Miguel
Pasquau Liaño ha publicado una novela admirable, titulada “Casa Luna”
(Ediciones Miguel Sánchez, 2016): inteligente, amena y bien estructurada, tiene
muchas lecturas, pero quizá sea la literatura misma el tema central, desde por
qué escribimos hasta las consecuencias del hecho de escribir, para nosotros
mismos y para quienes nos rodean, llegando a los lectores. Pasquau Liaño retoma
un tema clásico de la literatura: el del doble o Doppelgänger, en su vertiente
más filosófica o metaliteraria, pues novela sobre las diferentes voces que hay
tras el escritor: los personajes, el narrador, el autor, el hombre, llegando
incluso hasta Dios. Pero incluye una variante novedosa, la indagación sobre la
propia autoría, es decir, se pregunta sobre quién se esconde o quién puede
esconderse bajo ese nombre por el que creemos reconocer a un autor. ¿Quién se
esconde tras Marcos Fortuño? Esa es la pregunta que planea sobre “Casa Luna”.
Aunque también podríamos preguntarnos quién se esconde tras Miguel Pasquau
Liaño, o tras cualquier persona que realiza ese acto insensato de escribir,
pues nunca sabemos cuáles pueden ser las consecuencias. Y uno tiene que saber
que escribir tiene consecuencias, sobre todo para quien escribe, que empezará a
ser suplantado por todos sus fantasmas o todos sus dobles y a la vez, como
leemos en “Casa Luna”, a usurpar el alma de las personas que ha conocido para
transformarlas en personajes. En esta novela se revela un escritor pleno no
sólo desde el punto de vista de la pericia novelística, sino fundamentalmente
en el examen de la realidad y en buscar las claves de lo que nos ocurre, que es
lo que yo creo que hacen los buenos escritores al escribir. Es excepcional el
análisis que hace el autor de la actualidad política o, mejor dicho, de lo que
se esconde tras la actualidad política, pues otro de los misterios que se
desvelan en esta novela es lo que ha ocurrido realmente en España en los
últimos años, y ahí aparece el Miguel Pasquau Liaño que conocemos por su faceta
periodística, con esos artículos de reflexión política que revelan a un
verdadero intelectual. Pero, me quedo, sobre todo, con el análisis de la figura
del escritor, que tiene un papel esencial en la novela, del que no hablaré, porque
les contaría demasiado de la historia y de la intriga, que también la hay,
aunque sea una intriga inteligente, donde no hay crímenes, aunque sí varias
muertes. Miguel Pasquau Liaño ha puesto todo lo que llevaba dentro al escribir “Casa
Luna”. No se la pierdan.
IDEAL (La
Cerradura), 18/12/2016