Pablo Casado no gana para disgustos. Después de denunciar un
aquelarre en Valencia por la reunión de unas mujeres presuntamente de
izquierdas, acude a un congreso del PP en Granada y acaba en una misa dedicada
a Franco y José Antonio Primo de Rivera. “¡Qué será el infierno!”, se
preguntará el hombre, rodeado de brujas, brujos y fantasmas. A mí lo que me
llama la atención es que alguien le dedique una misa a un dictador y que no se
trate de una misa satánica. Pero se ve que se trataba de una misa católica, y que
se celebra todos los años en la iglesia del Sagrario, y que luego hay quien
canta en la puerta el Cara al Sol. Lo de los bucles temporales es algo que ha
dejado siempre patidifusos a los filósofos. ¡Pensar que haya de repetirse todo
tal y como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse
hasta el infinito! Pues ahí tenemos a la Fundación Francisco Franco para conseguirlo,
y amparada por un Estado que se autodenomina democrático. La educación es una
cuestión familiar, no exactamente de partido, pero hay cosas que deberían estar
ya fuera de la democracia, de la sociedad, de las ciudades, de las calles y
dejarlas en el infierno. Porque no fue precisamente el favor divino lo que
convirtió a Franco en un genocida, no. En fin, son cuestiones de concepto.
Condenar las dictaduras e investigar los crímenes de lesa humanidad. Respetar
la memoria histórica, que no ha sido democrática, y no tratar de cambiar el
pasado, sino aprender de esos errores para construir el futuro. Pero España
parece incapaz de superar el pasado, como constantemente nos recuerdan la
oposición y el Gobierno, que hasta cuando discuten la aprobación de los
presupuestos se remontan a la guerra civil. Hay hechos que se quedan
enquistados, atrapados en un agujero negro, como los coches en la
circunvalación de Granada, otro verdadero infierno. ¿Qué brujo habrá
pronunciado el conjuro para que todos los días y a la misma hora se produzcan
atascos y accidentes? Según informaba IDEAL esta semana, en un único control de
tráfico realizado en ese otro lugar maldito 49 conductores fueron denunciados
por conducir con una tasa de alcohol superior a la permitida y ocho más por
conducir drogados. ¿Vendrían todos de la misa de Franco? ¡Ay, las cosas que no
pasen en Granada! Esta ciudad gloriosa y al mismo tiempo infernal. Alguien
debería haber avisado de donde se metía al bueno de Pablo Casado.
IDEAL (La Cerradura), 29/11/2021