lunes, 30 de junio de 2025

Bichos y flautistas

Mientras las cloacas del Estado siguen vomitando corruptelas, por las alcantarillas de Granada salen cucarachas y ratas que inundan el Camino Bajo de Huétor y el Realejo. Convivimos con los bichos, que sólo de vez en cuando asoman la cabeza. Se alimentan cuando no los vemos, y algunos no se conforman con las sombras, sino que invaden las despensas de las casas y de los ministerios. ¿Tendremos a algún flautista de Hamelín esperando su oportunidad? No se ven muchos flautistas en la oposición, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se empeñe en dar la nota en las cumbres europeas y de la OTAN. En los solos no se puede desafinar, pero entre gallos anda el juego. ¿Quién necesita una cuestión de confianza si puede batirse en duelo con Donald Trump? Estaría bien si lo hicieran con revólveres de plástico comprados a su colega chino, pero no cuando son las empresas españolas las que pagarán ese ego desmedido en forma de aranceles. Lo que estarán sudando los diplomáticos. ¿Se puede arreglar tanto entuerto? No lo cree el expresidente Felipe González, que ha afirmado que no votará al PSOE si Pedro Sánchez sigue siendo candidato, que ya ha dicho que lo será. Total, si niego la realidad, ¿por qué no voy a seguir tocando la flauta? No sé cuántos españoles estarían dispuestos a seguirlo como en el cuento y despeñarse hasta el mar, aunque hay quien espera verlo sentado en el banquillo. La UCO y la Guardia Civil no dan abasto, y esta semana 80 agentes han participado en la detención de una banda de atracadores que operaba en Granada. Pero hay mucho bicho suelto aún. Preferimos la delincuencia que se ve a la que no se ve, pero que va horadando el sistema democrático. En el cuento de los hermanos Grimm el flautista se compromete a librar a la ciudad de ratas a cambio de una suma de dinero. Como los habitantes no le pagaron la suma convenida, el día 26 de junio volvió y se llevó con su melodía a todos los niños. ¿Quién secuestra la voluntad del pueblo en nuestra democracia? Tenemos unos líderes tan extasiados en la contemplación de lo que creen que son que nunca se comportan como deberían ser. Se dedican a exterminarse unos a otros. Por eso Donald Trump exige una contribución del 5% del PIB de los países miembros a la OTAN. Se ve que hay pocos misiles para tanto bicho. Pero preferimos la música de los flautistas que el estruendo de las armas.

josemariaperezzuniga.blogspot.com

lunes, 23 de junio de 2025

Lomos y pieles de asno

Sería bueno que en las carreteras políticas pudieran utilizarse lomos de asno como los que va a poner en algunas calles el Ayuntamiento de Granada. Se trata de badenes para evitar que los conductores hagan carreras temerarias, como al parecer ocurre en algunos barrios. Pero no hay lomos de asno que eviten el suicidio político de Pedro Sánchez y sus socios de gobierno. Los ciudadanos no olvidan, y con sus excusas de padrino compungido el presidente del Gobierno está condenando al PSOE y a la izquierda española. Es un insulto a los votantes decir que no se convocan elecciones porque van a ganar PP y Vox, un argumento de dictadorzuelo salido de la TIA de Mortadelo y Filemón. El convencimiento de no contar actualmente con el respaldo de la mayoría de los españoles debería ser una razón inexcusable para convocar elecciones anticipadas. Si es que uno cree en la democracia y no se imagina como un líder ungido por el favor divino, caso de Franco y ahora de Donald Trump, a los que Sánchez no querrá parecerse. No se puede trasladar la responsabilidad a la oposición para que presente una moción de censura. La exigencia ética mínima exige una convocatoria de elecciones o una cuestión de confianza. Si de verdad se quiere “resetear” la legislatura, como ha dicho Yolanda Díaz, ése es el procedimiento, no hay otra forma de reparar el daño causado por los corruptos, que llega hasta Huétor Vega. Y Díaz lo tiene bastante fácil, casi tanto como pulsar el botón del disco duro para borrar todos los datos, que es lo que le gustaría hacer a más de uno. Lástima que una amnistía no equivalga a una amnesia, pensarán. Ésos son los “lomos de asno” que contempla la Constitución española. En el cuento “Piel de asno”, de Charles Perrault, un rey tenía un asno maravilloso cuyos excrementos eran monedas de oro, que es como entendían al parecer la política José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García. Y si uno escucha sus grabaciones, la manera en la que hablaban de las mujeres, por ejemplo, no es muy difícil hacerse una idea de la altura moral de los personajes. Pero si se entiende el ejercicio del poder político como una guerra, alguien tiene que hacer el trabajo sucio. “No simules lo que no eres, si pasar vergüenza no quieres”, nos dice el cuento de Perrault, donde la princesa debe disfrazarse para huir del rey. Demasiadas pieles de asno para tan malos políticos.

