En
Granada, el peor bochorno no lo causan las temperaturas de 42,8º ni el fuego en
los Gualchos y Lújar, sino el alcalde, José Torres Hurtado, que cuando abre la
boca hace gala de su educación. Precisamente delante de los diez estudiantes
con las mejores notas en Selectividad, va y se luce con una frase machista y
lamentable, de viejo verde: “Las mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes”.
Y qué bien se visten los retrógrados, “de sport, comodicos, en camisa y
pantalones”. Este individuo toma las decisiones más importantes en la ciudad de
Granada. Y en su partido le ríen la gracia. ¿Piensan como Torres Hurtado las
39.063 personas que le votaron en las pasadas elecciones municipales? ¿Están a
favor de la discriminación, del sexismo, de la consideración de la mujer como
un mero objeto sexual? Mar Villafranca llamó tontos del culo a los votantes del
PP en Granada, aunque tampoco es que ella esté muy contenta ahora. ¿Hay algún
político en esta ciudad que no muera por la boca? Algunos se transforman en
público en el personaje que siempre quisieron ser: campechanos, dicharacheros,
bocazas. Aunque es peor cuando se les distiende el bolsillo. Sin embargo, aquí
todo se arregla pidiendo disculpas, o negando los hechos, pues sólo se dimite
cuando no se tiene más remedio. Y tampoco tienen desperdicio las disculpas del
alcalde, que vincula sus palabras a la ola de calor. “Sólo quería decir que
teníamos que ir fresquitos”. ¿En qué se parecen la política y la educación? Ya
se sabe: en que revelan al sabio y ocultan al necio su falta de entendimiento. Por
eso quizá pretenda el alcalde, aprovechando que el río pasa por Pisuerga, crear
otra área de “aprovechamiento o comercialización” de la Alhambra,
distinguiéndola del área de conservación del monumento nazarí. Es lo que nos
faltaba, que, dados su buen talante y excelente educación, Torres Hurtado se
dedicara a promocionar el monumento más visitado de España. ¿La convertirá en
un botellódromo? ¿En el destino dorado para las despedidas de soltero? ¿En el
escenario para bodas privadas? Como él mismo ha afirmado, cuando “hay muchísimo
dinero de por medio pueden ocurrir cosas no deseables”. Quizá se refiera a la
remodelación del transporte público de la ciudad o a tantas obras innecesarias.
Con el cambio de estatutos, el bochornoso Centro Lorca también va a estar
adscrito al ayuntamiento. Y es que da pena –que no risa- pensar en Granada como
ciudad cultural, a pesar de la UNESCO. Arden las calles, pero de vergüenza
ajena.
IDEAL
(La Cerradura), 12/07/2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario