lunes, 17 de noviembre de 2025

Memorias

A cierta edad uno no sabe hasta qué punto se ha inventado sus recuerdos, si los ha cambiado o sustituido por otros más agradables o si lo que sucedió realmente ya no ocupa ningún espacio en la memoria. No sé si le ocurrirá lo mismo al rey emérito cuando habla del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, o de la transición democrática, o de lo que aprendió en la casa de Francisco Franco, que lo nombró su sucesor en 1969. Lo que sí sé es que España ha preferido olvidar muchas cosas, y que el silencio ominoso sobre nuestro pasado es lo que explica que una parte de nuestra juventud, educada en la amnesia de sus padres, hoy no se avergüence de votar a la extrema derecha. El silencio equivale a aquiescencia, como avisó Unamuno, y por eso hay quien piensa que la dictadura estuvo bien, que “con Franco se vivía mejor”, frase que se vuelve a oír en la calle como si hubiéramos viajado en el tiempo en un “600” en vez de en un “DeLorean”. Quien la dice desprecia a las miles de personas que fueron asesinadas durante la dictadura simplemente por tener otras ideas y de las que podría ser un descendiente, aunque puede que ni siquiera lo sepa. Y por eso no se sorprende al encontrar hoy día las mismas ideas recogidas en los programas electorales de partidos supuestamente democráticos. Se va a celebrar el cincuenta aniversario de la restauración de la monarquía y de la muerte de Franco, pero algunos partidos e instituciones, empezando por el Gobierno, muestran poco respeto por la democracia y por la Constitución española, que tanto dicen defender. No lo hacen cuando su objetivo es preservar sus privilegios y mantenerse en el poder a cualquier precio, exactamente igual que hacía el caudillo, porque cualquier dictador piensa que sólo él tiene la razón y sabe lo que le conviene al pueblo. Se sienten imbuidos por la gracia divina o la social, tanto da. Luego nos inquieta que la juventud española opte por opciones radicales. Pero si uno tiene problemas para encontrar un trabajo digno y acceder a una vivienda, probablemente se extrañe de que existan personas que arrastren privilegios desde la Edad Media y que encima digan que los representan. “Representarán a quien yo me sé”, eso es lo que piensan. Y es que hasta los recuerdos pueden convertirse en un privilegio. Como dijo Tierno Galván en la transición, “el que no esté colocado, que se coloque”. Eso lo aprendimos bien.

IDEAL (La Cerradura), 16/11/2025

lunes, 10 de noviembre de 2025

Pregúntale al asistente

Nuestros jóvenes son mucho más sanos que sus padres o sus abuelos. No beben, no fuman, suelen tener un mejor nivel de estudios y mayor acceso a la cultura, pero sin embargo están rodeados de desinformación, precariedad y muchos tipos de violencia. Viven en un mundo que les anima a ser guapos, fuertes y saludables, pero no saben muy bien para qué, como no se trate de lucir el tipo en redes sociales. Los medios de comunicación les bombardean con juegos, series y películas donde abundan las agresiones y las muertes gratuitas, pero luego salen a la calle y se encuentran con otros jóvenes que parecen venir de un mundo analógico y que empuñan navajas de verdad. En los últimos días el diario IDEAL ha publicado varias noticias sobre apuñalamientos en distintas circunstancias, pero circulan leyendas negras sobre atracos, peleas y persecuciones. ¿Son nuestras calles menos seguras? Quizá la gente antes alternaba más y hablaba con desconocidos tranquilamente, pero ya es raro que no se conozcan por las redes sociales. Primero se chatea y se liga online, y luego, si encarta, se queda con la persona en carne y hueso. Si es que no se prefiere al avatar, claro. Pues hay quien sólo tolera el contacto electrónico, que es más profiláctico. El sexo está sobrevalorado, te dicen. Total, un intercambio de bacterias y flujos corporales que sólo te trae enfermedades y problemas. Mejor quedar sin salir de casa. Y este tipo de noticias parecen darles la razón a los que desean recluirse y relacionarse con el mundo sólo a través del móvil o de la tableta, que hasta el ordenador les resulta ya trabajoso por tener que teclear. Si deslizas los dedos por una pantalla las palabras son más ligeras, sobre todo si utilizas abreviaturas que se leen como un idioma exclusivo. Y ahí los tenemos, guapos y con un cuerpo perfecto que se puede admirar, pero no tocar. Como mucho enviamos una foto o un vídeo que guarda toda nuestra intimidad. Ante la duda, también hay quien prefiere chatear con la inteligencia artificial, que parece saberlo todo y decirnos lo que queremos o necesitamos oír en cada momento, como si nos conociera. Por eso hay adolescentes que se enamoran de seres creados con IA, pero que luego, lamentablemente, ante la imposibilidad de mantener una relación real, se suicidan. “Pregúntale al asistente de IA”, nos susurran los programas informáticos. Sin embargo, los “chatbots” no son confidentes ni psicólogos, carecen de empatía. Mejor preguntarle a un ser humano.

