lunes, 27 de abril de 2020

Librerías


La cultura es un bien esencial, y si España fuera un país civilizado, aun en estado de alarma estarían abiertas las librerías, como las panaderías, los supermercados y ¡los estancos! Pero se ve que el Gobierno no se alimenta de libros, y resulta lamentable que entre las medidas de desconfinamiento que se están aplicando no se tengan en cuenta ni la cultura ni el deporte, dos de las pocas actividades humanas que se pueden desarrollar plenamente de manera individual. Puestos a activar la economía, el Gobierno debería poner en marcha un “plan renove” de la cultura, como hace habitualmente con los vehículos, que en la mayoría de los casos no se necesitan. Pero no podemos vivir sin literatura, teatro, cine, música, arte; no podemos ser plenos si no vamos un rato a esos templos multiculturales que son las librerías, a contemplar la vida a un museo, o si otros mundos que están en este no se revelan ante nosotros en la semioscuridad de la sala de un teatro o un cine. Puestos a proponer incentivos, el tipo del IVA tendría que ser de un 0% para todos los productos y servicios culturales, y las Administraciones públicas –como, por cierto, ha hecho muy bien la Junta de Andalucía- deberían invertir en libros, para que todos los libros –y no sólo los de texto- fuera gratuitos o accesibles –previo pago de los derechos de la propiedad intelectual pertinentes- en todos los niveles educativos, incluida la universidad. Pero quizá sea demasiado pedir a un gobierno presuntamente de izquierdas que articule un pacto estatal por la cultura y que piense en las libertades fundamentales de los ciudadanos y no los aleccione con una especie de ministerio de comunicación goebbeliano o limite en las ruedas de prensa el derecho a la información. De hecho, los periódicos serios deberían estar subvencionados sin que ello supusiera ninguna injerencia en la actividad informativa. Porque el derecho de la información y la libertad de expresión –no lo repetimos lo suficiente- son la base de la existencia de una sociedad democrática, si realmente es eso a lo que aspiramos, pues no lo parece. Esta semana hemos celebrado uno de los días del libro más tristes que se recuerdan, por la sencilla razón de que no podíamos ir a comprarlos y reencontrarnos con nosotros mismos. El Gobierno tiene una gran oportunidad de demostrar que es progresista si los incentivos culturales tienen un lugar preferente en lo que llama “la reconstrucción del país”. Les regalo un mantra muy sencillo para lograrlo: cultura, cultura, ¡cultura!
IDEAL (La Cerradura), 26/04/2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario