lunes, 2 de marzo de 2020

Yo tengo el coronavirus


En las farmacias de Granada se han agotado las mascarillas, y hay listas de espera para comprar geles desinfectantes hidroalcohólicos para las manos. ¿Tendrá algo que ver la adicción de los espectadores a las distopías de Netflix, HBO o Amazon? Los escritores y guionistas llevan años fabulando con el fin de la humanidad por diversas causas víricas, hasta los vampiros y los zombis han encontrado aquí una nueva manera de perpetuarse en nuestras pantallas. Al parecer, la dopamina que genera en el cerebro un atracón de una serie en “streaming” sólo es comparable a otro atracón. Y el miedo al Covid-19 parece nacido de una de estas ficciones, aunque su perjuicio a la salud humana sea inferior al de una gripe. Pero en los centros educativos se dan indicaciones para frenar el contagio, en los centros de salud se refuerzan las plantillas y la tontería colectiva propaga el miedo a los chinos y a los apretones de manos. La gente quiere ponerse en cuarentena, encerrarse en casa para ver quizá su serie de televisión favorita. ¿Será otra distopía? El miedo es una amenaza real que ya está provocando una crisis económica. Se cancelan eventos comerciales y deportivos, la gente deja de viajar, y en un mundo globalizado se detiene la rueda del dinero, que hoy tiene dependencia de China, que representa el 17% del producto interior bruto mundial. Si se detiene China, se detiene el planeta, y en el país asiático se ha parado ya el 80% de la industria y el 90% de las exportaciones. “China no puede luchar contra el coronavirus y al mismo tiempo evitar una crisis económica”, declara Ambrose Evans-Pritchard, editor de economía internacional del diario “The Telegraph”. Y, mientras los expertos se preocupan de analizar los síntomas económicos, los ciudadanos nos centramos en vigilar nuestro cuerpo. ¿Nos ha subido la fiebre? ¿Tenemos problemas respiratorios? ¿Moqueamos? Yo mismo llevo una semana encerrado en casa, sosteniendo el mando a distancia y viendo películas y series como “Pánico en las calles”, “Contagio”, “Estallido”, “Infectados”, “Pandemia”, “Guerra mundial Z”, “The Walking Dead”, “The Rain” o “The Last Man On Earth”. Menudo dolor de cabeza. Quizá por eso mi mujer y mi hijo se hayan ido de casa y prácticamente nadie me dirija ya la palabra. Acaso tenga algún vecino que quiera traerme una caja de paracetamol. En fin, tampoco debe de ser para tanto. Pero, por mera prudencia informativa, y para evitar contagios, voy a tener que terminar este artículo. Ahora vaya a lavarse inmediatamente las manos.
IDEAL (La Cerradura), 2/03/2020

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