domingo, 26 de junio de 2016

El Súper

Siempre he sospechado que en los lectores españoles han influido mucho más los tebeos que el ensayo o la novela. Eso explicaría el carácter de los grandes éxitos del cine español de los últimos años, de las novelas más vendidas o de los programas de televisión más vistos. Porque se nota que hay lectores de tebeos a los que nunca les dijeron: “¡Es una broma! ¡La gente no se comporta así en la realidad! ¡Uno no puede comerse una tubería dentro de un trozo de pan, como hacía Otilio! ¡Ni tampoco utilizar atajos como Anacleto!” Pero confieso que me ha sorprendido descubrir que todo un ministro de Interior, como Jorge Fernández Díaz, es un lector empedernido de Mortadelo y Filemón. Porque parece que el ministerio es una especie de TIA (Técnicos de Investigación Aeroterráquea), y que él es el Superintendente Vicente. Quizá sea por eso que quiera introducirse allí Pablo Iglesias (ya tienes un argumento para el próximo número, Francisco Ibáñez), deseoso de controlar a los espías, aunque sean tan desastrosos como Mortadelo y Filemón. ¿Para hacer lo mismo que Fernández Díaz con la Oficina Antifraude de Cataluña? ¿Para obtener información personal de los contribuyentes y poder amenazarlos, como hacía Cristóbal Montoro? A la larga lista de villanos de la TIA (Chapeau el “Esmirriau”, el “Bacilón”, Rodolfo Cobardino, Bruno el “Megavatio” o el “Tirano”), habría que sumar al “Coletas”, que es como llaman en el PP a Pablo Iglesias, que, sin embargo, podría ser a partir de mañana (la TIA no lo permita) el próximo presidente del Gobierno de España. ¿Estará ahora Mariano Rajoy con los cascos puestos esperando el resultado de la votación? En las mesas electorales no suele escucharse ni un zumbido, aunque quizá ese “Bzzzzz” característico sean las interferencias que provocan las escuchas de Mortadelo y Filemón. Porque, según las grabaciones filtradas, las palabras del Súper lo dicen todo: “El presidente del Gobierno lo sabe”; y: “Yo se lo dije a él; es un hombre discreto donde los haya. Su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda. Lo conozco muy bien desde hace años”. Lo peor es que estas grabaciones se realizaron gracias a un micrófono instalado en el despacho del ¡ministro de Interior! Y todo, al parecer, porque hay una guerra entre los espías que trabajan en el propio edificio de la TIA: filtran información, conspiran contra otros mandos, deciden cuál será la próxima bomba informativa. Porque esto sólo le pasa al Súper. Estoy deseando leer el próximo número de Mortadelo y Filemón.

IDEAL (La Cerradura), 26/06/2016

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