IDEAL (La Cerradura), 9/11/2025

lunes, 3 de noviembre de 2025

Aviones

No sé si vendrán de Málaga los aviones que veo revoloteando por encima de la plaza de toros y que quizá deberían haber cruzado ya el Estrecho para pasar el invierno en el África subsahariana. Estarán confusos con el tiempo, como los estudiantes de esa pandilla que también toma el sol, unos vestidos de verano todavía, otros de otoño, e incluso hay quien lleva un abrigo de invierno, pues se habrá levantado temprano para ir a clase, y por las mañanas sí que refresca. La vida de las ciudades ha quedado reducida a los barrios, donde aún se puede hacer la compra en mercados y pequeños comercios, en esas antiguas tiendas de ultramarinos que ahora regentan ciudadanos de origen asiático, lo que les da un aire más cosmopolita. Aquí la gente ocupa tranquilamente los bancos y las terrazas, donde marean el café o la cerveza, no como en el centro, donde la hostelería parece ser sólo para turistas, a los que atienden los camareros con un cronómetro en la mano. Ciudades como Granada, Málaga, Córdoba o Sevilla ya sólo se enorgullecen de su pasado si pueden explotarlo comercialmente. Algunos ven por eso a los turistas como una plaga, y otros como el nuevo ganado que ordeñar, ya sea poniéndoles cañas y raciones o alquilando sus casas a precios de hotel, mientras los dueños se van a vivir al área metropolitana. Los barrios quedan para los jubilados y los estudiantes, cada vez menos, pues escasea el alojamiento. Y es una pena, pues casan bien los jóvenes y los viejos, que contemplan la vida con tranquilidad y alegría. Quizá pronto tengan que hacer sus nidos como los aviones, bajo los tejados y las terrazas. Porque quieren traer otro tipo de aviones desde el aeropuerto de Málaga, para que sigan llegando más turistas como el maná, y no vengan sólo de paso para ver la Alhambra. Lo que ya era un nombre bastante largo, Aeropuerto Federico García Lorca Granada-Jaén, ahora tendrá un nuevo apellido boquerón. Aeropuerto Federico el Boquerón sería más corto, aunque no sé si cumpliría con el propósito. ¿Le pediremos también dinero a la diputación de Málaga? Vender las ciudades cuesta un ojo de la cara, y no sé si los ciudadanos tienen mucho interés en que se paguen con sus impuestos campañas de marketing. Me llama la atención los pocos niños que se ven en los barrios, aunque ya no sea hora de colegio. Se ofrecen aviones, viejos y algún estudiante. El reclamo de los barrios no nos valdrá para el aeropuerto.

IDEAL (La Cerradura), 2/11/2025

lunes, 27 de octubre de 2025

Cuentas y cuentos

Aunque el Gobierno no puede aprobar los Presupuestos, quiere exigir a los autónomos que ajusten más sus cuentas. Esos parias que tienen que contabilizar cada céntimo y a los que entran sudores fríos cuando llega el momento de presentar las declaraciones de IVA e IRPF. Y que deben justificar todos sus gastos e ingresos por transferencias bancarias o con los movimientos de la tarjeta de crédito. No como el PSOE y el presidente Pedro Sánchez, que al parecer consideran algo “normal” los pagos en metálico. ¿A quién le cuentan estas milongas? O bien algunos políticos desconocen las normas cuyo cumplimiento exigen a los ciudadanos, o bien, como la mayoría sospecha, no tienen ni idea de lo que supone trabajar de verdad, sin depender de sopas bobas. La Seguridad Social está en quiebra por una lamentable gestión política, y eso no se va a solucionar subiendo las cuotas de los trabajadores autónomos o de los empleados. ¿Por qué no se les exige a los políticos lo mismo que a cualquier trabajador o empresario y a los partidos lo que a las empresas? Ni siquiera digo más, cuando nadie les obliga a dedicarse a la vida pública. Si el gerente de una empresa pagara en “cash” los gastos corrientes, todos sus proveedores sabrían que no quiere facturar porque está utilizando dinero negro. Pero, según la UCO, para el exdirector gerente del PSOE entre junio de 2017 hasta octubre de 2021, Mariano Moreno Pavón, era una práctica habitual, sobres con billetes que salían de la sede socialista con destino a los bolsillos de José Luis Ábalos y Koldo García. Como premio a su proceder, cuando dejó el cargo siguiendo el camino del exministro de Transportes, el Gobierno lo nombró presidente de ENUSA, la empresa pública que suministra uranio enriquecido a las centrales nucleares españolas, con un sueldo de 245.000 euros anuales. ¿Seguirá pagando en metálico en uno de los puestos más altos de la administración pública? Que con todo lo que está saliendo a la luz el Gobierno siga tan campante nos da una medida de la dignidad política de este país. Salvo Yolanda Díaz, que por un pensamiento fallido habló de un Gobierno de corrupción. Quizá porque quienes lo continúan apoyando ciegamente lo hacen con gafas bien tintadas de cargos, prebendas e ideología. Sin embargo, una cosa es hacer las cuentas de la vieja y otra meter la mano en el bolsillo de los ciudadanos, que terminarán saliendo a la calle para ajustar las cuentas, públicas y privadas. Con los autónomos hemos topado. 

