quizá se trate de un fallo de perspectiva, pues la mirada está puesta en las instituciones y los territorios, pero no en los ciudadanos, que son los que deben contribuir más o menos en función de su renta. Así ocurre en teoría, pero las grandes fortunas se esconden en sociedades anónimas que residen donde más les conviene, y en un mundo ya regido por la inteligencia artificial cuesta creer que no existan herramientas para que tributen efectivamente. Las normas internacionales y nacionales son demasiado permisivas, y siempre es más fácil para la administración observar con lupa la contabilidad de pymes y autónomos que evitar el blanqueo de capitales. ¿Quiénes tributan, las comunidades autónomas o los ciudadanos? Tributan los ciudadanos, y si hay comunidades más ricas es porque allí residen personas con mayor nivel de renta. Si pensásemos en las personas y no en los territorios, probablemente no se discutiría tanto la redistribución de la riqueza de acuerdo con el principio de solidaridad. A eso se refiere la Constitución española cuando exige un sistema tributario justo. Y el tan cacareado principio de ordinalidad es exactamente lo contrario, pues supone que a mayor renta per cápita de un territorio reciba asimismo mayor financiación. Si en vez de territorios, hablamos de personas, su aplicación significaría que cuanto mayor sea su renta mayores deberían ser también los recursos que reciban de las administraciones públicas. Algo que quizá tendría sentido en un país donde los servicios públicos estén privatizados, pero no en un Estado social y democrático de Derecho. Y es falso el debate sobre lo que aportan las comunidades autónomas más ricas, porque no aportan nada, en el sistema los recursos tributarios se les atribuyen según su renta y consumo. Quienes aportan son los ciudadanos. Los mismos a quienes investiga la AEAT mientras en los despachos ministeriales se hacen las cuentas de la vieja. En la financiación autonómica debe primar el interés general sobre los intereses de gobierno, de los partidos o de los territorios.

IDEAL (La Cerradura), 8/09/2024

lunes, 2 de septiembre de 2024

Empeños

Mientras los partidos hacen cuentas sobre la posibilidad de aprobar o prorrogar los presupuestos e incluso hay quien hace cábalas sobre una nueva convocatoria electoral, muchas personas acuden a las casas de empeño, que han vuelto a convertirse en un último recurso para subir la cuesta de septiembre. No hay bicicletas para esa vuelta a España. Si antes eran montes de piedad, ahora tienen nombres como “Cash Converters”, donde hacen cola para vender aparatos de aire acondicionado, ordenadores, teléfonos, tabletas y teclados, relojes que pueden recuperarse en treinta días si la fortuna vuelve a sonreírte. Después de ver programas como “Empeños a lo bestia” o “Cazasubastas”, la gente rebusca electrodomésticos y artilugios en el trastero para sacar unos cuantos euros. Se trata de apostar, comprar y vender, aunque hay quien coge el dinero y se lo funde en la terraza de enfrente tomando copas. También se llega a vender el coche o la casa para construir castillos en el aire, vivir de alquiler un par de años como si fueras rico antes de volver a sumergirte en la pobreza. Las compras compulsivas son una adicción como cualquier otra, y las horas se pasan volando mientras se buscan ofertas en Internet para comprar objetos que no servirán de nada, salvo para vender y comprar otra vez. Abundan las plataformas para aplazar los pagos, las aplicaciones para cambiar objetos de segunda mano y, mientras buena parte de la población se pasa la vida especulando sobre lo pequeño, los grandes especuladores venden a trozos el país sin tener que echar cuentas sobre las cuotas de la tarjeta de crédito o las letras del préstamo. El Estado ya está hipotecado con la deuda pública, que iremos pagando entre todos y transmitiéndola a las próximas generaciones que, como en el chiste de Forges, nacerán con una casa a cuestas. Los embargos son sólo para la gente pobre. Aunque tendría que ser al revés, el aumento del endeudamiento del Estado parece ser proporcional al empeoramiento de los servicios públicos, empezando por la sanidad, donde las listas de espera se hacen interminables, algo que se agudiza en verano, pues en Granada, sin ir más lejos, los centros de salud permanecerán cerrados por las tardes hasta el mes de octubre. No hay suficientes profesionales para cubrir vacaciones, bajas y vacantes, lo que es la tónica general en Andalucía y en toda España. Nos sobran cargos públicos, sin embargo. ¿No podríamos venderlos o empeñarlos o cambiarlos por personal sanitario? Ha llegado el mes de septiembre, aunque nos empeñemos en lo contrario.

