Si
el proceso de investidura fuera como el Cluedo, tendríamos muchos candidatos
para el politicidio, aunque en este juego se utiliza más la mentira que otras
armas convencionales, como el puñal, el candelabro o la pistola. ¿Quién será el
coronel Rubio, la señorita Celeste o el profesor Mora? La ventaja es que el
tablero se limita al Congreso de los Diputados y al Palacio de la Moncloa. Las
acusaciones son variadas, aunque hay quien las reduce a pactos secretos con
secesionistas y terroristas, por simplificar los problemas de España. Pero ¿y
si los problemas se encontraran en el propio juego, o quizá en las reglas?
Porque los políticos españoles parecen preocupados únicamente por ganar la
partida. Y quizá no haya partida, ni siquiera juego. El candidato Pedro Sánchez
negocia con ERC la solución del conflicto catalán cuando lo que se está jugando
es la investidura. ¿Cómo va a negociar un solo partido catalán un problema de
todos los catalanes? ¿Cómo van a negociar un presidente en funciones y un único
partido nacional los problemas territoriales de España? Quizá Pedro Sánchez sea
la señora Blanco y Pablo Iglesias el padre Prado, pero no creo que averigüen
que fue la señora Celeste la que asesinó a la señora Amapola con una tubería de
plomo en la biblioteca. Tiran los dados y acusan a quienes les parece, sin
tener en cuenta que la suerte que se juegan es la de todos los españoles. No
sabemos lo que negocian, sólo que el presidente se reunirá con todos los presidentes
autonómicos, con todos los representantes de los partidos, y lo dice como quien
lanza un señuelo o una cortina de humo. ¿Nos impedirá la niebla ver el
escenario del crimen? Si esto fuera una novela de Agatha Christie, quizá pudiéramos
seguir los indicios y fiarnos de las pequeñas células grises, pero hay
demasiadas pistas falsas. ¿Quién habla claro en España? Hay una confusión de
gestos y de lenguas, y me temo que Pedro Sánchez no es que hable en la
intimidad en catalán, como José María Aznar, es que simplemente no habla, o tal
vez le lance alguna pregunta al espejo de pie que imagino en su dormitorio.
“¿Hay alguien más bello que yo en todo el reino?” Santiago Abascal está tan
mazas que apenas cabe en el traje, aunque para bello el Rey, al que quizá le
estén tomando el pelo. ¿Tiene Pedro Sánchez la mayoría de la investidura
asegurada? Sigue moviendo tu peón por el tablero y haz deducciones, pero no
descubras tus cartas.
IDEAL (La Cerradura), 15/12/2019
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