lunes, 29 de mayo de 2023

Racistas

Ha tenido que ser un jugador de fútbol quien diga que España es un país racista para que todos los portavoces políticos se pronuncien sobre el tema. Concretamente ha sido Vinicius, que hoy es el delantero estrella del Real Madrid, y que sin embargo ha sufrido menosprecios en los campos de fútbol y en la prensa deportiva desde que el equipo que preside Florentino Pérez lo fichara cuando el jugador apenas tenía dieciocho años. Al presidente se le valoró desde el principio su ojo clínico para fichar a jóvenes talentos, pero Vinicius sufrió lo que muchos inmigrantes cuando llegan a España jueguen o no al fútbol. Los racistas en cuestión se han apresurado a destacar el contexto deportivo, donde al parecer es común que te llamen mono, negro o indio si no te han dado antes un buen par de patadas o te han roto el tobillo o la espinilla. Pero si uno se fija un poco se dará cuenta de que a muchos inmigrantes se les trata con la punta del pie fuera de los terrenos de juego, en el colegio o cuando se suben a un autobús, no digamos cuando piden trabajo, pues siempre habrá quien les mire de arriba abajo o de abajo arriba o detrás de sus cabezas o incluso les pregunten por qué se han venido de su país, esas gilipolleces que en España se escuchan todavía en algunos mítines electorales, precisamente de los partidos que se apresuran a negar que España sea un país racista. Menos mal que las elecciones se celebran hoy. España es un país racista y machista. Nos viene de nuestra deseducación, aunque ahora nos pese. Pero se nos nota, sobre todo a los que sólo se lavaron la cara con la transición democrática. Y basta con que un español salga a Europa para que se sienta un poco raro, tal vez como los trabajadores o inmigrantes que acuden a nuestro país y que durante meses sufren una especie de trance, la displicencia con que les tratan los herederos de ese imperio donde no se ponía el sol, como cantaban Los Nikis. Este sería un buen cántico para los hinchas de los campos de fútbol, “El imperio contraataca”, con lo que quizá habría un poco de humor en las canchas de un juego que hay quien se toma tan en serio para tener que insultar al contrario. Mientras tanto, Vinicius, ojalá te sigas hinchando de regatear y marcar. Tu denuncia del racismo ha sido un gol por toda la escuadra.

IDEAL (La Cerradura), 28/05/2023

lunes, 22 de mayo de 2023

Viviendas

En un país que sigue explotando el turismo, las ciudades se están convirtiendo en parques temáticos donde vivir puede resultar desagradable o imposible si tenemos en cuenta los precios de la vivienda, ya sea en propiedad o en alquiler. Comprar un apartamento en el centro de ciudades como Málaga o Granada es una quimera, porque quienes los tienen en propiedad los dedican al alquiler turístico y el nuevo sueño de la carcundia andaluza es ser funcionario y rentista, gestionar el patrimonio mientras se comparten las terrazas de los bares con ese rebaño al que ordeñar en cualquier época del año y que va renovándose gracias a las leyes de la oferta y la demanda. Así, aunque en la superficie brille el ocio y la alegría efímera, nuestras ciudades se van convirtiendo en cementerios donde pronto se montarán también mercadillos y barras de bar para situar la vida en mitad de la muerte o viceversa. Es un modelo que va imponiéndose en las capitales, empezando por Madrid, donde se han triplicado o cuadriplicado los precios de las habitaciones de hoteles y ya es casi imposible ir un fin de semana, y donde los trabajadores de cualquier ámbito, incluidos los de la administración, deben compartir piso si quieren sobrevivir, pues ni siquiera en las afueras encuentran ya alquileres que no se coman más de la mitad de su sueldo. Es un disparate que no sé si arreglará la Ley por el Derecho a la Vivienda aprobada por el Parlamento, pero algo habrá que hacer, pues el grueso de la población no está de paso en las ciudades, sino que estudia y trabaja en ellas, aunque a veces parezca una tarea imposible. En ese contexto y en plena campaña electoral, resulta lamentable que en el Congreso y el Senado no se debata sobre los topes al alquiler, los grandes tenedores, las zonas tensionadas o los desahucios, sino sobre las listas de Bildu. Los antiguos terroristas no están moralmente legitimados para ocupar un cargo público, pero tampoco la demagogia política parece tener límites. Lo peor es cuando contamina a los propios medios de comunicación, cuyo deber es fomentar el pluralismo y la opinión pública libre, y comprobar cómo hasta algunos buenos periodistas se han convertido en meros papagayos que no paran de repetir el mismo discurso vacío. ¿Y dónde están los argumentos para votar en tu municipio o en tu comunidad? Quizá nuestros políticos deberían renovarse a la misma velocidad que el mercado inmobiliario. Cada seis meses, un nuevo turno. Por una política y vivienda dignas.