IDEAL (La Cerradura), 1/09/2024

lunes, 26 de agosto de 2024

Al revés

Quienes practican el verano al revés saben que está prohibido bajar a la costa en el mes de agosto, que la playa es para el invierno y la sierra para el verano. Saben que las ciudades renacen al anochecer y que hay lecturas para escalar montañas mágicas o sumergirte en el olvido durante un mes. Quien practica el verano al revés cambia las motos de agua por las ruteras, los calamares por el plato alpujarreño y está dispuesto a celebrar el fin de año durante el mes de agosto en Bérchules si no hay demasiada gente. Los más ortodoxos son incluso capaces de renunciar a salir de casa y organizar maratones de cine clásico ordenados por días y géneros, reservando las tardes del domingo al terror, como no podía ser de otro modo, de cultivar un jardín compuesto por una sola planta de interior, de coger la bicicleta o correr de madrugada por las calles desiertas mientras inventa distopías y dormir durante las horas de calor. Quien practica el verano al revés no se cruza jamás con ningún turista y va a hacer las compras al medio día, cuando en los supermercados no hay nadie y el aire acondicionado está tan frío que convierte en estatua de hielo al único cajero, puede bucear en la bañera, hacer rápel en la pared del cuarto, tirolina colgándose de la lámpara, espeleología en las tuberías del baño, competiciones de canicas en el patio y de tiro al blanco con garbanzos, carreras en el pasillo y acampadas en la terraza. Si por la noche no recurre a las cartas y a antiguos juegos de mesa o entabla largas conversaciones con los fantasmas de la casa, acude a los festivales de teatro, rastrea la geografía en busca de sesiones de cine al aire libre, de ciudades que han instalado en sus plazas grandes pantallas. Quien practica el verano al revés no se hace selfis ni contesta mensajes de grupos de WhatsApp, suele tener el teléfono apagado durante todo el día y no recuerda la última vez que abrió un correo electrónico. Es alguien que no hace jamás colas en tiendas o restaurantes, que no está al día del mercado de fichajes ni sabe cuál es la canción del verano. Quien practica el verano al revés casi desea que llegue septiembre para olvidar tanta felicidad y tanta paz de aburrirse consigo mismo. Lo único malo que le ocurre a quien practica el verano al revés es cuando este realmente se acaba y la realidad le pone del revés.

IDEAL (La Cerradura), 25/08/2024

lunes, 19 de agosto de 2024

Mecánicos

Hay quien piensa que la inteligencia artificial acabará con los trabajos mecánicos que los propios empleados consideran una carga y la prueba de su insignificancia. Esas personas harían bien en ver la película “Perfect days”, donde no encontrarán acción, intriga ni una trama elaborada, tampoco un “remake”, que tanto se estilan ahora. La película de Wim Wenders trata sobre la vida de un trabajador de los lavabos públicos de Tokio, y su felicidad estriba en realizar lo mejor que puede ese trabajo mecánico e insignificante, limpiando váteres a conciencia, y observando con atención el mundo que le rodea. Es una película en la que apenas hay diálogos, pero en la que planea la pregunta sobre el sentido de nuestro trabajo y nuestra vida. Según las cuentas de Goldman Sachs, la inteligencia artificial llegará a automatizar actividades equivalentes a 300 millones de empleos a tiempo completo en el mundo, sobre todo en puestos de oficina como administradores y mandos intermedios. Ya hay empresas que recurren a ChatGPT para redactar correos electrónicos, y hace tiempo que los seres humanos desaparecieron de los departamentos de atención al cliente. ¿Cundirá el ejemplo entre nuestros partidos? En España hay más políticos que en Alemania, que tiene el triple de habitantes, más que en Francia y en Italia, y eso sin contar a los cargos en empresas públicas o participación estatal ni los cargos de confianza nombrados por el gobierno de turno. Se discute la reducción de la semana laboral, pero no la reducción del número de representantes públicos en unas administraciones que se solapan en las competencias, pero que no mejoran por ello los servicios que prestan. Entre los Mossos d´Escuadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil, nadie fue capaz de detener a Carles Puigdemont en su paseo por Cataluña, aunque dicen las malas lenguas que no se le detuvo porque así se había pactado. Según el informe del Ministerio de Interior, “en los dispositivos de control y vigilancia establecidos por Policía Nacional y la Guardia Civil en la frontera con Francia, así como en puertos y aeropuertos, no se detectó en momento alguno y hasta la fecha la presencia del prófugo Carles Puigdemont”. ¡Si lo vimos en directo! Y es que ser un prófugo puede convertirse también en un trabajo mecánico, a pesar de haber sido amnistiado, aunque no me imagino al expresidente limpiando las cloacas del Estado. España no la arregla ni la inteligencia artificial generativa, pero en los días perfectos del verano tiene que haber un poco de comedia.

