lunes, 5 de junio de 2023

Plebiscito

No se le puede negar al presidente Pedro Sánchez su capacidad para volver locos a políticos y periodistas, que apenas han tenido tiempo de digerir la debacle electoral en las municipales y autonómicas de los partidos en el Gobierno para que ya tengan que pensar en las elecciones de julio. Hasta a Alberto Núñez Feijóo le han fastidiado las clases de inglés que tenía previstas, por lo que si llega a convertirse en presidente será chapurreando espanglish como ha sido tradición en los presidentes del PP, aunque al parecer José María Aznar hablaba una especie de mejicano cuando iba a fumar puros a USA con George Bush Jr. Pedro Sánchez podría haber previsto incluso las elecciones locales y autonómicas como una primera vuelta de las generales para que la gente desahogara parte de su hartazgo y meditase un poco más en la segunda vuelta. Si fuera sí, Pedro y sus asesores se habrían estudiado bien “El príncipe” de Maquiavelo, pero no sé si todo cuela en sociedades democráticas y superficiales como la nuestra. Al PSOE le falta un discurso claro y una idea de España, que PP y Vox sí tienen, aunque esté anclada en el pasado. Pero un ancla es un ancla, y el único argumento no puede ser enarbolar la bandera del miedo a la derecha. El partido socialista se ha visto lastrado en su acción de gobierno por Unidas Podemos y compañía, que ya se precipitan hacia la insignificancia electoral. La gente parece haberse hartado de los experimentos y, si Ciudadanos ha desaparecido, lo mismo podría pasar con el partido morado, como ha ocurrido en el Ayuntamiento de Granada, donde el bipartidismo es un hecho y el tercero en discordia es Vox, tan cercano a nivel institucional con el PP que va a costar diferenciarlos. Esa es la esperanza de Pedro Sánchez, que el voto de la izquierda se concentre en el PSOE, y que si no logra mantenerse en el Gobierno al menos obtenga un buen número de escaños para aguantar en la oposición y volver antes o después al poder. Aquí en Granada, debemos celebrar que Marifrán Carazo sea la primera mujer que gana la alcaldía, y ojalá pueda consolidar un modelo de ciudad universitaria y cultural sin convertirse en satélite de Málaga y Sevilla. Con que lograra mejorar las conexiones aéreas y ferroviarias de la provincia y sacarla de su aislamiento, podría pasar a la historia. Por el momento, nos dirigimos cuesta abajo y sin frenos hacia unas nuevas elecciones. En patinete.

IDEAL (La Cerradura), 4/06/2023

lunes, 29 de mayo de 2023

Racistas

Ha tenido que ser un jugador de fútbol quien diga que España es un país racista para que todos los portavoces políticos se pronuncien sobre el tema. Concretamente ha sido Vinicius, que hoy es el delantero estrella del Real Madrid, y que sin embargo ha sufrido menosprecios en los campos de fútbol y en la prensa deportiva desde que el equipo que preside Florentino Pérez lo fichara cuando el jugador apenas tenía dieciocho años. Al presidente se le valoró desde el principio su ojo clínico para fichar a jóvenes talentos, pero Vinicius sufrió lo que muchos inmigrantes cuando llegan a España jueguen o no al fútbol. Los racistas en cuestión se han apresurado a destacar el contexto deportivo, donde al parecer es común que te llamen mono, negro o indio si no te han dado antes un buen par de patadas o te han roto el tobillo o la espinilla. Pero si uno se fija un poco se dará cuenta de que a muchos inmigrantes se les trata con la punta del pie fuera de los terrenos de juego, en el colegio o cuando se suben a un autobús, no digamos cuando piden trabajo, pues siempre habrá quien les mire de arriba abajo o de abajo arriba o detrás de sus cabezas o incluso les pregunten por qué se han venido de su país, esas gilipolleces que en España se escuchan todavía en algunos mítines electorales, precisamente de los partidos que se apresuran a negar que España sea un país racista. Menos mal que las elecciones se celebran hoy. España es un país racista y machista. Nos viene de nuestra deseducación, aunque ahora nos pese. Pero se nos nota, sobre todo a los que sólo se lavaron la cara con la transición democrática. Y basta con que un español salga a Europa para que se sienta un poco raro, tal vez como los trabajadores o inmigrantes que acuden a nuestro país y que durante meses sufren una especie de trance, la displicencia con que les tratan los herederos de ese imperio donde no se ponía el sol, como cantaban Los Nikis. Este sería un buen cántico para los hinchas de los campos de fútbol, “El imperio contraataca”, con lo que quizá habría un poco de humor en las canchas de un juego que hay quien se toma tan en serio para tener que insultar al contrario. Mientras tanto, Vinicius, ojalá te sigas hinchando de regatear y marcar. Tu denuncia del racismo ha sido un gol por toda la escuadra.

IDEAL (La Cerradura), 28/05/2023

lunes, 22 de mayo de 2023

Viviendas

En un país que sigue explotando el turismo, las ciudades se están convirtiendo en parques temáticos donde vivir puede resultar desagradable o imposible si tenemos en cuenta los precios de la vivienda, ya sea en propiedad o en alquiler. Comprar un apartamento en el centro de ciudades como Málaga o Granada es una quimera, porque quienes los tienen en propiedad los dedican al alquiler turístico y el nuevo sueño de la carcundia andaluza es ser funcionario y rentista, gestionar el patrimonio mientras se comparten las terrazas de los bares con ese rebaño al que ordeñar en cualquier época del año y que va renovándose gracias a las leyes de la oferta y la demanda. Así, aunque en la superficie brille el ocio y la alegría efímera, nuestras ciudades se van convirtiendo en cementerios donde pronto se montarán también mercadillos y barras de bar para situar la vida en mitad de la muerte o viceversa. Es un modelo que va imponiéndose en las capitales, empezando por Madrid, donde se han triplicado o cuadriplicado los precios de las habitaciones de hoteles y ya es casi imposible ir un fin de semana, y donde los trabajadores de cualquier ámbito, incluidos los de la administración, deben compartir piso si quieren sobrevivir, pues ni siquiera en las afueras encuentran ya alquileres que no se coman más de la mitad de su sueldo. Es un disparate que no sé si arreglará la Ley por el Derecho a la Vivienda aprobada por el Parlamento, pero algo habrá que hacer, pues el grueso de la población no está de paso en las ciudades, sino que estudia y trabaja en ellas, aunque a veces parezca una tarea imposible. En ese contexto y en plena campaña electoral, resulta lamentable que en el Congreso y el Senado no se debata sobre los topes al alquiler, los grandes tenedores, las zonas tensionadas o los desahucios, sino sobre las listas de Bildu. Los antiguos terroristas no están moralmente legitimados para ocupar un cargo público, pero tampoco la demagogia política parece tener límites. Lo peor es cuando contamina a los propios medios de comunicación, cuyo deber es fomentar el pluralismo y la opinión pública libre, y comprobar cómo hasta algunos buenos periodistas se han convertido en meros papagayos que no paran de repetir el mismo discurso vacío. ¿Y dónde están los argumentos para votar en tu municipio o en tu comunidad? Quizá nuestros políticos deberían renovarse a la misma velocidad que el mercado inmobiliario. Cada seis meses, un nuevo turno. Por una política y vivienda dignas.