IDEAL (La Cerradura), 26/10/2025

lunes, 20 de octubre de 2025

Historia de fantasmas

El fantasma de Antonio llevaba doce años esperando a que sus vecinos se dieran cuenta de que había muerto. No me lo invento. Antonio Famoso Jiménez era un albañil jubilado de Valencia, separado y con dos hijos con los que se había enemistado y a los que había desheredado, con pocas relaciones sociales. Antonio llevaba muerto doce años, pero nadie lo sabía. ¡Que estoy muerto!, gritaba su fantasma por los pasillos del edificio, pero ni caso, oye. A la comunidad lo que le importaba era que Antonio pagara las cuotas y por eso lo habían llevado a juicio y embargado la cuenta de la que se cobraron 11.000 euros pendientes. ¡Que estaba muerto! Pues ni por esas. Los vecinos se quejaban del olor que salía de su casa, pero lo achacaban a las palomas que entraban por una ventana que se había dejado abierta. ¡Doce años sin cerrar la ventana! Pues se ve que tampoco eso levantaba sospechas, ni que no acudiera ya a las reuniones de la comunidad de vecinos. Al parecer, sólo el administrador pensó que a Antonio le podía haber pasado algo, pero la policía no hizo mucho caso. ¡Que estoy muerto!, seguía gritando el fantasma al lado del administrador. Pero nada. Hasta esta semana. Se ve que las lluvias han causado filtraciones en el edificio donde vivía Antonio, y el vecino de abajo se quejó por una gotera. ¡Que estoy muerto!, gritaba el fantasma. Y en su casa encontraron el cadáver los bomberos, entre kilos de basura y palomas muertas. Ni la Policía Científica ni el Grupo de Homicidios han hallado indicios de criminalidad en la muerte de Antonio, pero me imagino que no habrán tenido dudas sobre la soledad del hombre ni sobre su tristeza. El teléfono estaba descolgado, la puerta cerrada por dentro con pestillo y cadena. ¡Que me dejéis tranquilo!, gritaba el fantasma mientras el forense examinaba el cadáver y comprobaba que no había signos de violencia. ¡No me toquéis! Y aunque su cuerpo llevaba años momificado, Antonio seguía cobrando la pensión y pagando los recibos domiciliados en la cuenta bancaria. ¡Maldita burocracia!, gritaba el fantasma. Pero la Seguridad Social seguía a lo suyo y, como quizá no llegaba a los umbrales de renta, nadie lo echaba de menos tampoco por no presentar sus declaraciones del IRPF en la Agencia Tributaria. ¡Que estoy muerto!, gritaba el fantasma. Pues sí, Antonio, lamentablemente estás muerto. Y se ve que no eras el único. Qué ironía que te apellidases Famoso. Descansa en paz.