IDEAL (La Cerradura), 18/08/2024

lunes, 12 de agosto de 2024

Carreteras

Durante el mes de agosto la gente ha salido corriendo de las ciudades, vacías hasta la puesta de sol, cuando la poca que queda despierta como vampiros sedientos para buscar una terraza. Como si durante el día hubieran desaparecido el trabajo, las administraciones y los servicios públicos y viviéramos en un planeta árido donde, más que la política, nos queman los rayos ultravioletas. Los más osados, desafiando las altas temperaturas, habrán prescindido del avión, el tren o el autobús para viajar con su propio vehículo. Pero si algo caracteriza a las carreteras españolas en comparación con las de otros países europeos son sus paupérrimas zonas de descanso, apenas un arcén agrandado a un lado de la calzada, sin baños o bancos y poco espacio para estirar las piernas. Sin embargo, cuando uno cruza la frontera, empiezan a aparecer confortables áreas cada pocos kilómetros, y casi nos dan ganas de aparcar el destino temporalmente y recorrer la campiña francesa. Pero si viajas al oeste, también mejoran las carreteras en Portugal desde el Algarve hasta Oporto, aunque tengamos que pagar peajes. Y uno sabe que vuelve a España, además de por los avisos fronterizos, porque el firme está en mal estado y hay obras cada dos por tres que convierten las autovías en carreteras de un único carril desde Lugo hasta Granada. Y resulta aleccionador recorrer el país de norte a sur y de este a oeste para hacerse una idea del nivel de nuestros servicios públicos y las diferencias de renta que hay en España. ¿Saldrá nuevamente Pedro Sánchez a las carreteras antes de pactar un sistema de financiación a la carta con Cataluña y sin la participación del resto de autonomías? Según los expertos, si esta comunidad abandona el régimen común se reducirán en un 20% los ingresos totales del Estado. Unos 22.000 millones de euros menos para repartir entre todas las comunidades autónomas, que tendrán que obtenerse de otro lado, o bien de subir los impuestos o de recortar en la prestación de servicios públicos. Quizá sea Madrid la siguiente comunidad que exija un tratamiento fiscal diferente, en este federalismo mal entendido y que se desentiende de la solidaridad entre los territorios y los ciudadanos, que para viajar no usan solamente la A-2, entre Madrid y Barcelona. Aunque las principales autovías salgan de la Puerta del Sol, desde la A-1 a la A-6 recorreremos toda la geografía española. Quizá, para hacer política, pueda utilizarse un mapa de carreteras. Porque hay rutas que unen y otras que nos separan.

