lunes, 10 de febrero de 2025

Trabajo y circo

Mientras se discute la reducción de la semana laboral, 242.000 personas se han quedado sin trabajo en España durante el mes de enero, 3.855 sólo en Granada, según informaba Mercedes Navarrete en IDEAL. Sin embargo, nunca ha habido tantos afiliados a la Seguridad Social, y como siempre hay quien ve el vaso medio lleno y quien lo ve medio vacío. También hay quien directamente se lo ha bebido. Los empresarios destacan que es la mayor destrucción de empleo en los últimos 16 años, y que en Granada a las empresas cada vez les resulta más difícil mantener sus plantillas o contratar a trabajadores por medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la reducción de jornada o las nuevas subidas de las cotizaciones, que son, sin embargo, aplaudidas por los sindicatos, que demandan mejorar la calidad del empleo y los servicios públicos para procurarlo. En Granada, que depende de la agricultura, el comercio y la hostelería, gran parte del empleo es estacional, y por tanto, inestable. Finalizadas las campañas agrícolas y navideñas, muchos trabajadores con contratos temporales se van a la calle. ¿Se puede cambiar el modelo productivo? Con esta realidad, parece una quimera hablar de una economía basada en la inteligencia artificial o en la actividad cultural, buques insignia de una ciudad que anda sin embargo en la miseria, a pesar del relumbrón de los premios Goya. Con 3,3 millones de euros se pueden financiar muchos servicios sociales. “No sus preocupéis, que no pasa nada. Que son los premios Goya. Y vamos a ver a Richard Gere, y a Bardem y la Penélope, y van a cantar los Morente. Y vamos a estar muy agustico y salimos por la tele”, decía un lector en la edición digital del periódico. Quizá haya que prestar atención a los comentarios de las noticias y no sólo a los titulares que nos ofrece la alfombra roja. Esta semana también se ha rodado en el mirador de San Nicolás un episodio de la serie “The Walking Dead”, por lo que hemos podido ver por el Albaicín a los muertos vivientes, además de los habituales muertos de hambre, que piden limosnas a los turistas. Vaya, me ha salido la malafollá granaína. Con la alegría que da presumir de ciudad en las pantallas nacionales y de todo el mundo. Y es que el trabajo puede ser una bendición o una maldición, y sólo le preocupa a quien no lo tiene. A falta de pan, demos al pueblo el circo. Así cayó el Imperio Romano, que asoma bajo las calles de Granada.

IDEAL (La Cerradura), 9/02/2025

lunes, 3 de febrero de 2025

Cambiar las cosas

Aparte de la iniciativa y la voluntad admirables del director, Quico Chirino, la campaña de IDEAL para conseguir un AVE directo a Granada demuestra el poder que tiene la ciudadanía para cambiar las cosas. Nuestra clase política, centrada en el cultivo mediático de la imagen y la fama, es muy sensible a las iniciativas de los votantes, que por esa misma razón sólo necesitan un motivo concreto para alzar la voz y cambiar la realidad. No quiero dar ideas, pero una podría ser la obligatoriedad de que los partidos políticos concurran a las elecciones con listas abiertas. O acabar con el solapamiento en la prestación de servicios públicos de una, dos, tres, cuatro y cinco administraciones; con los cargos de libre designación; con alguno de los dieciocho parlamentos existentes más las asambleas de las ciudades autónomas; con las comisiones, sobornos y el clientelismo político. Quizá también con los políticos profesionales, a los que habría que exigir experiencia laboral y un trabajo fuera de la administración; con la disciplina de partido, que convierte el Congreso de los Diputados en una institución inútil; con la opacidad en la actuación de los partidos y los retiros dorados de los expresidentes del Gobierno, que después de dejar el cargo no deberían cobrar ningún sueldo del Estado; con la okupación de bienes inmuebles y de instituciones como la Fiscalía General del Estado, el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, RTVE o el CIS, y con los decretos-leyes, previstos para casos de extraordinaria y urgente necesidad, pero sin los que al parecer no sabe hacer política el Gobierno. Se podría cambiar el régimen electoral general para que no beneficie a los dos grandes partidos ni a los nacionalismos periféricos, que tanto influyen en el gobierno central; devolver al Estado las competencias en educación para que todos los jóvenes tengan más o menos la misma idea de España, además del conocimiento exhaustivo del cantón, el reino o la nacionalidad propios; y también las de Sanidad, para que las comunidades autónomas no privaticen ni externalicen los servicios sanitarios y sociales. Y lo mismo podríamos plantearnos la necesidad o no de que en cada ciudad y provincia haya tantos concejales, alcaldes, diputados, presidentes, delegados y subdelegados por cada nivel de gobierno, que no caben todos juntos en las fotos de los actos públicos, cuando se ponen de acuerdo. Y seguir luchando por el AVE directo, claro. Como cantaría Miguel Ríos, “vuelvo a Granada,/ vuelvo a mi hogar./ El tren va muy despacio,/ hay mucho tiempo para llegar”.

