lunes, 17 de febrero de 2025

X

A la vista de las fotografías que ocupan los medios, quien gobierna la Casa Blanca no es Donald Trump ni Elon Musk, sino X, el niño (iba a decir pobre) al que le ha tocado ser el hijo de un magnate de las redes sociales. Al parecer, el factótum de Trump no tiene mucha imaginación para la onomástica, y ha preferido que su hijo tenga nombre de robot, de algoritmo o el de nadie. Podría ser una metáfora sobre el ciudadano del futuro, gobernado por máquinas o por seres humanos descerebrados, algo semejante. El caso es que X (abreviatura de X Æ A-Xii), con abrigo, camisa y jersey, vestía más elegantemente que su padre, que no se había quitado la gorra en el Despacho Oval. Y quizá fuera también preferible que él tomase las decisiones, aunque sólo tenga cuatro años. De hecho, Trump ha declarado que X es “un individuo con alto coeficiente intelectual”. Cuánta humanidad revelan estas palabras. Tanta como comprar Groenlandia, anexionar Canadá a Estados Unidos, hacer un resort en la franja de Gaza, acabar con la inmigración y los programas que perseguían la diversidad, la equidad y la inclusión, o conseguir la paz en Ucrania contentando al invasor, que es Rusia. Con estos amigos para qué queremos enemigos, piensan los países europeos que forman parte de la OTAN, pero a los que no se les ha consultado sobre el fin de la contienda. En la fotografía, Trump parece prestarle más atención a X que a Musk, que estaba hablando sobre desmantelar en USA la burocracia, que confunde con democracia, y ya tiene acceso a las bases de datos de las agencias gubernamentales y al sistema de pagos del Tesoro norteamericano. En España, mientras tanto, no somos muy conscientes de la que se avecina y, aunque alertamos ya electoralmente de los peligros de Trump, nos dedicamos a discutir sobre la tributación del salario mínimo. Todos los ciudadanos deberían presentar la declaración del IRPF, lo que no tiene nada que ver con tributar más o menos, que para eso están el mínimo personal y familiar, las cuotas y las deducciones estatales y autonómicas (por cierto). ¿Nuestra clase política va a hacer frente a Donald Trump? ¿Vamos a votar a un partido español u otro por eso? No estoy seguro de que fueran capaces ni de educar a X, teniendo en cuenta la poca pedagogía que practican. ¿Sabrá Elon Musk que, en el Evangelio, X (Cristo) es la letra más sagrada? Mejor creer en un símbolo que en una incógnita.

IDEAL (La Cerradura), 16/02/2025

lunes, 10 de febrero de 2025

Trabajo y circo

Mientras se discute la reducción de la semana laboral, 242.000 personas se han quedado sin trabajo en España durante el mes de enero, 3.855 sólo en Granada, según informaba Mercedes Navarrete en IDEAL. Sin embargo, nunca ha habido tantos afiliados a la Seguridad Social, y como siempre hay quien ve el vaso medio lleno y quien lo ve medio vacío. También hay quien directamente se lo ha bebido. Los empresarios destacan que es la mayor destrucción de empleo en los últimos 16 años, y que en Granada a las empresas cada vez les resulta más difícil mantener sus plantillas o contratar a trabajadores por medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, la reducción de jornada o las nuevas subidas de las cotizaciones, que son, sin embargo, aplaudidas por los sindicatos, que demandan mejorar la calidad del empleo y los servicios públicos para procurarlo. En Granada, que depende de la agricultura, el comercio y la hostelería, gran parte del empleo es estacional, y por tanto, inestable. Finalizadas las campañas agrícolas y navideñas, muchos trabajadores con contratos temporales se van a la calle. ¿Se puede cambiar el modelo productivo? Con esta realidad, parece una quimera hablar de una economía basada en la inteligencia artificial o en la actividad cultural, buques insignia de una ciudad que anda sin embargo en la miseria, a pesar del relumbrón de los premios Goya. Con 3,3 millones de euros se pueden financiar muchos servicios sociales. “No sus preocupéis, que no pasa nada. Que son los premios Goya. Y vamos a ver a Richard Gere, y a Bardem y la Penélope, y van a cantar los Morente. Y vamos a estar muy agustico y salimos por la tele”, decía un lector en la edición digital del periódico. Quizá haya que prestar atención a los comentarios de las noticias y no sólo a los titulares que nos ofrece la alfombra roja. Esta semana también se ha rodado en el mirador de San Nicolás un episodio de la serie “The Walking Dead”, por lo que hemos podido ver por el Albaicín a los muertos vivientes, además de los habituales muertos de hambre, que piden limosnas a los turistas. Vaya, me ha salido la malafollá granaína. Con la alegría que da presumir de ciudad en las pantallas nacionales y de todo el mundo. Y es que el trabajo puede ser una bendición o una maldición, y sólo le preocupa a quien no lo tiene. A falta de pan, demos al pueblo el circo. Así cayó el Imperio Romano, que asoma bajo las calles de Granada.

IDEAL (La Cerradura), 9/02/2025

lunes, 3 de febrero de 2025

Cambiar las cosas

Aparte de la iniciativa y la voluntad admirables del director, Quico Chirino, la campaña de IDEAL para conseguir un AVE directo a Granada demuestra el poder que tiene la ciudadanía para cambiar las cosas. Nuestra clase política, centrada en el cultivo mediático de la imagen y la fama, es muy sensible a las iniciativas de los votantes, que por esa misma razón sólo necesitan un motivo concreto para alzar la voz y cambiar la realidad. No quiero dar ideas, pero una podría ser la obligatoriedad de que los partidos políticos concurran a las elecciones con listas abiertas. O acabar con el solapamiento en la prestación de servicios públicos de una, dos, tres, cuatro y cinco administraciones; con los cargos de libre designación; con alguno de los dieciocho parlamentos existentes más las asambleas de las ciudades autónomas; con las comisiones, sobornos y el clientelismo político. Quizá también con los políticos profesionales, a los que habría que exigir experiencia laboral y un trabajo fuera de la administración; con la disciplina de partido, que convierte el Congreso de los Diputados en una institución inútil; con la opacidad en la actuación de los partidos y los retiros dorados de los expresidentes del Gobierno, que después de dejar el cargo no deberían cobrar ningún sueldo del Estado; con la okupación de bienes inmuebles y de instituciones como la Fiscalía General del Estado, el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, RTVE o el CIS, y con los decretos-leyes, previstos para casos de extraordinaria y urgente necesidad, pero sin los que al parecer no sabe hacer política el Gobierno. Se podría cambiar el régimen electoral general para que no beneficie a los dos grandes partidos ni a los nacionalismos periféricos, que tanto influyen en el gobierno central; devolver al Estado las competencias en educación para que todos los jóvenes tengan más o menos la misma idea de España, además del conocimiento exhaustivo del cantón, el reino o la nacionalidad propios; y también las de Sanidad, para que las comunidades autónomas no privaticen ni externalicen los servicios sanitarios y sociales. Y lo mismo podríamos plantearnos la necesidad o no de que en cada ciudad y provincia haya tantos concejales, alcaldes, diputados, presidentes, delegados y subdelegados por cada nivel de gobierno, que no caben todos juntos en las fotos de los actos públicos, cuando se ponen de acuerdo. Y seguir luchando por el AVE directo, claro. Como cantaría Miguel Ríos, “vuelvo a Granada,/ vuelvo a mi hogar./ El tren va muy despacio,/ hay mucho tiempo para llegar”.

IDEAL (La Cerradura), 2/02/2025