IDEAL (La Cerradura), 21/05/2023

lunes, 15 de mayo de 2023

Flamencos

Debe de ser una casualidad, pero casi al mismo tiempo ha aparecido el flamenco en los semáforos y en los planes de estudio de la Junta de Andalucía. “Antes de cruzar, debes aprender a cantar y a bailar”, parecen decirnos la bailaora y el guitarrista, que por lo visto se llaman Macarena y Paco y son obra de un artista sevillano que ha reclamado al Ayuntamiento de Granada una compensación por competencia desleal y una indemnización por daños y perjuicios. Es lo que suele ocurrir cuando se gasta en chorradas el dinero público, y no creo que el nivel cultural y político mejore con el aumento de horas lectivas en asignaturas como las matemáticas, la lengua, el inglés e incluso el flamenco, que será una asignatura optativa que impartirán los profesores de música. De hecho, lo que estaría bien sería aumentar las horas de música y otras materias que fomenten la creatividad y la comprensión lectora de los alumnos, que ahora se ve reducida a la extensión de un tuit o un mensaje de WhatsApp. Tampoco estaría mal multiplicar exponencialmente las horas de filosofía, historia, literatura y lenguas clásicas, haciendo un programa único para todo el Estado, donde se incluyen las comunidades autónomas, para fomentar una cultura y una idea de país, eso de lo que hablan los partidos políticos durante la campaña electoral y que se les olvidará en cuanto se celebren las elecciones. Las identidades locales y autonómicas están bien, pero siempre que confluyan en algún sitio, en la unidad desde la diversidad, que es uno de los lemas de la Unión Europea. Sería otro de los contenidos a estudiar para ahorrarnos la actual deriva de los nacionalismos, que nos recuerdan todos los fantasmas del siglo veinte, muy presentes por desgracia en la guerra de Ucrania. La educación es algo tan básico que da un poco de vergüenza hablar del tema, tal vez porque los planes de estudios han ido sufriendo una simplificación y depuración tal que han pasado de libro de texto a resumen y de ahí a chuleta, un término también desfasado, como me comentó el otro día una alumna que no dudaba en hacer un examen con la inestimable ayuda del móvil. Lo que no sabemos es si la devaluación educativa responde a un plan preconcebido para que cada vez haya una población más analfabeta o de si se trata de mera incapacidad. Si vamos a terminar educados y gobernados por algoritmos y la inteligencia artificial, quizá habría que llamar a la resistencia.

IDEAL (La Cerradura), 14/05/2023

lunes, 8 de mayo de 2023

Ciudades

Como los seres humanos suelen tener un doble que desconocemos, las ciudades tienen hermanas secretas que a veces se encuentran y confraternizan, como ocurrió con Granada y Aix en Provence allá por 1979. Un aniversario que en la ciudad francesa se celebra con cariño, tal vez porque son conscientes de que la tradición y la historia son algo más que una marca, que merecen respeto y una vista más larga que la próxima cita electoral. Son lugares donde uno no nace o vive por casualidad, y eso es algo que tienen en común también las dos ciudades, ser cuna de arte y cultura. ¿Qué es lo que te lleva a radicarte aquí? “Hemos venido a aprender que hay una luz a nuestras espaldas, que es menester que nos volvamos, liberándonos de los lazos que nos atan, para mirarla de frente, y que nuestro cometido antes de morir consiste en intentar, a través de todas las palabras, nombrarla”, escribió Albert Camus. Algo que resulta especialmente sencillo en Aix en Provence, pues toda la ciudad te invita al ocio y a la contemplación, desde el Cours Mirabeau y la fuente del Rey René hasta la fuente de la Rotonda y de allí, subiendo por la rue Spariat y la rue Bédarriedes y la rue Maréchal Foch hasta la plaza del Ayuntamiento y la Catedral de Saint Sauveur, un centro histórico que está jalonado de tiendas, restaurantes y bares que ocupan los bajos de los palacetes de una de las burguesías más ricas de Europa. Tampoco eso ha cambiado en una ciudad que vive del turismo y de la universidad, como ocurre en Granada, y cuya mayor industria sigue siendo el patrimonio histórico y cultural, que ejercen una atracción para los estudiantes, profesores y artistas que acuden a ella y que encuentran en estas ciudades a sus maestros, vivos o muertos. Como en Aix en Provence puede seguirse el curso del agua y de las fuentes en el Cours Mirabeau, en Granada puede recorrerse paralelamente el cauce del Darro hasta la fuente del Avellano, acompañado por las voces de algunos poetas contemporáneos. El tiempo (el agua como símbolo del tiempo) y el paisaje son dos constantes en nuestra vida, como las ciudades, los escenarios donde se determina nuestro carácter. Pero vivir en Aix en Provence o en Granada es un privilegio. Su historia traza líneas invisibles en nuestra existencia, como cuando las recorremos dando un paseo acompañados, sin saberlo, por los pasos de tantas personas que los han dado antes que nosotros.

IDEAL (La Cerradura), 7/05/2023

lunes, 1 de mayo de 2023

Privilegios

No sé si tiene sentido que en un Estado laico la Iglesia católica y demás confesiones religiosas disfruten de exenciones en el pago de impuestos, ni que sigan en vigor los Acuerdos negociados en Roma y aprobados por las Cortes en 1979. Tampoco que haya profesores de moral católica y capellanes en cárceles, cementerios, universidades y hospitales pagados por el Estado. Y quizá no habría que celebrar el día de la Cruz o la Semana Santa, aunque luego agradezcamos disponer de unos días de descanso lo más alejados posible de sevillanas y procesiones. “¡Huyamos!”, habrá exclamado mucha gente este fin de semana, mientras que otra se disponía a sacar del armario los trajes de gitana y el sombrero cordobés. No ganamos para tanta fiesta en un país presuntamente asolado por la crisis económica, pero donde no dejamos de celebrar eventos gastronómicos y culinarios y el mayor mérito consiste en obtener una estrella Michelín. No se la darán sin embargo a los seis restaurantes chinos y cuatro “shawarmas” que han cerrado en el centro de Granada, donde la policía ha encontrado kilos de comida caducada o “animales en salmuera que no reconocían los veterinarios municipales”, según informaba Sergio González Hueso en Ideal, lo cual nos acerca más al género distópico de Pesadilla en la Cocina, donde aparecen cocineros educados en el Mein Kampf. Pero también ocurre en restaurantes españoles de comida tradicional, donde la presión por ofrecer una tapa con la consumición choca con la de cuadrar las cuentas. La verdadera religión española parece ser la hostelería, por lo que también habría que aplicarles a bares y restaurantes la exención del IBI. Hay quien no va a misa los domingos, pero no perdona acudir al bar del barrio todos los días, cuya barra suele convertirse en un confesionario y donde algunos camareros practican desde el perdón de los pecados hasta la extremaunción con los clientes más pesados, esos que no se van ni aunque rocíes la barra no con agua consagrada, sino hirviendo. “¡Se puso a gritar como la niña del Exorcista!” Pero ¿quién acumula más patrimonio inmobiliario? No se entiende la preocupación por aprobar una nueva ley de la vivienda y al mismo tiempo la de prolongar los privilegios de quienes tienen el interés en el otro mundo pero las posesiones en éste. Tal vez sean buenos los duelos con pan, como aseguraba Sancho, aunque no todo consista en llenarse la panza. Siguiendo con los refranes, el Gobierno con el IBI y todas las iglesias se ha topado.

