Toda
escritura es efímera, y más la que está apegada a la actualidad, aunque
paradójicamente, también sostiene el mundo, como ocurre con los poemas o las
columnas periodísticas. Y he aquí que Javier Bozalongo escribe un libro de poemas-columnas
que interpretan la realidad pero nos rearman contra ella, pues después de
obligarnos a prestar atención a lo que nos rodea, ponen el foco en nosotros
mismos. Los poemas reunidos en “Este país”
(Juancaballos de Poesía, 2019) podrían ser muy bien columnas, ya que están
inspirados en noticias de prensa concretas, y de hecho, yo, mientras los leía,
no podía evitar ponerles títulos, como si fueran titulares: “Adicción al
trabajo”, “Especulación inmobiliaria”, “Mario Conde”, “Tantos por ciento”, “Bankia”,
“Estrecho”, “Paro”, “Villarejo”, “Campaña”, “Lazos amarillos”, “15-M”, “11-M”, “La
Manada”, “Salario mínimo” o “Fake news”. Es casi una revista de prensa. Como
destaca Antonio Jiménez Millán en el prólogo, el autor refleja en estos poemas
las experiencias del ciudadano ante las crisis de los últimos años, que no es
una crisis económica, como se ha dicho, sino una crisis de la propia democracia:
“Quienes tienen la llave/ abren su corazón a intervalos variables/ y muestran
su sonrisa en los carteles/ por darle utilidad a esas peceras/ donde otros se
zambullen con toda su ilusión./ Quienes saben nadar guardan la ropa/ y los
demás navegan entre tiburones/. ¿Qué esconderán las urnas/ que introduces tu
pobre sobre en ellas/ y otro corre a tapar bien la ranura/ para que no te
asomes, incauto, al interior?” Pero no es un discurso desesperanzado. Más
adelante Javier nos interpela, para que nos manifestemos cuando tengamos la
oportunidad, este domingo, por ejemplo, que hay elecciones generales: “Acuérdate
de hoy cuando te llamen/ a cumplir con el rito y las celebraciones/ que cada
cuatro años/ prometen paraísos. Acuérdate de hoy,/ sal a la calle,/ tal vez por
fin se enteren/ de que el grito que escuchan/ no es el grito del miedo/ sino
una sola voz que dice no,/ que dice basta”. Porque como también nos dice Bozalongo
en la coda final, podemos seguir luchando, apartar la mirada de nosotros mismos
y fijarnos en las cosas que importan. Respecto a esa mirada, mención aparte
merecen las ilustraciones de Juan Vida. Sus autorretratos con los labios
sellados, con los ojos tapados, los collages de corazones llevados en patera
nos sobrecogen y hacen de la lectura de este libro una experiencia única, pues
está concebido como una obra de arte. “Este
país” es un breviario político de la
imagen y de la palabra.
IDEAL (La Cerradura),
28/04/2019