miércoles, 30 de abril de 2014

Reseña de Jorge Eduardo Benavides en Mercurio



Nuevo modelo para armar

Jorge Eduardo Benavides  |  Mercurio 161 · Narrativa - Mayo 2014
 
 
Miradas nuevas por agujeros viejos
José María Pérez Zúñiga
Páginas de Espuma
160 páginas | 15 euros
Miradas-nuevas-por-agujeros-viejosLa mejor literatura breve suele ser la que nos propone de manera explícita o sutil un juego, la que comporta un envite, una cierta exigencia de participación, como bien saben los buenos lectores de Julio Cortázar, Italo Calvino o el propio Raymond Queneau. Así, un libro confeccionado de tal guisa es como una carta que desplegamos frente a nosotros como si fuera una hoja de ruta para aventurarnos no por una historia sino por sus orillas, por los textos que solo con cierta perspectiva nos dan la imagen completa.
Esto es precisamente lo que ocurre con el reciente libro ¿de cuentos? que nos trae José María Pérez Zúñiga, sin lugar a dudas uno de los más asentados narradores de su generación, con un buen número de novelas y libros de relatos que avalan su trayectoria. Pero sobre todo su gusto por la indagación, la especulación formal y la apertura a la hibridación de géneros, de la que Miradas nuevas por agujeros viejos —junto con Rompecabezas—, es quizá el más depurado ejemplo. De manera que, para los lectores despistados, resulta necesario insistir en que no se trata de un libro de cuentos comme il faut sino más bien de un brillante aparato literario en la mejor tradición de este género híbrido y que recoge desde aforismos —algunos de ellos ciertamente luminosos— hasta definiciones, poemas, delicadas estampas y también cuentos redondos, qué duda cabe. Un ejemplo de lo primero: “Iceberg: masa compacta de familia, jefes, sociedad y mundo donde uno va a estrellarse una y otra vez”.
Organizado en forma de diccionario, el libro hace avanzar al lector por un juego inusual y fresco de aforismos y microcuentos en los que no faltan notas a pie de página que se convierten en pequeños escorzos sobre asuntos cotidianos y lecturas, recordándonos en su pulcritud reflexiva los Papeles dispersos de Carlos Castán, pero sin el mismo afán indagatorio e intimista que encontramos en estos sino más bien otro, de carácter lúdico, más audaz.
Miradas nuevas por agujeros viejos se abre con una breve descripción del escritor que nos invita a seguirlo en un estupendo ejercicio indagatorio sobre la reconstrucción literaria. Toda una declaración de intenciones y también de la evidente imposibilidad, como exigiría Octavio Paz, uno de los maestros en este tipo de reflexión sobre la palabra, de articular un puzzle de creatividad, sutil belleza e inteligencia, sin la ayuda del lector.