IDEAL (La Cerradura), 2/02/2025

lunes, 27 de enero de 2025

Estado de derecho

Resulta sorprendente que una misma persona pueda rasgarse las vestiduras porque Donald Trump perdone a quienes asaltaron el Capitolio y no porque Pedro Sánchez y el Gobierno de España promuevan una amnistía para quienes fueron condenados por la justicia a causa del proceso soberanista de Cataluña. Al negar la aplicación de la ley vigente y la actuación judicial, en los dos casos se debilita el Estado de derecho. Pero parece que es la ideología de derechas o de izquierdas la que legitima una posición al respecto. En el simplismo dominante, si eres de izquierdas no puedes criticar al Gobierno español, y si eres de derechas estarás encantado con la vuelta al poder de Trump. Pero se critican las conductas, no las ideologías ni a las personas. Es precisamente esa mentalidad de opuestos la que nos llevó a vivir la Guerra Civil y la dictadura en España y ha traído una dictadura encubierta en USA y tal vez un conflicto con España, ya que dadas las nociones de geografía de Trump, que nos ha confundido con Sudáfrica y acusado de pertenencia al BRICS, puede que nos imponga unos aranceles del 100%. Conmigo o contra mí. Pues no. La gracia del Estado democrático es poder pensar por ti mismo y obrar en consecuencia, sin tener que reírle necesariamente la gracia al líder carismático. En la sociedad actual se trabajan mucho la imagen personal y las relaciones sociales, pero muy poco las razones profundas de las cosas. Perfiles, instituciones y cargos parecen existir para el autobombo, pero bajo la superficie hay un erial que han sembrado los oligarcas de las nuevas tecnologías. Ellos han contribuido a que nos convirtamos en replicantes con una memoria reimplantada, voluble y maleable. Los que llegan al poder dicen siempre que es por la libertad, pero cuando una persona ejerce la libertad suele estar quitándosela a otra. Dicho de un gobierno, implica imponer su voluntad a millones de personas, que si creen en el sistema acatarán esa voluntad. En USA, sin embargo, Trump se ha saltado el sistema y ha vuelto al poder con el voto de millones de ciudadanos que creen más en el presidente que en la democracia. El caudillismo se apodera de los líderes a un lado y otro del Atlántico. En España, las reformas legales anunciadas que afectan a ámbitos tan sensibles como la prensa y el poder judicial (ay, la separación de poderes) huelen a chamusquina. Hay que darle la voz al pueblo, que también tiene derecho a equivocarse.

IDEAL (La Cerradura), 26/01/2025

lunes, 20 de enero de 2025

Viejóvenes

Si uno se da un paseo por las zonas de copas de Granada y otras ciudades españolas donde se disfruta en la calle del ocio, da la sensación de que no pasa el tiempo. Las mismas personas que salían con quince o dieciséis años lo hacen ahora con cincuenta o cincuenta y cinco, y algunas tienen el grupo de amigos de siempre, incluso la pareja de entonces, que no ha cambiado mucho en varias décadas. Mientras nuestros jóvenes son más adictos a la tecnología que a los viejos vicios, los mayores siguen acudiendo al alcohol, el sexo y el rock and roll, llenando los mismos garitos, que quizá sean un poco más caros, y pidiendo que les pongan las canciones de entonces. “¿Qué vamos a hacer con el abuelo?”, se preguntan los nietos, que no tienen una vida social tan intensa. Por lo visto, a los nuevos jubilados les gustan los encuentros casuales y el sexo sin preservativo, y en lo único que coinciden con los jóvenes es en el uso de las aplicaciones de citas. Las administraciones de los países occidentales también se preguntan qué hacer con tanto viejoven que llega a los hospitales con enfermedades de transmisión sexual. Porque no hay nada mejor que jubilarse y dedicarse a la parranda, aunque algunos no estén para tanto trote. Mientras el Gobierno quiere reformar el mercado inmobiliario para facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda, las inmobiliarias planean residencias doradas para la tercera edad. ¿Quién quiere una casa en propiedad cuando puedes vivir en un hotel con tu pareja en la habitación de al lado? Que los nietos se vayan olvidando de las herencias. En las redes abundan las dietas y los productos milagrosos, los ejemplos de millonarios de ochenta años que aparentan cincuenta, los de cincuenta que aparentan treinta, y se mezclan con los anuncios de nuevos robots de compañía, gigolós y meretrices cibernéticos. No nos queremos morir, sino prolongar eternamente la adolescencia. Me canso sólo de pensarlo. ¿Repetiremos todas las estupideces que hacíamos entonces? Era el consejo que daba el cínico de Lord Henry para recuperar la juventud en “El retrato de Dorian Gray”. Pero hoy las ironías resultan demasiado complejas, y nuestros maduritos quieren ser Iron Man. Menudo sufrimiento, casi tanto como hacer ayuno intermitente para lucir esas abdominales que nunca habías visto. Y cantan: “Yo soy un joven viejo/ que ya vivió mucho/ que ya sufrió todo/ que ya murió lejos”. Porque, quizá, como la Maga de Cortázar, nunca tuvieron quince años.

