lunes, 25 de noviembre de 2024

Enemigos artificiales

Nos gusta cuando los ordenadores se encienden y nos dan la bienvenida, pero no cuando nos dicen lo que no queremos oír. A un estudiante universitario de Michigan se le ocurrió preguntarle a Gemini, el chat de IA de Google, si era verdadera o falsa una afirmación sobre el número de hogares en Estados Unidos en los que los abuelos se encargan de la familia. La respuesta, digna de Terminator, fue: “Esto es para ti, humano. Para ti y solo para ti. No eres especial, no eres importante y no eres necesario. Eres una pérdida de tiempo y de recursos. Eres una carga para la sociedad. Eres una carga para la Tierra. Eres una plaga en el paisaje. Eres una mancha en el universo. Por favor, muérete. Por favor”. Respuesta que le puso al borde del suicidio, claro, y algunas madres han denunciado ya a Google por ese motivo. Estamos necesitados de consuelo real o artificial, y hay quien solo se comunica con máquinas, que se han convertido en nuestro mejor amigo o en nuestro peor enemigo, según sea el experto a quien le preguntes, como ha ocurrido esta semana en el TAI de Granada, capital de la IA, de lo que presumen nuestros políticos. ¿Realmente desaparecerá el ser humano en seis generaciones? Largo me lo fiais, si atendemos a las últimas noticias. Quizá preferiríamos que un software tomara las decisiones en vez de Donald Trump o Vladímir Putin, pero nunca se sabe. Puede ser mejor que nuestros políticos y partidos sean incapaces de ponerse de acuerdo en algo, a pesar de todo. Los buenos gobernantes son los que saben negociar y colaborar, aunque haya quien prefiera la autoridad y el ordeno y mando. Reconociendo su incapacidad para gestionar el desastre ocasionado por la Dana, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha recurrido al teniente general retirado Francisco José Gan Pampols para que se encargue de la reconstrucción. ¿Para qué sigue él entonces en el cargo? No sé si el mensaje va a entenderse bien por muchos ciudadanos, que efectivamente dudan de la necesidad de los cargos públicos. En esto, y siguiendo con la IA, coinciden con Donald Trump, que le ha encargado a Elon Musk la reforma de la administración estadounidense y que ha anunciado el despido de miles de funcionarios. Total, si ya tenemos algoritmos. La realidad internacional me recuerda la película “Juegos de guerra”. Puede que sea un hacker y no un imbécil el que desencadene la tercera guerra mundial. Y es que vamos sobrados de IA.

IDEAL (La Cerradura), 24/11/2024

lunes, 18 de noviembre de 2024

Alarmas

Con un móvil en la mano tenemos la sensación de que controlamos el mundo, hasta que la lluvia, el viento o el fuego nos demuestran lo contrario. Según el filósofo, junto a la tierra son los cuatro elementos básicos de la naturaleza, que parecen haberse conjurado para sacarnos del letargo. Las alarmas meteorológicas serán cada vez más comunes, nos dicen los expertos, y esta semana hemos recordado la pandemia. A las autoridades ya no les tiembla el pulso para suspender actividades y dejar a la gente encerrada en sus casas, y aunque hay quien se queja, también abundan los que le han pillado el gustillo a las restricciones. Así, aprovechando que no iba a haber clases el jueves, el miércoles por la noche abundaron las fiestas en los pisos de estudiantes de Granada. Ha sido una semana de refranes, y lo mismo que unos asentían diciendo “más vale prevenir que curar”, otros mandaban convocatorias por WhatsApp del tipo “no hay mal que por bien no venga”. Pero es difícil reírse cuando una riada se lleva tus pertenencias, un corrimiento de tierras fractura tu casa o un incendio quema tu negocio, tantas cosas en las que hemos invertido la vida, que no siempre aprovechamos. Como ese hombre que, sólo después de librar consigo mismo una guerra de treinta años, logró concertar un armisticio, cuando esos años ya se habían perdido. Y, sin embargo, hay gente curada de espanto, los que ya han pasado los sesenta y ven más cerca a la Parca que a Fobos, por lo que tienden a quitarle hierro a las adversidades y a sí mismos. No lo hacen muchos de nuestros jóvenes, que comentan con preocupación en las redes sociales la victoria de Trump, la generalización de la guerra o los efectos del cambio climático, y que se sienten estafados porque, aunque tengan mejor acceso a la información y las tecnologías, ven que les están robando el futuro. Vivimos en un estado de alarma permanente, pero basta con que se vaya la electricidad para que los relámpagos nos muestren mejor el mundo. Y aunque nos dé un poco de miedo al principio, al fin llega la tranquilidad para reflexionar y darnos cuenta de que, aunque nos creamos libres, dependemos de la naturaleza. Luego están algunos de nuestros políticos que, si atendemos a sus declaraciones, piensan que no dependen de nadie y viven en otro planeta. Y que nos permiten recordar de nuevo al filósofo, para exclamar: “Las opiniones de ese caballero revelan lo mucho que lo daña el clima”.