IDEAL (La Cerradura), 19/10/2025

lunes, 13 de octubre de 2025

Médicos

Acostumbrados a que parte de nuestra clase política confunda el sistema representativo con la irresponsabilidad durante cuatro años, casi resulta extraordinaria la dimisión de la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, por la mala gestión del programa de cribados del cáncer de mama. Pero no es nada extraordinario si se tiene en cuenta el deterioro de la sanidad pública andaluza, que aunque cuente con mayor presupuesto, según señala el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, no se destina a mejorar los programas de prevención o reforzar las plantillas, sino a realizar conciertos con el sector privado, como han denunciado los sindicatos. Si es verdad que el Gobierno andaluz ha tenido conocimiento del problema en el programa por boca de las propias afectadas, muchas cosas deberían cambiar. Pero es incompatible anunciar la rebaja de impuestos y el aumento de deducciones fiscales con el incremento de los recursos que se destinan a los servicios públicos. En la Junta parecen convencidos de que educación y sanidad estén en manos privadas. Así, el primer grado en IA en Andalucía lo impartirá una universidad privada de nueva creación, la Alfonso X el Sabio, y no la UGR. Por la misma regla de tres, no me extrañaría que la presunta mejora en la prestación de servicios sanitarios como los programas de prevención del cáncer de mama consistiera en externalizarlos. En este contexto, no me sorprende tampoco que haya quien prefiera no ir al médico. Tengo un amigo que debe de ser una bendición para la sanidad andaluza. Curiosamente se llama Juanma, como el presidente andaluz, y cuando enferma, pide cita en el servicio Salud Responde (no siempre), que se la suele asignar para unos quince días después. En ese intervalo le da tiempo a automedicarse y a ponerse bueno, claro, por lo que termina cancelándola. Aunque yo creo que le basta con pensar que tiene que ir al médico para curarse. Y así lleva años, con una salud de hierro, alternando en la hostelería, que es lo que más se disfruta en Granada. Lo bueno es que si le pasa algo este fin de semana, seguramente se encontrará en los bares y restaurantes a alguno de los 5.000 médicos que estos días celebran un congreso en nuestra ciudad y que han agotado las reservas. ¿Los galenos serán como mi amigo, se tomarán una pastilla y tampoco irán al médico? Si estamos enfermos, lo mejor que podemos hacer es depositar nuestra confianza en un médico. Y del sistema sanitario andaluz. Incluso si te llamas Juanma.

IDEAL (La Cerradura), 12/10/2025

lunes, 6 de octubre de 2025

Fraudes e iluminados

A pesar de los buenos indicadores económicos, España está en quiebra. Al menos, desde el punto de vista institucional. Gobernar sin presupuestos es privar al parlamento del control democrático e implica un fraude político, económico y social, pues no se explica de dónde se obtienen los recursos públicos ni a dónde se destinan, si es a educación, sanidad o defensa. Con presupuestos prorrogados gobiernan Pedro Sánchez en España y Salvador Illa en Cataluña, pero no es una cuestión solo del PSOE, pues el PP hace lo mismo en las comunidades autónomas de Aragón, Baleares, Extremadura, Murcia y Castilla y León. Se ve que les importa un bledo el sistema político y democrático establecido en la Constitución española y en los respectivos estatutos de autonomía. ¿Qué pasaría si hicieran lo mismo los ciudadanos? Probablemente dictarían la ley marcial, como Donald Trump, al que tanto critican y tachan de dictador por saltarse las leyes, como hacen ellos. Los procedimientos parlamentarios no son un capricho. Son la garantía de que los dirigentes no actuarán arbitrariamente. O se aprueban los presupuestos o se convocan elecciones. No hacerlo no es una cuestión de resistencia, sino de apropiamiento de las instituciones democráticas. Una cuestión personal, no de interés público. No hay justificación posible para saltarse las leyes y los procedimientos parlamentarios desde el poder. No valen los motivos ideológicos o de partido, y menos ampararse en el interés común, que es lo que precisamente tratan de proteger las normas. La mejor manera de salvaguardar la democracia, que tanto decimos defender en los foros internacionales, es cumpliéndolas. Pero la democracia se está convirtiendo en otra cosa, y en ese contexto no extraña oír a la diputada granadina Paqui Santaella llamar a Pedro Sánchez santo. “Algún día lo haremos santo o lo elevaremos a los altares, cada uno elige a sus santos”.  En eso tiene razón, y sin duda lo ha dicho con la mejor intención y defendiendo las políticas sociales. La cosa tendría gracia, si no fuera sintomático. Porque hay quien piensa que defender al líder y al partido es un sacramento. Y así nuestros políticos se convierten en popes que creen conocer de manera exclusiva el camino a la salvación social. Ambrose Bierce definía al santo como al pecador difunto, corregido y revisado. Pedro Sánchez no puede aprobar la ley de presupuestos, pero quizá obtenga el Premio Nobel de la Paz, como ha pedido el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática de España, Ángel Víctor Torres. Asistimos ya a una política de iluminados.

IDEAL (La Cerradura), 5/10/2025