http://revistamercurio.es/lecturas/narrativa/nuevo-modelo-para-armar/

domingo, 27 de abril de 2014

Única



Granada es sin duda una ciudad única para vivir, a pesar incluso de algunos granadinos, que no están a gusto ni en su casa. Pero a uno se le olvida cuando pasea por el centro y contempla sobre los edificios las cumbres de la sierra, todavía nevada. Pues no podrás contemplarlas desde el metro, no, ni desde esa especie de metrovía que va a sustituir a los autobuses urbanos, que al parecer ya no nos resultan tan útiles, aunque sus líneas sean como otras calles de la ciudad, íntimas y circulares. Y para eso hay que reformar la calzada de la Gran Vía y dar un poco más por saco, por si no lo dieran suficientemente con tantas obras para tantos medios de transporte tan etéreos como inexistentes en una ciudad pequeña como es Granada. Así que los granadinos viajamos actualmente con la imaginación y levitamos como fantasmas, que abundan asimismo en esta ciudad precisamente en aquellos ámbitos que más tienen que ver con la imaginación o con su carencia, como la cultura y la política. Pero qué más da, si ahora también tenemos en Puerta Real jabalíes, que nos ponen por fin los pies en la realidad y para eso bajan en piaras desde la sierra. “Camaradas, la vida de un animal es sólo miseria y esclavitud; ésta es la pura verdad”; afirma en “Rebelión en la Granja” el viejo Mayor, un verraco de la mejor especie. “El hombre es el causante de todos nuestros problemas. Éste es mi mensaje, camaradas: ¡Rebelión!” Porque dicen los expertos que el jabalí que entró en el bar de Puerta Real quizá fue criado en cautividad y se escapó, o que quizá vivía en la Alhambra. Aunque yo creo que fue a ese bar a tomarse una caña y a iniciar una revolución. Y la pobre, pues era jabalina, terminó como terminan otras mujeres que tratan de hacer cambiar de opinión a un hombre, sobre todo si es granadino: muriéndose de puro estrés y  dándose calabonazos contra la pared del cuarto de baño. “Si es que esto es inaguantable”, pensaría la pobre. “Si es que tiene la cabeza más dura que esta pared”. Y así no se puede, claro. Pero volverán a intentarlo. Porque jabalíes, junto con zorros y tejones, se reúnen todas las noches en los Palacios Nazaríes. Lo mismo ellos se ponen de acuerdo, lo que no suele ocurrir en los plenos ni en el parlamento. Y es que todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros. ¡Rebelión!

IDEAL (La Cerradura), 27/04/2014

lunes, 21 de abril de 2014

En avión o en camello



El Rey y su avión se han escacharrado mucho últimamente, lo que no sé yo si será una metáfora real de este país, asolado por políticos y elefantes. Porque el país se arruina y se recupera alternativamente, según quién sea el médico que le hace el diagnóstico. Yo le pondría unas muletas, porque aquí la peña no tiene ni idea de lo que es un Estado federal, esa fórmula mágica que tanto se parece al Estado autonómico. No lo sabe Artur Mas, que debe de haber sacado a sus asesores del Politburó, aunque hablan con acento de Lepe, ese pueblo donde, según los chistes, lo que se habla es un lenguaje independiente. Pero creo que todo es una cuestión de educación. Porque en Lepe y en Barcelona, como en otros lugares de España, se solía decir a los infantes: “Usted tendrá un sólido futuro”. Y de ahí los tantos por ciento y la especulación inmobiliaria. En Granada, sin ir más lejos, se lo decían a los parados y trabajadores que acudían a hacer “cursos de formación”, unas clases que, efectivamente, suenan a hambre y a escuela nacionalcatólica, sólo que impartidas con “una clara vocación social”. De hecho, de estos cursos vivían demasiadas academias, inviables sin una Junta subvención. ¿Cuántos viven de la teta de Andalucía? Más bien parecen ubres de cabra. Ésa que los nostálgicos quieren llevar al frente de la legión a Cataluña, aplicando, según dicen, “lo que dice la Constitución”. Pero si a los ciudadanos nos dieran un euro por cada político que se la ha leído, seríamos aún más pobres. Y sé que esto parece una serie de viñetas sacadas de un tebeo, pero ésta es la realidad de España. Así, cuando uno trata de descansar y preocuparse únicamente de leer información más concreta y práctica, descubre que Tráfico nos insta a volver a Granada por Málaga, que es lo que suelen decirles a nuestros políticos cuando revindican infraestructuras, o a nuestros turistas cuando piden visitar la Alhambra. No han terminado aún las obras de la autovía en la presa de Rules, por lo que hasta resulta barato conducir doscientos kilómetros más, aunque sea desde Salobreña o Almuñécar. Pero total, así se libra uno del atasco. Y es que en esta parte del mundo tenemos un atasco mental que no se soluciona ni trapicheando con los fondos de la Unión Europea. Así, ¿quién necesita un avión para viajar? Yo creo que todo nos iría mejor si la política la hiciéramos en camello.
IDEAL (La Cerradura), 20/04/2014