lunes, 12 de agosto de 2024

Carreteras

Durante el mes de agosto la gente ha salido corriendo de las ciudades, vacías hasta la puesta de sol, cuando la poca que queda despierta como vampiros sedientos para buscar una terraza. Como si durante el día hubieran desaparecido el trabajo, las administraciones y los servicios públicos y viviéramos en un planeta árido donde, más que la política, nos queman los rayos ultravioletas. Los más osados, desafiando las altas temperaturas, habrán prescindido del avión, el tren o el autobús para viajar con su propio vehículo. Pero si algo caracteriza a las carreteras españolas en comparación con las de otros países europeos son sus paupérrimas zonas de descanso, apenas un arcén agrandado a un lado de la calzada, sin baños o bancos y poco espacio para estirar las piernas. Sin embargo, cuando uno cruza la frontera, empiezan a aparecer confortables áreas cada pocos kilómetros, y casi nos dan ganas de aparcar el destino temporalmente y recorrer la campiña francesa. Pero si viajas al oeste, también mejoran las carreteras en Portugal desde el Algarve hasta Oporto, aunque tengamos que pagar peajes. Y uno sabe que vuelve a España, además de por los avisos fronterizos, porque el firme está en mal estado y hay obras cada dos por tres que convierten las autovías en carreteras de un único carril desde Lugo hasta Granada. Y resulta aleccionador recorrer el país de norte a sur y de este a oeste para hacerse una idea del nivel de nuestros servicios públicos y las diferencias de renta que hay en España. ¿Saldrá nuevamente Pedro Sánchez a las carreteras antes de pactar un sistema de financiación a la carta con Cataluña y sin la participación del resto de autonomías? Según los expertos, si esta comunidad abandona el régimen común se reducirán en un 20% los ingresos totales del Estado. Unos 22.000 millones de euros menos para repartir entre todas las comunidades autónomas, que tendrán que obtenerse de otro lado, o bien de subir los impuestos o de recortar en la prestación de servicios públicos. Quizá sea Madrid la siguiente comunidad que exija un tratamiento fiscal diferente, en este federalismo mal entendido y que se desentiende de la solidaridad entre los territorios y los ciudadanos, que para viajar no usan solamente la A-2, entre Madrid y Barcelona. Aunque las principales autovías salgan de la Puerta del Sol, desde la A-1 a la A-6 recorreremos toda la geografía española. Quizá, para hacer política, pueda utilizarse un mapa de carreteras. Porque hay rutas que unen y otras que nos separan.

IDEAL (La Cerradura), 11/08/2024

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