IDEAL (La Cerradura), 30/04/2023

lunes, 24 de abril de 2023

Temperaturas

Al tiempo que los precios se disparan, asistimos a un adelanto del verano, que va camino de convertirse en perpetuo. “El calor extremo se apropia de Europa”, leemos en titulares, y los expertos hablan de “estrés climático”. Pero, para estrés, el del ciudadano, que no gana para crisis sanitarias, económicas o climáticas. ¿Quién se atreve a hacer planes? Según el Servicio de Cambio Climático Copernicus, dependiente de la Comisión Europea, las temperaturas en Europa están aumentando el doble de la media mundial, más rápido que en cualquier otro continente. Así que no se trata sólo de la temperatura política, gracias a Putin y compañía. Las olas de calor y las sequías son paralelas a las olas políticas internacional y nacional, donde los sofocos se alternan con la aridez de las propuestas, tan secas como el Parque Nacional de Doñana, adonde ha corrido el presidente Pedro Sánchez en el Falcon, acaso para contribuir a frenar el cambio climático. Eso sí que es estrés hídrico. ¿Quién tiene razón, la Junta de Andalucía o el Estado? ¿Se regará con el agua de los pozos o con la de futuros trasvases? ¿De dónde va a terminar viniendo el agua, de Galicia? ¿Se trata de una metáfora sobre el futuro político de Núñez Feijóo? Nuestro clima está cambiando, aseguran los científicos, y los expertos demoscópicos añaden que el clima político también. Aunque este último es aún más imprevisible, salvo para el presidente del CIS, José Félix Tezanos, que siempre vaticina lo mismo. Este hombre no sufre estrés térmico ni político. ¿Sentirá los efectos de la radiación solar? Hay gente que sigue siempre a lo suyo, como el rey emérito, que caiga quien caiga se va a Sanxenxo para cantar la Canción del pirata de Espronceda (“con cien cañones por banda, viento en popa a toda vela…”), aunque quien caiga pueda ser su hijo, el actual monarca, y tal vez la monarquía española, que ya se cayó del guindo de la dictadura. Y esto es lo que tienen en común la subida de las temperaturas climática y política: que dan dolor de cabeza. Sobre todo cuando no tenemos claro lo que generan las crisis climáticas o las institucionales. Mientras tanto, los precios de los productos básicos como el aceite suben hasta el 50%. ¿Toda la culpa la tienen la crisis energética y la guerra de Ucrania? Casi al mismo ritmo crecen las desigualdades sociales, pero hay quien aumenta su riqueza. Nos toman el clima y el pelo. Tezanos verá peladas la Tierra y nuestras cabezas.

IDEAL (La Cerradura), 23/04/2023

lunes, 17 de abril de 2023

Renta

En el plazo de hacer la declaración de la renta, es también el momento de quejarnos sobre los impuestos que pagamos, sobre todo si el resultado es a ingresar y no a devolver. Entonces nos acordamos del Gobierno y de su familia, y echamos cuentas sobre lo que se ha gastado en cargos de libre designación, aunque de reojo miremos en nuestra cuenta corriente para ver los movimientos sobre restauración (que no de obras de arte) y en compras varias, que quizá coincidan con el Black Friday o los días de oro o con casi todos los días, según el nuevo calendario andaluz de los centros comerciales, que si no abren los domingos en tu propia casa debe ser por puro milagro. No es tiempo de acordarse de la sanidad, por supuesto, ni de otros servicios públicos esenciales, que deben financiarse quizá con el amor al arte, aunque éste sea un mercado en el que también abunde el fraude y la especulación. El mensaje sobre las señoras (y los señores, claro) que pagan demasiados impuestos es el de los economistas que no creen en los servicios públicos, y por economistas me refiero a los que piensan solamente en su propio bolsillo, lo que no tiene nada que ver con la capacidad económica de los ciudadanos. ¿Por qué ha cambiado su sede social Ferrovial a Países Bajos? Pues porque va a pagar menos impuestos, y da igual que esto lo decida Agamenón o su porquero. Hasta que la Unión Europea no establezca la misma imposición para las sociedades, las empresas correrán de un país a otro para tributar menos, diga lo que diga el presidente del Gobierno o el del consejo de administración de turno, incluidos todos los accionistas, que por cierto seguirán tributando en España por sus dividendos si son personas físicas, independientemente de dónde tenga la sede la empresa en cuestión, sea en los Países Bajos o en cualquier otro. Y quizá habría que explicar estas cuestiones a nivel político en vez de insistir en la demagogia. Contarles a los ciudadanos adónde van destinados los ingresos de sus tributos, pues si se trata de la sanidad, la educación y otros servicios esenciales, pondrán hasta mejor cara cuando se retraten al hacer su declaración del IRPF. ¡Qué alegría contribuir al sostenimiento de los gastos públicos si tenemos buenos gobernantes que además son buenos gestores! La política y la ideología se simplifican si nos fijamos a qué se destinan los ingresos tributarios. Otro criterio para decidir a quién votar en las próximas elecciones.