IDEAL (La Cerradura), 19/01/2025

lunes, 13 de enero de 2025

Cartas

Miles de andaluces esperan una carta que nunca llega y que mantiene suspendido el tiempo, aunque haya empezado un nuevo año cargado de promesas. En las consultas médicas los pacientes son despachados con una frase que parece sacada de una novela negra: “Ya te llegará la carta del especialista”. Y uno se acuerda de la “black spot” de “La isla del Tesoro”, la mancha, la marca o la mota negra, según las traducciones, el estigma de los piratas traidores en la novela de Stevenson. Pero estos son ciudadanos pacíficos, que esperan la cita de Dermatología, Odontología, Oftalmología, Ginecología y Obstetricia o Tocología, Otorrinolaringología, Traumatología y Ortopedia o Urología, vete tú a saber. Y esa es la cuestión. Que nadie sabe cuándo van a llamarte, pueden pasar semanas, meses o años, si tienes que operarte te recomiendan que vayas rezándole a San Pedro para que te guarde un sitio en el paraíso, que en todos lados hay listas y tráfico de influencias reales o imaginarias, como bien saben los papas. ¿Necesitaremos una bula pontificia para que nos atiendan en la sanidad pública? ¿A eso se refieren cuando hablan de la privatización de los servicios públicos? Tal como van las cosas y a falta de legitimación democrática, quizá veamos cómo nuestros líderes vuelven a recurrir a la legitimación divina. Ya hay algunos que actúan como dictadores, y al mismo tiempo que celebran el aniversario de la muerte de Franco nombran a dedo a la candidata de turno, pues no creen en realidad en la voluntad de los afiliados del partido y de los votantes, sino en la gracia personal, prodigada quizá por el altísimo, y que no comparten con nadie. ¿Esperarán también una carta del especialista correspondiente? ¿Se pondrán en tratamiento antes de que la megalomanía congénita los lleve a usurpar o atentar contra las instituciones para mantenerse en el poder? Esto, que antes parecía cosa de Venezuela y otros países de América Latina, se ha convertido en una costumbre en USA, la otrora democracia más sólida, y también en España, si uno hace caso a algunos periodistas que han empezado el año igual que lo terminaron, y eso que habían avisado varias veces del fin del mundo. Entre tanta incertidumbre, el único hito inmutable es la espera de la comunicación del especialista, que algún día llegará. No desesperemos. Con el nuevo año la Junta de Andalucía ha anunciado una inversión récord en sanidad. Concretamente, 15.247 millones de euros. ¿Nos los jugamos a una carta? Barajemos de nuevo. Quien pierde, paga.