IDEAL (La Cerradura), 21/05/2023

lunes, 15 de mayo de 2023

Flamencos

Debe de ser una casualidad, pero casi al mismo tiempo ha aparecido el flamenco en los semáforos y en los planes de estudio de la Junta de Andalucía. “Antes de cruzar, debes aprender a cantar y a bailar”, parecen decirnos la bailaora y el guitarrista, que por lo visto se llaman Macarena y Paco y son obra de un artista sevillano que ha reclamado al Ayuntamiento de Granada una compensación por competencia desleal y una indemnización por daños y perjuicios. Es lo que suele ocurrir cuando se gasta en chorradas el dinero público, y no creo que el nivel cultural y político mejore con el aumento de horas lectivas en asignaturas como las matemáticas, la lengua, el inglés e incluso el flamenco, que será una asignatura optativa que impartirán los profesores de música. De hecho, lo que estaría bien sería aumentar las horas de música y otras materias que fomenten la creatividad y la comprensión lectora de los alumnos, que ahora se ve reducida a la extensión de un tuit o un mensaje de WhatsApp. Tampoco estaría mal multiplicar exponencialmente las horas de filosofía, historia, literatura y lenguas clásicas, haciendo un programa único para todo el Estado, donde se incluyen las comunidades autónomas, para fomentar una cultura y una idea de país, eso de lo que hablan los partidos políticos durante la campaña electoral y que se les olvidará en cuanto se celebren las elecciones. Las identidades locales y autonómicas están bien, pero siempre que confluyan en algún sitio, en la unidad desde la diversidad, que es uno de los lemas de la Unión Europea. Sería otro de los contenidos a estudiar para ahorrarnos la actual deriva de los nacionalismos, que nos recuerdan todos los fantasmas del siglo veinte, muy presentes por desgracia en la guerra de Ucrania. La educación es algo tan básico que da un poco de vergüenza hablar del tema, tal vez porque los planes de estudios han ido sufriendo una simplificación y depuración tal que han pasado de libro de texto a resumen y de ahí a chuleta, un término también desfasado, como me comentó el otro día una alumna que no dudaba en hacer un examen con la inestimable ayuda del móvil. Lo que no sabemos es si la devaluación educativa responde a un plan preconcebido para que cada vez haya una población más analfabeta o de si se trata de mera incapacidad. Si vamos a terminar educados y gobernados por algoritmos y la inteligencia artificial, quizá habría que llamar a la resistencia.