IDEAL (La Cerradura), 16/04/2023

lunes, 10 de abril de 2023

Abuelas

Se ve que en España se mezclan con alegría folclore, devoción y frivolidad, y esta semana compartían cabecera en los informativos las imágenes de Ana Obregón con la de las vírgenes y los cristos que procesionaban por las calles españolas. Si uno trata de hacer una interpretación seria tendría que bucear en el cubismo y el psicoanálisis y tal vez remontarse a los últimos años de la dictadura, cuando empezó a fraguarse esta especie de aristocracia del papel couché, que tan buenos ratos hace pasar a la gente en el váter. Lo peor son los sesudos análisis sobre la gestación subrogada a los que les dedican horas de televisión, y no a las miserables realidades económicas que suelen soportar las mujeres que por necesidad alquilan sus cuerpos para este y otros menesteres menos edificantes, pero de los que la hipocresía social no duda en beneficiarse. A mí lo que me llama la atención es la fe en el género humano que tienen algunas mujeres que congelan sus óvulos, doscientas cincuenta en Granada, según informaba Laura Velasco en IDEAL. Con una población que cada vez vive más años, la posibilidad de convertirse en madre más tarde es algo común, aunque en los retratos familiares de esas nuevas familias desaparezca toda una generación, pues las madres tienen la edad de las abuelas de antes, y los hijos la de los nietos. Es como partir en dos la vida de Benjamin Button para envejecer y rejuvenecer al mismo tiempo, aunque lo que en el relato de Fitzgerald era ciencia ficción, gracias a la ciencia a secas es hoy una realidad cotidiana. Lástima que no se les pueda preguntar a esos niños, pues quizá, con la sinceridad que lo caracteriza, aconsejasen a sus madres-abuelas que en vez de congelar sus óvulos invirtiesen en un buen plan de jubilación. Porque si los infantes en cuestión nacen de mujeres de más de cincuenta años cuando tengan veinte serán una especie de asistentes sociales y enfermeros personales, por mucho que nos estiremos la piel con cirugía y la esperanza de vida con nuevos fármacos. Pero, en fin, algunas ideas también se congelan al parecer en nitrógeno líquido para aprovecharse más tarde, y sólo hay que fijarse en el programa de nuestros partidos políticos o en las peregrinaciones que han realizado miles de españoles durante esta Semana Santa. No me imagino yo a la hija-nieta de Ana Obregón cantándole a su madre-abuela una saeta. Bien saben los padres que los hijos suelen ser maleducados con todo el cariño por los abuelos.

IDEAL (La Cerradura), 9/04/2023

lunes, 3 de abril de 2023

Afganas

A pesar de vivir en Occidente, hay muchas mujeres que se sienten sometidas, como ocurre en otros países con menos suerte que el nuestro. Lo comentaba esta semana la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, en la presentación del libro “Afganas”, de Javier Ruiz Arévalo. Un libro que explica la terrible realidad que sufren las mujeres de aquel país y cómo nos determina la cultura, que según el lugar donde nacemos nos convierte en seres humanos o en esclavos. Siguiendo la analogía que hace Hofstede entre la cultura y el software de un ordenador, Ruiz Arévalo escribe que la primera sería la programación colectiva de la mente que distingue a un grupo humano. “Es esta programación la que hace que, ante estímulos idénticos, personas pertenecientes a grupos sociales diferentes tengan tendencia a responder de forma también diferente”. Coronel del Ejército de Tierra y doctor en Derecho, Javier Ruiz Arévalo ha viajado y vivido en Afganistán, y no sólo demuestra conocer perfectamente la realidad de la que habla, sino que además la cuenta con una escritura elegante y eficaz, lo que convierte el relato del horror en que viven muchas personas en una lectura amena, pues sus armas son las del buen escritor. Pero es que este libro es además una obra de arte, pues incluye como ilustraciones las acuarelas de Concha Osuna, que se exponen actualmente en la Fundación Euroárabe. Y la pintora ha sabido ponerse en la piel de esas mujeres para que sus expresiones nos sobrecojan y emocionen tanto como el relato del escritor del texto, uniendo simbólicamente la imagen y la palabra. Pues, como Concha Osuna diría, ese horror silencioso es el de muchas mujeres blancas, occidentales, madres que también están tapadas con un burka, aunque este no se vea. Mujeres humilladas por otro tipo de talibanes que viven en España y que se hacen pasar por buenos vecinos, trabajadores y ejemplares padres de familia, pero que tiranizan a sus esposas e hijas hasta que ellas son capaces de despertar de la pesadilla, porque en este país, por fortuna, tienen derechos y libertades que las amparan. Y si uno lee este excelente libro, “Afganas” (Editorial Universidad de Granada), reconocerá roles y situaciones que tenemos mucho más cerca de lo que estamos dispuestos a confesar. Y quizá nos reconozcamos también en los ojos de algunas de las mujeres que nos miran sin miedo desde estas acuarelas, diciéndonos con las palabras de Shukria Barakzai: “Caemos/ Nos rompemos/ Fracasamos/ Pero, a continuación/ Nos levantamos/ Nos recuperamos/ Triunfamos”.

IDEAL (La Cerradura), 2/04/2023

lunes, 27 de marzo de 2023

Favores

En España, el nepotismo parece ser una práctica consuetudinaria que salta de la política a las instituciones o al deporte rey (no hablaremos de la Corona), donde también abundan las cadenas de favores. Esta semana están en vilo los aficionados del Barça por una posible sanción de la UEFA que excluiría al equipo de las competiciones europeas, algo que preocupa más que la investigación de la justicia española. ¿Cómo nos van a bajar a segunda? Si hemos sido capaces de lograr que se desvirtúen los delitos de sedición y prevaricación, lo de la ley del deporte debe resultar peccata minuta. Por si las moscas, se han denunciado los agravios comparativos y se ha mezclado el tocino con la velocidad o viceversa, algo así como que el tiqui-taca está inspirado en los deseos de independencia de una parte de la sociedad catalana. Pero claro, si también una parte de esa clase política estaba acostumbrada a adjudicar contratos públicos a cambio de un tanto por ciento, ¿cómo no iban a sentirse legitimados los directivos de un club de fútbol para comprar la voluntad de los árbitros? Las afinidades electivas todo lo complican, y en Granada las instituciones siguen denunciando la falta de transparencia en la adjudicación de la sede de la AESIA a La Coruña, pues el Gobierno firmó el informe desfavorable para la capital nazarí un mes y medio después de designar a la capital gallega. Supongo que todas las instituciones granadinas cumplen escrupulosamente la normativa y los criterios de meritocracia cuando toman decisiones que afectan a sus infraestructuras o a sus trabajadores, ajenas a razones políticas, personales o familiares, incluyendo las de su propio partido. De ahí la comprensible indignación por tener que trabajar en un teatro de marionetas. Y por eso despierta mucho más interés el "BarçaGate" que el "AESIAGate", ya que resulta más estimulante recorrer la geografía española detrás de un balón y once tipos en calzoncillos que perseguir por los pasillos a tu jefe o jefa. ¿Vendrá de ahí lo de los globos sonda? En la política, como en el arte o incluso el fútbol, tan importante es lo que se ve como lo que no se ve. La diferencia estriba en si lo que no se ve termina en los tribunales. ¿Podríamos introducir el VAR en las reuniones del Consejo de Ministros? ¿Reinará en nuestras instituciones e incluso en nuestro país por fin la transparencia? Los favores tienen el valor de las personas que te los hacen. Luego hay que devolverlos. Mejor que no sea a Vito Corleone.