IDEAL (La Cerradura), 12/01/2025

lunes, 23 de diciembre de 2024

Dignidad política

Si tuviéramos que contar una historia política de España podríamos trazar una línea que nace de los pueblos íberos y la Hispania romana, pasa por el reino visigodo y la España musulmana, por los reinos cristianos y el Estado moderno con los Reyes Católicos y que llega, volando por los siglos y la dictadura franquista, hasta la Transición y nuestros días, donde aquellas provincias romanas que luego fueron reinos se han convertido en comunidades autónomas o en nacionalidades más o menos históricas. Sin embargo, si esa línea tienes que trazarla en el cerebro de algunas personas, se convierte en un punto único, un laberinto reconcentrado que se ha quedado fijo en algún hito de la historia. Les ocurre a nuestros políticos, como se ve en el parlamento, y también a algunos de nuestros familiares y amigos, que se vuelven políticos en las comidas navideñas. “En la mesa, ni política ni religión”, suelen decir en la mafia para tratar de tener una velada tranquila. Pero no es una máxima que se haya aplicado en España, donde son comunes los bandos y las banderías y todavía hay quien se refiere a la Guerra Civil “como un pequeño intercambio de impresiones entre los íberos”. Y así seguimos. A falta de argumentos políticos que miren al futuro, preferimos hacerlo al pasado, y celebrar cincuenta años después la muerte de Franco. Al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le van faltando razones de peso para justificar su continuidad. Y no debería destinarse el dinero público a celebrar la muerte del caudillo (ya lo hicieron los que de verdad se opusieron al régimen en aquellos tiempos) cuando ni siquiera puedes aprobar una Ley de Presupuestos Generales del Estado, que es el verdadero instrumento para ejecutar las decisiones políticas. En España siempre hacemos las cosas a destiempo, y lo mismo que la Ley de Amnistía (la de verdad) se debió haber aprobado al final de la Guerra Civil y no en la Transición, celebrar hoy la muerte de un dictador que sólo recuerda con añoranza la extrema derecha resulta contraproducente, pues contribuye a resucitar fantasmas que el Estado social y democrático de derecho había enterrado ya. Pero no creo que eso importe demasiado. Las decisiones políticas parecen actualmente puestas en escena, mero entretenimiento. No hablo de teatro, que guarda en sí una verdad profunda sobre el ser humano. Esto es pura nadería, un insulto continuado a la inteligencia y a la memoria de los ciudadanos. La dignidad política no debe ser sectaria, sino plural.

IDEAL (La Cerradura), 22/12/2024

lunes, 16 de diciembre de 2024

Crecimiento

No es una casualidad que España lidere el crecimiento económico y demográfico en la Unión Europea, aunque el incremento de la población no se debe al número de nacimientos, sino a la llegada de inmigrantes de otros países, fundamentalmente de América Latina, de Colombia, Perú o Venezuela, que tienen más facilidades legales para tramitar la nacionalidad española. Personas que no llegan en patera, como les gusta afirmar a algunos partidos políticos, sino por los aeropuertos y las fronteras de Irún y La Junquera. Según Eurostat, España ha sumado más de 1,2 millones de personas en lo que va de año, de los que 45.000 han llegado de forma irregular y, de ellos, más de 30.000 a Canarias. Entre 2021 y 2023 se han nacionalizado 190.000 personas, lo que debería alegrarnos, pues quizá esto permita cuadrar las cuentas de la Seguridad Social. Nadie se acuerda ya de la crisis económica, ni de que entre 2012 y 2017 tuvieron que emigrar de nuestro país más de 600.000 jóvenes. Si sigue esta tendencia, dentro de poco llegaremos a los 50 millones de habitantes que, sin embargo, no se distribuyen de manera uniforme por la geografía peninsular. La mayoría de los inmigrantes latinoamericanos se concentran en Madrid, mientras que los magrebíes trabajan en la agricultura en las provincias de Huelva, Almería o Murcia. ¿Se podría incentivar la repoblación de las zonas rurales y la “España vacía”? Podría ser un camino para convertirnos en un país más pleno y donde estén también mejor distribuidos los centros de poder. La polaridad Madrid-Barcelona y Norte-Sur ha hecho mucho daño en el ámbito político, y es uno de los motivos por los que no ha sido efectiva la solidaridad territorial. Las políticas en los ámbitos más importantes deberían ser nacionales y no autonómicas, al menos en los aspectos esenciales, para fomentar una idea de país, y no depender de las necesidades de gobierno. Madrid es la comunidad autónoma más rica, pero también la que menos invierte en sanidad. ¿No debería ser lo contrario? Las comunidades con mayor capacidad económica quieren que esta se refleje en el sistema de financiación común, y quizá eso tendría sentido si dedicasen esos mayores ingresos a mejorar los servicios públicos esenciales. Pero no es el caso. Mientras la comunidad de Madrid está privatizando esos servicios, Cataluña ha dedicado demasiados recursos a embajadas en el extranjero y a las cuentas de la independencia, que no terminan de cuadrar. Para independencia, la de los inmigrantes. Ellos sí que saben lo que cuesta.

IDEAL (La Cerradura), 15/12/2024