Mientras
en el parlamento español algunos diputados patalean y abuchean en la sesión de
inicio de la legislatura porque otros han prometido el cargo como “presos
políticos” (¡si estaban en el Congreso!), las compañías baten récords en las
ventas de alarmas dando a entender que la seguridad de nuestras casas es puro
milagro. Quizá habría que demandar a estas empresas por publicidad engañosa y
exigir a nuestros diputados un examen de educación básica. Vivimos en un país
en el que se abusa de alertar de catástrofes imaginarias, y por eso pueden
convertirse en algo real. Lo es que las Cortes españolas sean un gallinero,
aunque parte del hemiciclo presuma de valentía. Pero lo valiente sería lograr
que la nuestra sea una democracia firme, sensible a todas las tendencias
políticas. ¿Dónde deben expresarse todas las opiniones, gusten o no, si no es
en el parlamento? Falta educación y nos sobran alarmas, compañías de seguridad
y partidos de extrema derecha y de extrema izquierda, en España y en Europa. En
nuestras ciudades se nota menos, y uno puede sorprenderse por las coincidencias
de los programas de Unidas Podemos y Vox en sus propuestas para Granada, con
candidatos que viven, sin embargo, en universos paralelos que discurren por una
y otra orilla del río Darro. Quizá por eso haya quien quiera crear pasarelas
que vayan de una a otra realidad. Pero la gente, independientemente de su ideología,
suele coincidir en lo básico, que es vivir tranquila, y estaría bien que
políticos y partidos tuvieran esa actitud, en el ayuntamiento y en los
parlamentos español y europeo. Porque, en el fondo, un continente no se
diferencia tanto de una ciudad, ni los países de los barrios. Aunque me imagino
que si redescubriéramos el Darro no podríamos navegar por él hacia otra parte.
Sin embargo, todos los europeos bebemos la misma cultura y agua, y quizá
podamos profundizar más en la vida que tenemos que cambiarla, disfrutar también
de la profundidad y de las corrientes de nuestra existencia cotidiana. Las
encuestas pronostican que hoy las urnas no darán en Granada una mayoría clara a
ningún partido, y que será necesario pactar. Y cómo me gustaría ver a partir de
mañana a los candidatos trabajando juntos por la ciudad, la gobierne quien la
gobierne. Incluso me gustaría ver al menos a siete partidos gobernándola,
rescatando las mejores propuestas de cada uno, y convirtiéndolas en realidad.
Qué bueno sería poder vivir así en Granada, en España y en Europa. Entre gente
tranquila, responsable y civilizada.
IDEAL (La
Cerradura), 26/05/2019