IDEAL (La Cerradura), 26/03/2023

martes, 21 de marzo de 2023

Las canas de Cuenca

Leo el periódico en una cafetería y pienso que al alcalde de Granada, Paco Cuenca, no podrá achacársele falta de iniciativa ni de empeñarse en transmitir ilusión por un proyecto de ciudad, aunque tenga que enfrentarse a su partido en el Gobierno por la sede de la Agencia de Supervisión de la Inteligencia Artificial o marcarse un baile en TikTok en el balcón de su casa, al borde del vacío. Se ve que le puede más su amor a Granada, esa especie de bendición y maldición al mismo tiempo que le cae a quien nace o vive aquí. Pero “¿por qué el alcalde tiene tan pocas canas?”, me pregunta una amiga sacándome de mis ensoñaciones. “Pues no sé”, le digo. “La verdad es que tiene pocas para los malos ratos que le debe dar el cargo”. “Lo mismo los compensa con alegrías”, dice mi amiga. Aunque en precampaña electoral y con la deriva actual del Gobierno de la nación, las alegrías pueden ser pocas. Sin embargo, lo que ocurra a nivel estatal no debería influir tanto en el ámbito local. Miro la taza de café y pienso que, en España, la política parece un experimento de vasos comunicantes. ¿Hay que castigar al alcalde por lo que hacen el presidente del Gobierno o sus socios de coalición? Después de los últimos esperpentos municipales, ¿ha demostrado Paco Cuenca ser un buen alcalde? Quizá debería haber soltado más lastre y cortado por lo sano con algunos trileros de la política municipal y pecar de menos afán de protagonismo. “Cuenca pone al mundo mirando a Granada”, dice el eslogan socialista. Las ciudades, como las personas, imprimen carácter, y a veces es difícil sobreponerse. “Quiero irme, quiero quedarme”, nos decimos, porque Granada funciona como un imán que te atrae y te repele. Por eso la ciudad exporta artistas al mismo tiempo que los atrae de todas partes del mundo, ya se instalen en la capital o en ese reino de la bohemia en el que se ha convertido la Alpujarra. “¿Tú crees que se tinta el pelo?”, me dice de nuevo mi amiga, ahora que yo estaba pensando en el resurgir del reino chico de Boabdil. “Entonces no se le vería ninguna”, contesto. “A no ser que se tinte sólo una parte para parecer más natural”, dice ella. Levanto la vista del periódico para darle un sorbo al café y veo la Sierra, imponente y nevada todavía. Quién sabe. Lo mismo fallan los pronósticos y Paco Cuenca siga peinando canas en el Ayuntamiento.

IDEAL (La Cerradura), 19/03/2023

Bond

Bond, James Bond. Ahora le ha tocado al espía, aunque al parecer la editorial que dispone de los derechos de las novelas de Ian Fleming va a tener la gentileza de publicar también las obras originales, sin cirugía estética. Pero en un mundo artificial fabricado con comités de lectores sensibles y demás algoritmos, habrá quien compre las copias censuradas. Antes o después todas desaparecerán, pues por mucho que lo maquillen el personaje seguirá siendo mujeriego, machista, alcohólico y un asesino, claro, lo que quizá debería darnos que pensar. Porque en las redes sociales no se habla de esto, sino de quién tomará el relevo de Daniel Craig en la saga, aunque haya quien siga añorando a Sean Connery, Roger Moore o Pierce Brosnan. La policía del pensamiento quizá quiera incluso eliminarlos de nuestros recuerdos para que dejen de fumar, beber, follar y entretenernos. ¿Y por qué no va a poder ser una mujer? En la última película ya había una 007 negra para romper estereotipos, y no por eso era menos despiadado el personaje, que quizá es lo que atraiga a miles de lectores y espectadores. A mí las novelas y las películas de James Bond me parecen un cómic, aunque haya cómics que son verdaderas obras de arte. Hay una confusión de base, quizá porque el arte se ha convertido en un objeto de consumo. Como la literatura, empezando por la infantil. Si un autor quiere escribir un libro dirigido a este público, por lo primero que deberá preocuparse es por la lista de valores que promueven el ministerio y la consejería de turno, que son seguidos a pie juntillas por las editoriales, que lo que quieren es vender y que sus lecturas sean recomendadas por colegios y profesores, vigilados también por la policía del pensamiento. Valores que son los que se supone que siempre han existido en las obras clásicas, lealtad, amistad, compañerismo, valentía, como en “La isla del Tesoro”, de Robert Louis Stevenson, que si no fuera un clásico tendría serias dificultades para publicarse hoy. Ni se publicarían si no son previamente adaptados los cómics de los Pitufos, donde Pitufina debe lidiar como única hembra con 99 enanitos azules. ¿Cómo? ¿Hembra? ¿Enanitos? ¿Azules? Al censor le faltará tiempo para sacar el bolígrafo rojo o las tijeras. De hecho, hay quien ha escrito que la comunidad pitufa es un “arquetipo de sociedad totalitaria embebida de estalinismo y fascismo”. ¡Ay, de que estarán embebidos tantos críticos! Hay buena y mala literatura, y demasiados policías. Incluso para James Bond.

IDEAL (La Cerradura), 12/03/2023

lunes, 6 de marzo de 2023

Amnesia

Olvidada la pandemia, volvemos a las andadas. Ya no llevamos mascarillas ni aplaudimos a los sanitarios y, según la comunidad autónoma, nos dedicamos a desmontar la sanidad pública, que valorábamos tanto y ahora volvemos a despreciar. Ya no tenemos propósitos de enmienda, y parece haberse apropiado de la sociedad un indolente carpe diem que no mira al futuro, sino que se aferra al instante. Pero es un momento insustancial, de una euforia vacía a nivel político, con mascaradas en forma de moción de censura, una ópera bufa planeada para las elecciones locales y autonómicas. Sólo si nos vemos al borde de la muerte somos capaces de arrimar el hombro y remar para el mismo sitio. Pero si el peligro desaparece nos preocupamos sólo de lo nuestro. Tenemos maestros entre los corruptos, ese mal endémico no de la política española, sino de los políticos con conciencia de clase, que son aquellos que acceden a la política no por vocación de servicio público, sino para medrar y enriquecerse. ¿Cuántos personajes como Antonio Navarro Tacoronte o Juan Bernardo Fuentes habrá en el Parlamento? ¿Cuántos considerarán la política como un medio para conseguir contratos públicos y ayudas europeas? Lo peor es el retrato de crápulas y puteros de la historia más negra de España. La trama de corrupción tiene como protagonistas a un diputado nacional, al director general de un gobierno autonómico y a un general de la Guardia Civil, dicen los investigadores del caso “Mediador”, como si dieran el reparto de una novela de Manuel Vázquez Montalbán. Por no hablar de los empresarios que mendigaban sus favores. Migajas y detritus de la política española. El verdadero dinero está en otra parte, en Países Bajos, adonde se va Ferrovial, aunque haya obtenido 9.000 millones de euros desde el año 1991 por adjudicaciones de obras públicas del Ministerio de Fomento. Una multinacional que en la última década sólo ha contribuido por el Impuesto sobre Sociedades en tres años: 2014, 2018 y 2019; los demás ha declarado pérdidas. ¿Se podrían dar en el Congreso de los Diputados seminarios sobre ingeniería financiera? Serían útiles para que sus señorías aprendiesen a legislar para evitar la elusión fiscal y para que, puestos a corromperse, lo hagan con cierta elegancia, enardeciendo a la junta de accionistas. Sin embargo, los que trabajan ahora son los mismos que trabajaban durante la pandemia: los sanitarios y otros profesionales tan denostados que mantuvieron las cadenas de suministros. La sociedad se sobrepone a los virus y a la corrupción. Aunque sólo sea olvidando.

