lunes, 7 de octubre de 2019

Granaínos en Nueva York


Da bastante grima comprobar cómo la ficción de los chascarrillos de cafetería es superada por la realidad política. O quizá sea que la política es efectivamente como se cuenta en las cafeterías. Y lo que se cuenta es que el alcalde del Ayuntamiento de Granada, el presidente de la Diputación, otros políticos, empresarios y hasta casi 80 personas se han ido de excursión a Nueva York. Parece el argumento de una película de José Luis López Vázquez y Alfredo Landa en el franquismo, “Préstame unas vacaciones”, o “Viaje a lo granaíno”; aunque en pleno siglo XXI, en la misma semana en que Trump se dedica a poner aranceles que perjudicarán las exportaciones de los agricultores de la provincia. Pero es que claro, el 30% del viaje lo financia la Cámara de Comercio y el 70% los fondos europeos, que deben de estar para el desarrollo local, regional y turístico de la pandilla. ¿Cuántos millones de euros en contratos con empresarios norteamericanos se van a traer de vuelta? Me imagino que alguno pensó que iba a cruzarse por la calle con Donald Trump y que iba a lanzarlo al estrellato, aunque terminara cantando la canción de Los Rebeldes: “Maldita sea la hora en la que se me ocurrió abandonar mi casa por una ilusión… Hace más de un año que busco la ocasión y aquí soy tan solo un español en Nueva York”. Y los coros: “Un granaíno en Nueva York… Oh, oh, oh”. Y la canción termina: “Me echaron a patadas del Harlem español”. Y todo con unas nuevas elecciones y una crisis económica de fondo. En una sociedad felizmente amnésica y que puede irse al garete, nuestros responsables públicos parecen más preocupados por aprovechar sus prebendas antes de que por pacto o resultados electorales puedan perderlas. “¡Aprovecha, que ya se las apañarán los que vengan!” Por eso van engordando las deudas municipales, adelgazando la Seguridad Social, o esquilmando el planeta. Si tus caprichos tienen que pagarlos los ciudadanos o tus hijos es secundario, porque hay que ir a Nueva York, oh, oh, oh. “En Nueva York, oh, oh, oh, en Nueva York, un granaíno en Nueva York”. Quizá aprendan algo de la ciudad del pecado, que según Ambrose Bierce debería reprobar todo diablo. También decía que Wall Street es una guarida de ladrones que sirve de consuelo a los ladrones fracasados. Pero esto era un chascarrillo que el bueno de Ambrose contaba mientras se tomaba un café. Y los chascarrillos, ya se sabe, nada tienen que ver con la realidad.
IDEAL, 6/10/2019

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