IDEAL (La Cerradura), 14/05/2023

lunes, 8 de mayo de 2023

Ciudades

Como los seres humanos suelen tener un doble que desconocemos, las ciudades tienen hermanas secretas que a veces se encuentran y confraternizan, como ocurrió con Granada y Aix en Provence allá por 1979. Un aniversario que en la ciudad francesa se celebra con cariño, tal vez porque son conscientes de que la tradición y la historia son algo más que una marca, que merecen respeto y una vista más larga que la próxima cita electoral. Son lugares donde uno no nace o vive por casualidad, y eso es algo que tienen en común también las dos ciudades, ser cuna de arte y cultura. ¿Qué es lo que te lleva a radicarte aquí? “Hemos venido a aprender que hay una luz a nuestras espaldas, que es menester que nos volvamos, liberándonos de los lazos que nos atan, para mirarla de frente, y que nuestro cometido antes de morir consiste en intentar, a través de todas las palabras, nombrarla”, escribió Albert Camus. Algo que resulta especialmente sencillo en Aix en Provence, pues toda la ciudad te invita al ocio y a la contemplación, desde el Cours Mirabeau y la fuente del Rey René hasta la fuente de la Rotonda y de allí, subiendo por la rue Spariat y la rue Bédarriedes y la rue Maréchal Foch hasta la plaza del Ayuntamiento y la Catedral de Saint Sauveur, un centro histórico que está jalonado de tiendas, restaurantes y bares que ocupan los bajos de los palacetes de una de las burguesías más ricas de Europa. Tampoco eso ha cambiado en una ciudad que vive del turismo y de la universidad, como ocurre en Granada, y cuya mayor industria sigue siendo el patrimonio histórico y cultural, que ejercen una atracción para los estudiantes, profesores y artistas que acuden a ella y que encuentran en estas ciudades a sus maestros, vivos o muertos. Como en Aix en Provence puede seguirse el curso del agua y de las fuentes en el Cours Mirabeau, en Granada puede recorrerse paralelamente el cauce del Darro hasta la fuente del Avellano, acompañado por las voces de algunos poetas contemporáneos. El tiempo (el agua como símbolo del tiempo) y el paisaje son dos constantes en nuestra vida, como las ciudades, los escenarios donde se determina nuestro carácter. Pero vivir en Aix en Provence o en Granada es un privilegio. Su historia traza líneas invisibles en nuestra existencia, como cuando las recorremos dando un paseo acompañados, sin saberlo, por los pasos de tantas personas que los han dado antes que nosotros.

IDEAL (La Cerradura), 7/05/2023

lunes, 1 de mayo de 2023

Privilegios

No sé si tiene sentido que en un Estado laico la Iglesia católica y demás confesiones religiosas disfruten de exenciones en el pago de impuestos, ni que sigan en vigor los Acuerdos negociados en Roma y aprobados por las Cortes en 1979. Tampoco que haya profesores de moral católica y capellanes en cárceles, cementerios, universidades y hospitales pagados por el Estado. Y quizá no habría que celebrar el día de la Cruz o la Semana Santa, aunque luego agradezcamos disponer de unos días de descanso lo más alejados posible de sevillanas y procesiones. “¡Huyamos!”, habrá exclamado mucha gente este fin de semana, mientras que otra se disponía a sacar del armario los trajes de gitana y el sombrero cordobés. No ganamos para tanta fiesta en un país presuntamente asolado por la crisis económica, pero donde no dejamos de celebrar eventos gastronómicos y culinarios y el mayor mérito consiste en obtener una estrella Michelín. No se la darán sin embargo a los seis restaurantes chinos y cuatro “shawarmas” que han cerrado en el centro de Granada, donde la policía ha encontrado kilos de comida caducada o “animales en salmuera que no reconocían los veterinarios municipales”, según informaba Sergio González Hueso en Ideal, lo cual nos acerca más al género distópico de Pesadilla en la Cocina, donde aparecen cocineros educados en el Mein Kampf. Pero también ocurre en restaurantes españoles de comida tradicional, donde la presión por ofrecer una tapa con la consumición choca con la de cuadrar las cuentas. La verdadera religión española parece ser la hostelería, por lo que también habría que aplicarles a bares y restaurantes la exención del IBI. Hay quien no va a misa los domingos, pero no perdona acudir al bar del barrio todos los días, cuya barra suele convertirse en un confesionario y donde algunos camareros practican desde el perdón de los pecados hasta la extremaunción con los clientes más pesados, esos que no se van ni aunque rocíes la barra no con agua consagrada, sino hirviendo. “¡Se puso a gritar como la niña del Exorcista!” Pero ¿quién acumula más patrimonio inmobiliario? No se entiende la preocupación por aprobar una nueva ley de la vivienda y al mismo tiempo la de prolongar los privilegios de quienes tienen el interés en el otro mundo pero las posesiones en éste. Tal vez sean buenos los duelos con pan, como aseguraba Sancho, aunque no todo consista en llenarse la panza. Siguiendo con los refranes, el Gobierno con el IBI y todas las iglesias se ha topado.

IDEAL (La Cerradura), 30/04/2023