IDEAL (La Cerradura), 5/03/2023

lunes, 27 de febrero de 2023

Censura

Resulta penoso comprobar cómo en la sociedad de la información abundan las formas de censura y, lo que es peor, de autocensura. La corrección de las obras de Roald Dahl para no ofender presuntamente a gordos, negros, calvos y otros adjetivos que antes sólo eran adjetivos, resultaría ridícula en otra época, pero no en ésta, donde lo único que impera es lo políticamente correcto, aunque nadie sepa en qué consiste a ciencia cierta. Puede ser lo que se le ocurra a la ministra de Igualdad o a los asesores del presidente del Gobierno, a algún “influencer” o cualquier mago de las redes sociales, ese reino de la apariencia. ¿Qué diría Roald Dahl sobre esas correcciones? ¿Qué diría Óscar Wilde? “Es al espectador, y no a la vida, a quien refleja realmente el arte”, escribía en el prólogo de “El retrato de Dorian Gray”. Pero en una sociedad que valora tanto la imagen pública, la libertad, paradójicamente, parece haber desaparecido. ¿Quién se muestra como es en vez de como los demás quieren que sea? Si en un minuto y al mismo tiempo se concentraran políticos y ciudadanos para pensar y hacer lo que realmente quieren y no lo que creen que quieren los demás, este país progresaría mucho. En realidad, el lenguaje es de nuestras madres y nuestros padres, y somos que lo que ellos nos contaron y fabularon. Por eso el mejor español no se habla en España, sino en América Latina, no sólo por el número de hablantes, sino porque allí (que es también aquí) no se han perdido aún la imaginación y la ilusión, que son el pan de cada día. Roald Dahl tenía una cara enigmática, de tipo inteligente, que tal vez hubiera levantado las cejas con escepticismo al ver cómo algunos de sus editores traicionaban su obra. Quizá porque editores, lo que se dice editores, hay pocos, si entendemos la edición como un trabajo de difusión de la cultura y la inteligencia. Ahora abundan los empresarios del entretenimiento, que confunden las ideas con las cifras, lo que nos vale para certificar los derechos de autor o los programas electorales. Lo terrible es cuando esas pajas mentales se convierten en violadores que salen de la cárcel o en libros que convierten nuestra mente en una cárcel. ¡Ay, el lenguaje! Qué sería de nosotros si no pudiésemos hablar. Pues a eso vamos. Si no se puede hablar, tampoco se puede pensar. Tenemos una especie de Putin en nuestras cabezas. Dando mítines para sí mismo con un auditorio comprado. Lo que llamábamos democracia.

IDEAL (La Cerradura), 26/02/2023

lunes, 20 de febrero de 2023

Árbitros

Vivimos en un país raro. Mientras los partidos independentistas trabajan para que Cataluña se separe de España, el Fútbol Club Barcelona, que ha apoyado este proceso digno de Kafka, ha pagado al parecer durante años al que fuera Vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, Enríquez Negreira, para que le favoreciera en los resultados de la Liga Española. “Esto explica la racha de 746 días sin que le pitaran un penalti en contra”, dicen los cronistas deportivos, que echan en falta un artículo 155 para poner orden en el ámbito futbolístico. “Algo normal”, sin embargo, para el expresidente del club azulgrana, Joan Gaspart, y para el actual presidente, Joan Laporta, que dice que todo se debe a que las cosas le van bien al equipo, primer clasificado del campeonato de fútbol, aunque al aficionado no se lo parezca. Como cualquier dirigente político, Laporta echa balones fuera. Pero ¿qué sería del Barca sin la Liga y sin el Real Madrid como gran rival? ¿Y qué sería de Cataluña sin un país del que independizarse? Para empezar, no podría financiar sus competencias, que crecen con cada nuevo acuerdo de legislatura. Los chantajes se producen en los estadios y en la arena política, y los equipos, contagiados por la dinámica informativa, están en una permanente campaña electoral, con entrenadores que ofrecen continuas ruedas de prensa para hablar del estado anímico de los jugadores, quejarse del arbitraje o despotricar de la política española, como suele hacer Pep Guardiola. Lo del clima del equipo se parece al clima electoral, y el asunto va siempre de quién puede influir en los resultados, ya sean del partido de fútbol o de los proyectos legislativos que ha presentado el partido político en el Parlamento. Esta semana se han aprobado en el Congreso la ley del aborto y la ley trans, e Irene Montero lo ha celebrado como si hubiera ganado la Champions Ligue, tal vez porque le ha metido un gol al PP y a Vox y otro a su socio de Gobierno, cuyo presidente, Pedro Sánchez, no sabe qué hacer para quitársela de en medio. Ya se quitó a Carmen Calvo, capaz de mantener la dignidad y romper la disciplina de partido, de lo cual podrían tomar ejemplo todos los diputados, que se supone que están en el Congreso para ejercer su libertad ideológica y representar a los ciudadanos. Convertida la política en un juego de contrarios, la realidad se vuelve simple y maniquea, dividida en rojos y azules, en buenos y malos. Terminará gobernando un árbitro.

IDEAL (La Cerradura), 19/02/2023

lunes, 13 de febrero de 2023

Edad

Francia anda estos días en huelga porque se quiere subir la edad de jubilación a los 64 años. Y en un país donde la jornada laboral semanal es de treinta y cinco horas, la gente se pregunta: ¿quién va a trabajar? En España se discute subir la edad a los 67 (los docentes universitarios ya se jubilan a los 70), aunque nadie se pregunta quién va a trabajar, porque los que trabajan son siempre los mismos, esas clases medias de empleados y autónomos que sostienen el país con su contribución al IRPF. Mientras cumplimos años la edad nos parece algo relativo, pues mentalmente uno suele quedarse en los quince o en los veinticinco, aunque vea cómo su cuerpo va envejeciendo. Sin embargo, gracias a los avances de la medicina, la buena alimentación y los hábitos saludables, vamos prolongando la vida, hasta el punto de que el antropólogo Eudald Carbonell señala que a finales de siglo habrá cuatro especies de seres humanos: los que serán editados en los laboratorios (homo editus), los que serán modificados genéticamente (homo prótesis), los que no serán modificados (homo sapiens restrictus) y los que se puedan ir haciendo a nivel de mecatrónica. ¿No podrían trabajar sólo los ciborgs? Los jóvenes, que en nuestro país apenas pueden aspirar a un sueldo y un alquiler, no creo que piensen siquiera en jubilarse. ¿Sería nuestra vida diferente con una renta universal? En tiempo de elecciones, se mezclan realidad e irrealidad, marketing y demagogia, utopía y capitalismo, religión e ideología. Es el momento de hacer propuestas arriesgadas, y puede que Pedro Sánchez, ante el temor del desastre, se reinvente como el libertador de la juventud española. Líbranos de nuestras pesadillas, Pedro. Acaba de un plumazo con los temores del paro, las cuentas corrientes en números rojos y las casas sin calefacción, ayúdanos a no tener que recorrer los supermercados comparando precios para ahorrar un céntimo y anímanos a hacer el amor con alegría para traer al mundo hijos que nacerán en un país sin género. Te perdonamos todos los desaguisados legislativos si liberas a nuestra juventud. Ése sí que es un buen motivo para pasar a la historia. Algo así tendrás que inventarte, Pedro, para darle un vuelco a las encuestas, aunque si lo mejor que se le ocurre a Vox y compañía es promover una moción de censura con un economista trasnochado al frente, quizá te queden muchos años en el poder. Al fin y al cabo, la juventud no es un tiempo de la vida, sino un estado del espíritu.

