En
un país donde los gobiernos suelen ponerse la ley por montera e incumplir las
normas de transparencia, resulta preocupante el empeño en recortar los derechos
fundamentales de los ciudadanos. Es lo que implica la aplicación desde el mes de
diciembre del Real Decreto 933/2021, de 26 de octubre (ya estaba en vigor),
como denunciaban Ignacio Cembrero en “El Confidencial” o Daniel Gascón en “El
País”. Pues supone que quien se aloje en un hotel, contrate un viaje en una
agencia o alquile un coche tendrá que facilitar prácticamente todos sus datos
personales (incluyendo el número de tarjeta de crédito, el número de la cuenta
del banco, el teléfono y el correo electrónico) que serán transmitidos por las
empresas a la Secretaría de Estado de Seguridad. Si uno acude a la exposición
de motivos de esta norma, se encuentra con que se ampara en los derechos
fundamentales a la vida y a la libertad y a la seguridad personal de la
Constitución española, pero nada dice del derecho a la intimidad personal y
familiar. Un reglamento que desarrolla la Ley Orgánica de Libertad Ciudadana,
que no exige que se faciliten todos los datos personales y económicos de los
ciudadanos, sino los datos necesarios para velar por su seguridad, que hasta
ahora eran el DNI, para verificar la identidad del viajero, y la tarjeta de
crédito para asegurar el pago, como ocurre en el resto de los países europeos.
Porque, ¿quién nos asegura que esos datos en poder de las empresas y el Gobierno
no serán utilizados con fines ilícitos o hackeados y vendidos al mejor postor?
¿Y por qué una medida de este calibre no se ha tramitado por ley y discutido en
el Congreso de los Diputados? El abuso de los decretos-leyes y de los decretos
a secas para regular materias tan sensibles es propio de regímenes
dictatoriales, no democráticos. ¿Somos en España tan sumisos porque venimos de
una dictadura, aunque presumamos de Transición democrática? “Fury over 'Big Brother' law that will force Brits to
hand over sensitive information whenever they visit Spain from October”,
titulaba el “Daily Mail”, de Londres. “Les touristes seront tous fichés et suivis en Espagne”, destacaba “Tagtik”,
de Bruselas. “Spaniens Ziel ist
der gläserne Gast” (en España el turista es transparente), señalaba el “Stuttgarter
Zeitung”, de Stuttgart. En política, somos aficionados a los
debates estériles, pero no discutimos sobre lo que realmente importa. Esta es
una buena medida para acabar con el turismo. Desconocemos los datos personales
de nuestros políticos, pero resultan transparentes.
IDEAL (La Cerradura), 6/10/2024