lunes, 4 de abril de 2022

Tapas

El alcalde de Granada quiere acabar con las tapas gratis, pues son alta gastronomía. Menudo sacrilegio. Porque gratis no son, ya que pagas la bebida, y según la ciudad a la que vayas esta puede costarte un ojo de la cara. En esta ciudad no, lo que compensa un poco la malafollá reinante, que suele verse también en la hostelería. “¿Quiere usted una tapa, con la inflación disparada al 10%? ¿Le doy también un riñón?” Granada, Sevilla, Córdoba y Málaga se alían para atraer turistas, pero luego se pelean para que se queden a dormir. Prefieren que sean extranjeros y con un alto poder adquisitivo. No podemos pagar el recibo de la luz, pero no podemos renunciar a unas cañas. ¡Con tapa! Que se las cobren a los turistas. El carné de granadino sería un buen invento para la hostelería. Desde que Manuel Fraga acuñara el eslogan “Spain is different”, nuestro país no ha cambiado mucho, y sigue vendiendo las playas y el sol, el flamenco y el esquí. Granada vende la Alhambra y la puesta de sol más bonita del mundo, aunque su mejor embajador continúa siendo Federico García Lorca, que decía que en esta ciudad eran muy bonitos el cielo y el suelo y que lo peor era el entresuelo. ¿No es eso malafollá? Los hosteleros desean que nos quitemos por fin las mascarillas, y Vox y Ciudadanos lo han pedido esta semana en el Congreso. “Paso a paso”, dicen desde el Ministerio de Sanidad, como si fuera un anuncio de la Semana Santa, que se espera por el sector turístico como un maná. ¿Se cumplirán las cifras de la prepandemia? “Spain is beautiful and different. Visit Spain”, decían los carteles de la época. Y lo mismo podría decirse de Granada. Que África no empieza en los Pirineos. ¿Saben ya los suecos que aquí no se cazan leones y que las mujeres no van vestidas de gitana? Los extranjeros pensaban que las mujeres llevaban un puñal en la liga, y que todos los días había procesiones. Ahora los puñales se llevan al Congreso, y si te descuidas te los clavan por la espalda. Pedro Sánchez creía que esta semana iban a recibirlo con vítores después de lograr que la Unión Europea reconozca efectivamente que España es diferente, al menos en lo que al consumo de energía se refiere. Pero cuando llegan los recibos, no hay consuelo que valga. Salvo vivir en Granada y poder tomarte una cerveza con su tapa. ¡Ay, las cosas que dicen los alcaldes! Granada is different.

IDEAL (La Cerradura), 3/04/2021

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