IDEAL (La Cerradura), 12/02/2022

lunes, 6 de febrero de 2023

La Gran Granada

Suena muy bien el proyecto de la Gran Granada, casi tanto como el título que inventó Justo Navarro para la novela del comisario Polo, retrato negro, histórico y social de nuestra ciudad, y que sirve lo mismo para una campaña electoral que para una nueva área metropolitana. La idea de fundir hasta cuarenta y cuatro municipios para crear la sexta ciudad de España es muy atractivo, aunque sólo sirviera para ahorrar en cargos públicos, potenciar nuestras infraestructuras y evitar el ninguneo político al que parece haberse acostumbrado la capital nazarí. Resultaría lógico poder coger un autobús o un taxi para ir del centro a tu casa en Alfacar, Otura o Vegas del Genil, teniendo en cuenta la población creciente del área metropolitana, no digamos para ir al aeropuerto, sin diferenciar entre líneas o licencias urbanas o metropolitanas. Según explican los representantes de la plataforma (www.lagrangranada.org), habría un alcalde en vez de cuarenta y cuatro, treinta concejales y no quinientos cincuenta y siete, ahorrando además en cientos de cargos de libre designación y puestos intermedios. Se ampliarían los distritos actuales de Granada a los del resto de municipios, que mantendrían las oficinas municipales para la atención ciudadana y alcaldes de distrito. ¿Apoyarán la idea los partidos políticos que suelen hacer de cada comunidad autónoma, cada provincia, cada ciudad y cada pueblo un reino de Taifas? Según donde uno mire, España sigue siendo un país medieval, donde abundan los reyezuelos y los caciques, aunque ahora solapen sus apellidos con las siglas de un partido político. Por otra parte, hay más patriotas de pueblo de los que se pueda imaginar, capaces de declamar a los cuatro vientos las características singularísimas no sólo de su localidad, sino de su barrio, que en nada se parecen a las del vecino, aunque éste sólo viva a unos cientos de metros de distancia. ¿Y la comodidad de poder cantarle las cuarenta al concejal o a la alcaldesa recurriendo a la aplicación del móvil? Pero un municipio de 558.083 habitantes y 1.621 kilómetros cuadrados de extensión destacaría en el mapa nacional y multiplicaría la fuerza de cualquier demanda, por mucho amor que les tenga la gente a los nombres y apellidos del terruño. El título de la Gran Granada nos vale para una ciudad, una comarca, una autonomía, un imperio; para una novela y una banda de rock, los nuevos 091, que cantarán las miserias y la grandeza de esta tierra. La Gran Granada debe ser más que un eslogan, una quimera, un sueño.

IDEAL (La Cerradura), 5/02/2023

lunes, 30 de enero de 2023

Independientes

España es un país tan liberal, descentralizado y progresista que incluso quieren independizarse las comunidades de vecinos. Pero no los propios vecinos, que deben sacrificar las necesidades individuales por las colectivas. Como les pide Ione Belarra a los empresarios, a los que tilda de capitalistas despiadados, aunque creen riqueza y empleo y contribuyan con sus impuestos a sufragar los gastos públicos y los servicios sociales, mucho más de lo que podemos pedirles a algunos de nuestros ministros, cuya vida laboral fuera de la política brilla por su ausencia. El Gobierno de España se parece también a una comunidad de vecinos mal avenida, donde cada facción opina e incluso legisla por su cuenta. Quizá, como en cualquier otra comunidad, no habría que aplicar los pactos de legislatura, sino la ley de propiedad horizontal, que permite que algunas urbanizaciones se conviertan en repúblicas independientes capaces de jorobar a los copropietarios e impedirles que hagan lo que quieran en su casa, como plantar en la terraza una bandera de España. ¿Cómo? ¿Que no puedo enarbolar en mi casa la bandera de España? Pues se ve que en la urbanización El Soto, de Marbella, no. Primero, por razones estéticas, y segundo, porque la mayoría de los propietarios son ingleses que parecen haber colonizado la urba, aunque su país ya no forme parte de la Unión Europea. ¿Aceptarían en Inglaterra que los propietarios españoles impidiesen plantar a los ingleses en sus casas la “Union Jack”? El administrador de la comunidad declara que se trata de una cuestión estética y no de antiespañolismo, y que lo que se pretende con esta medida, con amenaza de acudir a los tribunales incluida, es que “no haya un desmadre comunitario y haya 70 banderas”. ¿Por qué no? Así quedaría mucho más bonita la fachada, como la puerta de nuestras instituciones, donde suele haber tres o cuatro ondeando al viento: la local, la autonómica, la nacional y la europea. Por no hablar de todas las banderas reales e imaginarias que se ondean en el Gobierno en contra del capitalismo. Según el gran Ambrose Bierce, en política, un independiente es un enfermo de autorrespeto. Y se ve que en este país fragmentario el ego y la puerilidad de nuestras ministras sólo son comparables a los de los presidentes de algunas comunidades de vecinos. Gente que está por encima de las banderas y de la propiedad, salvo que sean las suyas. También decía Bierce que la imposición es un acto realizado con la máxima sinceridad por la secta de los ladrones.