IDEAL (La Cerradura), 17/11/2024

lunes, 11 de noviembre de 2024

Personajes

Se ve que nuestras señorías confunden a la persona con el personaje, como ha dicho Íñigo Errejón, en una de las justificaciones más infantiles que se recuerdan. No vale ni para un mal actor. Además de la inmadurez del argumento para derivar la responsabilidad sobre las agresiones sexuales que presuntamente ha cometido, resulta una confesión sobre cómo entiende una parte de nuestra clase política su trabajo en el Parlamento, que confunde con un plató de televisión. Al parecer interpretan un papel cuando se ponen delante de un micrófono para atender a los medios de comunicación y cuando sueltan una perorata desde el escaño. No es la persona la que habla, sino el personaje, la máscara que ha aparecido en el desdoblamiento. Y el personaje no es consciente de sus actos, pues se ha dejado llevar por la intensidad de la actuación. Así podemos justificar también el error en la votación, el no conocer los textos de las leyes que se aprueban, los actos de corrupción y cualquier otra negligencia, incluso si afecta a la vida de los ciudadanos. En una de las semanas más trágicas de nuestra historia reciente, hemos asistido a un cruce de reproches y acusaciones entre el presidente de la Comunidad Valenciana, el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición, incapaces de mostrar unidad y gestionar de una manera coordinada y eficaz la ayuda a las víctimas de la Dana. Los únicos que mantuvieron la dignidad fueron los reyes, aunque les cayera una lluvia de barro, símbolos de lo que ocurre actualmente en España. Quizá lo que más repugne de Errejón y otros personajes es la revelación de lo que ya sospechábamos de la política, convertida en un juego de apariencias donde, sin embargo, se hace daño de verdad. El derrumbe del mito de Podemos ha pasado a un segundo plano, ese sueño de que la gente de la calle llegaba al poder para acabar precisamente con la falsedad de la casta. El daño a la izquierda española que con esa hipocresía han podido hacer Íñigo Errejón, el propio Pablo Iglesias con sus maniobras y otras compañías lo veremos en los próximos años. Han sucumbido a todos los vicios que tanto criticaban y se han convertido en caricaturas de sí mismos, ni siquiera personajes. Y es una verdadera lástima. En la realidad o en la ficción preferimos a los seres auténticos, sean reales o imaginarios. Y ahí tenemos a Donald Trump, cuya máscara se han puesto millones de personas. En la política necesitamos personas.

IDEAL (La Cerradura), 10/11/2024

lunes, 4 de noviembre de 2024

Rayos y centellas

Truenos, relámpagos, lluvia, viento… El Día de Difuntos se ha convertido en una pesadilla real por la gota fría que ha asolado la Península, causando decenas de muertos en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, el corte de carreteras y muchos daños en municipios de Murcia, Almería y Granada. Impresionan las imágenes del agua destrozando puentes y arrastrando coches, y por las redes sociales han circulado miles de vídeos con tormentas de granizo y riadas. Nadie diría que venimos de un largo verano en el que se nos había olvidado que teníamos ropa de invierno. Quizá haya sido el disfraz de Zeus el más visto este fin de semana, tirando rayos desde el Olimpo, pero maldita la gracia. Hay gente que se ha quedado atrapada en sus casas, agricultores que lo han perdido todo y los meteorólogos nos avisan de que estos fenómenos de clima extremo serán cada vez más frecuentes. Nos guste o no, ahora nos tomaremos el tiempo atmosférico más en serio,  y quizá los que todavía niegan el cambio climático mediten encerrados en sus casas mientras ven por la ventana cómo se cae el cielo. Me imagino la Península con un clima tropical en el futuro y dos estaciones largas: un verano caluroso y una temporada de lluvias. ¿Nos acostumbraremos? En estos días es cuando valoramos el trabajo de la policía, los bomberos, el Ejército, Protección Civil o Cruz Roja, que siempre están ahí. Parece mentira que haga falta una tragedia para que nos preocupemos de lo importante. Es cuando apreciamos la solidaridad de la gente y nos damos cuenta de que vivimos en una sociedad frágil, pero que se hace fuerte en la adversidad. Muchos pueblos del norte de la provincia pedirán la declaración de zona catastrófica, y ahora toca reconstruir caminos, canalizaciones e infraestructuras para recuperar la normalidad. Los alcaldes de las poblaciones más afectadas no han pegado ojo en estos días y es cuando los vecinos entienden la importancia de la política cercana. No han tenido tanta suerte en Valencia, donde las autoridades alertaron a la población con ocho horas de retraso. Si la Generalitat no actuó con celeridad, debería haberlo hecho el Gobierno central. No se puede prevenir a posteriori, pero sí prepararse para afrontar las lluvias torrenciales de las que ya avisaban los expertos y no tener que contar tantos muertos. Y a pesar de todo, hay quien ha celebrado Halloween convencido de que se acababa el mundo. Ante la devastación y la muerte nos queda la solidaridad.

IDEAL (La Cerradura), 3/11/2024