IDEAL (La Cerradura), 11/08/2024

lunes, 22 de julio de 2024

Guerreros

La foto de Donald Trump con la cara ensangrentada, gritando “fight” y con la bandera al fondo ha dado la vuelta al mundo, y ya nadie duda de que será el próximo presidente de Estados Unidos. “Parece todo preparado”, han dicho algunos, incómodos con la imagen de superhéroe del candidato republicano, dispuesto a entrar en el universo Marvel y protagonizar la película “Civil War” si no gana las elecciones. Al futuro vicepresidente, J.D. Vance, que veía a su líder como un nuevo Hitler, no le preocupa Ucrania, sino China. Sin embargo, no se le da suficiente importancia al hecho de que en aquel país se puedan comprar rifles de asalto con los que tomarse la justicia por la mano y empezar, efectivamente, una guerra personal. En España, donde sí se controla el acceso a las armas de fuego, también tenemos nuestros símbolos políticos que escaparon por poco de las balas golpistas. Adolfo Suárez y Santiago Carrillo fueron los únicos que se mantuvieron en su escaño cuando el teniente coronel Antonio Tejero irrumpió dando tiros en el Congreso de los Diputados. “¡Al suelo, coño!”, gritó, pero sólo dos de los líderes que fraguaron la Transición y Manuel Gutiérrez Mellado mantuvieron la dignidad del Parlamento. No han pasado tantos años. De hecho, la política parece ejercerse desde las trincheras, como hemos vuelto a ver esta semana en el mismo escenario. ¿No se puede debatir sobre la libertad de expresión? Si es verdad que se quiere mejorar la calidad de la democracia española, deberíamos empezar por sus señorías, que no saben dialogar, sino repetir el mismo pobre discurso. Acostumbrados a tuitear e insultar, se les ha olvidado hacer propuestas. No estamos contentos ni ganando la Eurocopa. ¿Veremos un duelo entre Pedro Sánchez y Carvajal? ¡Qué poco nos dura la alegría! Es lo que piensan los propietarios de pisos en Granada, que ante el aviso de limitar el alquiler al turismo se han apresurado a pedir licencias. ¿No éramos una ciudad cultural y universitaria? Por si las moscas, la alcaldesa se ha ido a China para convertirnos en una referencia en el uso de la inteligencia artificial. ¿Lograrán los “software” lo que no logró nuestra mala cabeza? Espero que Donald Trump no se entere de las alianzas estratégicas que Marifrán Carazo está fraguando con los chinos, pues, en vez de los tiburones que se han visto últimamente, podríamos encontrarnos con submarinos nucleares en las playas de Calahonda y La Mamola. Menos mal que, para defendernos, tenemos en la arena a nuestros infantes empuñando pistolas de agua.

IDEAL (La Cerradura), 21/07/2024

lunes, 15 de julio de 2024

Eurófobos

La gente suele confundir el fútbol con la política, pero no sé si después de la alianza de Santiago Abascal con Viktor Orbán y Vladímir Putin los votantes de Vox pueden seguir apoyando a la selección española de fútbol, que espero gane hoy la Eurocopa, y cuya mayor estrella, Lamine Yamal, es un chaval de 17 años recién cumplidos hijo de inmigrantes: Mounir Nasraoui (Marruecos) y Sheila Ebana (Guinea Ecuatorial). Porque, aunque no se diga abiertamente, España y Rusia están en guerra, aunque muchos ciudadanos rusos sigan veraneando en la Costa del Sol y sus hijos estudiando en las universidades españolas. Nuestros dirigentes, amantes de lo políticamente correcto, dirán que esto no es cierto, aunque estén apoyando económica y militarmente a Ucrania (pregúntenselo a Putin), algo que es imprescindible, por otra parte, y que hay que explicar abiertamente a los ciudadanos, que saben posicionarse cuando hace falta. De hecho, una de las mejores noticias políticas que hemos tenido últimamente es que los votantes le han parado los pies a la extrema derecha en Francia, país vecino y amigo, aunque los hayamos eliminado en las semifinales del campeonato. ¡Menudo golazo de Lamine Yamal! ¡Vivan tu padre y tu madre! ¡Vivan Marruecos y Guinea Ecuatorial! Espero que el chaval no decida declararse hoy en huelga en la final contra Inglaterra al ver el enfrentamiento entre el PP, Vox y el PSOE y las comunidades autónomas respectivas por el reparto de los menas, esos seres humanos que parecen ser sólo números en el debate político de nuestros partidos, que vuelven a mostrar poco sentido de Estado. Lamine podía ser un mena, pero se ha criado en el barrio de Rocafonda, en Mataró, que tiene 11.000 habitantes censados, de los que 2.000 son niños cuyos padres emigraron de África. Y son catalanes, a pesar de lo que diría Jordi Pujol (a Josep Borrell le dijo que había nacido en Cataluña, pero que no era catalán), y son españoles, a pesar de lo que dirían algunos nacionalistas catalanes y algunos nacionalistas españoles. ¡Qué suerte fichar por el FC Barcelona! Ojalá los conflictos nacionales e internacionales se solucionaran en un campo de fútbol, como pedía el coronel alemán interpretado por el añorado Max von Sydow en la película “Evasión o victoria”. Pero, ya que esto no es posible, los ciudadanos pueden tomar decisiones votando, que es el modo más eficaz de ejercer nuestros derechos y libertades. Y también, por supuesto, si hoy mete al menos un gol Lamine Yamal y nos proclamamos campeones de Europa.

IDEAL (La Cerradura), 14/07/2024