IDEAL (La Cerradura), 29/01/2023

miércoles, 25 de enero de 2023

Memoria

La crónica política española parece una serie policíaca de crímenes de Estado o contra el Estado, con detectives que persiguen a exvicepresidentes del Gobierno o independentistas fugados o en sus cargos. Debe de haber flipado Emmanuel Macron en la firma del Tratado de Amistad entre Francia y España en Barcelona, con manifestaciones que se confundían con los actos institucionales, pues de hecho no se sabía dónde estaban parte de los representantes institucionales, si dentro o fuera de las instituciones, si estrechando manos o abucheándose a sí mismos en compañía de los manifestantes. “Ríete de la huelga general que tengo en Francia”, habrá pensado. “Si aquí está en huelga hasta el presidente de la Generalitat, que se salta los actos oficiales. ¿Querrán estos cabrones invadir Francia después de independizarse de España? ¿Anexionar las comarcas del Vallespir y el Rosellón a los Països Catalans?” Los pensamientos del presidente francés son inescrutables, casi tanto como los del presidente español, Pedro Sánchez, que debe de tener una libreta como la de José María Aznar donde hace croquis sobre el futuro de España, mejor que en un teléfono móvil hackeado. El problema del eslogan “ni España ni Francia” es que te desliga no sólo de tu tierra y de tus vecinos, sino de la Unión Europea, donde los países que huyen del totalitarismo y los ciudadanos del populismo quieren entrar y no salir. A los ciudadanos les interesan cosas concretas, y la política que influye en verdades concretas, por dolorosas que resulten, como el hallazgo en el cementerio de Reus de los que podrían ser los restos mortales de Cipriano Martos, según informaba Jorge Pastor en IDEAL. Natural de Huétor Tájar, Cipriano Martos fue detenido en 1973 por hacer propaganda del PCE y era considerado una de las últimas víctimas del franquismo. En el desenterramiento sí estuvo presente Pere Aragonés, presidente de la Generalitat de Cataluña. ¿Era consciente de hacer algo útil o se trataba de otro acto propagandístico? La política española mejoraría mucho si nuestros políticos dejasen de hacer eslóganes y se preocupasen de bucear en la historia, estudiarla y explicársela a los ciudadanos. Aunque sólo fuera su punto de vista sobre la historia, sobre la memoria personal y colectiva. Seguro que Antonio Martos, hermano de Cipriano, se ha sentido acompañado estos días, sin importarle el color político de las autoridades que están contribuyendo a darle paz a la familia. La memoria es algo que se toma muy en serio en Francia, donde siguen viviendo muchos descendientes de exiliados españoles. Una historia común es el mejor tratado de amistad.

IDEAL (La Cerradura), 22/01/2023

lunes, 16 de enero de 2023

Kraken

Cuando oigo hablar del Kraken me acuerdo de Perseo sosteniendo la cabeza de Medusa frente al monstruo para salvar a Andrómeda y no de ese virus minúsculo que vuelve a asustar a la gente, que recurre de nuevo a la mascarilla. Una especie de amuleto contra el mal de ojo, en vista de cómo la utilizan. “Ese no lleva una mascarilla, sino una venganza”, oigo decir a un hombre en el autobús, y supongo que se refiere a un chaval al que parece caérsele la tela de la cara a pedazos, como si usase el mismo artefacto desde hace dos o tres años, no sé cuántos van ya. Y efectivamente hay quien cree que la peste es una venganza divina, un castigo para la humanidad que debe desaparecer antes de que lo haga el planeta. Son personas que piensan que van a vivir para siempre, incluso después de la desaparición de la especie humana, pues imaginan este fragmento terrestre como un ente vivo que respirará aliviado después de la extinción. No han leído a Schopenhauer, pero han visto Avatar, y probablemente crean también que son azules y tienen ojos de gato. Los expertos, esos nuevos gurús que la población venera aunque les resulten más mágicos que científicos, valoran tomar medidas preventivas para evitar los contagios, y hay quien ve en Juanma Moreno un nuevo Perseo, que hará una Andalucía más sana y habitable, libre de calamares gigantes o microscópicos. ¿Quién será la Medusa? ¿A quién habrá que cortar la cabeza para vencer al Kraken? Si hablásemos en clave estatal, no me cabe la menor duda de la testa que rebanaría Pedro Sánchez para ir más tranquilo a las próximas elecciones generales como el único líder de la izquierda. E incluso acabaría con algún Meduso para ser el único líder a secas. Pero no vivimos en una época mítica, sino en una nueva Edad Media donde lo importante no son las personas, sino la humanidad, no los individuos sino la especie, no las especies sino el género, no los géneros sino Dios, parafraseando a Borges. Sin embargo, las palabras se transforman con el paso del tiempo, y hoy nuestros dioses son futbolistas o cantantes o actrices o dueños de redes sociales y, como todos los demás, se preocupan y rezan un rosario de síntomas: fatiga, tos, dolor de cabeza, fiebre, congestión y secreción nasal, dolores musculares, ahogo o pérdida de olfato y gusto. “El Kraken”, exclaman aterrorizados. Y las personas, como si recurriesen a la Medusa, se convierten en máscaras.

IDEAL (La Cerradura), 15/01/2023

lunes, 9 de enero de 2023

Política rave

Si uno atiende a algunos comentaristas políticos, en el Congreso lo que hay es una fiesta rave, que dura más que la de la Peza, toda una legislatura de política electrónica, al ritmo que marcan el PSOE y Unidas Podemos junto a Esquerra Republicana de Catalunya, PNV, PDeCat, Más País, PRC, Nueva Canarias, Teruel Existe, Compromís, Coalición Canaria y Bildu. Con las vibraciones de los bafles, se tambalean las instituciones y saltan por los aires los delitos de sedición y malversación, mientras el disc jockey lo peta. “Yo sé cómo empezar la fiesta”, exclama, y la gente flipa imaginando la quema del Palacio Real, la explosión de la Constitución española y lo que llaman el régimen del 78, mientras el PP y Vox jalean al personal desde el banquillo. La cosa se va un poco de madre, y el Gobierno, para enfriar el ambiente, baja el IVA de los alimentos básicos, como si fueran anfetas, aunque no es que se note mucho, pues el litro de aceite, por ejemplo, ha subido más de un euro en los últimos meses, y va camino de convertirse, efectivamente, en oro verde. Con las elecciones autonómicas y municipales a la vista, el nuevo año va a ser una fiesta continua, con mítines y bailes, para alegría de Miguel Iceta. ¿Superará la basura política las toneladas que han dejado en la Peza? La gente comparaba a los fiesteros con una horda de la película “Mad Max”, y la policía ha tenido que impedir que las caravanas ocupen el Albaicín. Menos mal que no les ha dado por montar la fiesta en la plaza del Ayuntamiento. “Hay una crisis social”, afirma un hombre en el bar como si diera el pronóstico del nuevo año y llevara esperando durante doce meses para propagar sus predicciones catastrofistas, aunque él muestre muy buen color mientras paladea el segundo vino. Al tercero, le tocará hablar de Cataluña. ¿Qué haríamos sin la democracia de bar? La nueva magistrada del Tribunal Constitucional, María Luisa Segoviano, ante la pregunta sobre la inconstitucionalidad o no de una posible consulta catalana, ha contestado flemáticamente que si se plantea es una cuestión que habrá que estudiar, declaraciones en las que han visto los augures nuevos indicios de la catástrofe estatal. ¿Guerra parlamentaria? ¿Guerra autonómica? ¿Guerra mundial? No me extraña que haya quien se lie la manta a la cabeza, se suba a una caravana y se vaya de fiesta. La resaca después de “la rave de todas las raves” debe ser monumental. Como la de una legislatura.

IDEAL (La Cerradura), 8/01/2023