IDEAL (La Cerradura), 22/06/2025

lunes, 16 de junio de 2025

Evaluaciones

Nuestra realidad política y social no puede ser más contradictoria, pues vivimos en un país que bate récords de llegada de turistas, donde se espera una ocupación hotelera del cien por cien y no se puede hacer una reserva en casi ningún restaurante, donde crece la economía y una parte de la población vive como si no existiera el mañana desconectada de la política. A pesar de esos silencios que se han convertido ya en un clamor popular para esa otra parte de la sociedad que vive con una sensación de caos político y desastre nacional. En época de exámenes de fin de curso, habría que evaluar también a nuestros cargos públicos, más allá de las elecciones que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se niega a convocar. Porque las citas electorales parecen haberse convertido en una panacea para algunos políticos, que se sienten legitimados para hacer lo que les dé la gana en un plazo de cuatro años. ¿Quién se acuerda del programa electoral? Una vez perdido el respeto al Parlamento y a los procedimientos legislativos, de los decretos leyes pasamos a las líneas rojas o azules, a tratar de justificar con el conflicto la mala gestión política y administrativa. Las andanzas de Leire Díez, Víctor de Aldama y el teatro mediático en el que se les da eco a estos personajes contamina la vida pública. Y ahora, Santos Cerdán. El también secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no ha dado ninguna explicación convincente, y debe asumir su responsabilidad por la actuación de los secretarios de organización de su partido. Los actos de contrición pueden estar bien para el confesionario, pero no les bastan a los ciudadanos, hartos de esta especie de la fauna ibérica que se alimenta en las cloacas del Estado, un cliché entre nuestra clase política, en el Gobierno y en la oposición. Pero si la legalidad se cuestiona, si se imputa al propio fiscal general del Estado y otro hecho tan grave se nos cuenta como una guerra judicial, ¿qué van a pensar los ciudadanos? Las noticias sobre las batallas campales que se producen en las calles de Estados Unidos nos pueden dar una idea de adónde nos conducen la demagogia y el nulo respeto por el Estado de derecho. Si nuestros políticos sólo aciertan a hablar de cloacas pero son incapaces de tomar decisiones para limpiarlas, no es extraño que los ciudadanos los imaginen como anguilas que viven en un lodazal. Me acuerdo de un viejo profesor que exclamaría: “Ustedes no llegan ni al cero absoluto”.

IDEAL (La Cerradura), 15/06/2025

lunes, 2 de junio de 2025

Rebelión en la granja

La gente no para de moquear y estornudar, de llorar, de preguntarse con los ojos enrojecidos qué ha hecho para merecer esto. Vivimos con un resfriado permanente y las farmacéuticas aprovechan para subir los precios, para cobrar trece o catorce euros por los medicamentos que hace poco valían tres o cuatro. Y eso en mitad de un episodio de calor extraordinario, con temperaturas diez grados por encima de lo normal, con los virus y otros animales desatados. Si hace una semana el Gobierno nos alertaba de los ataques de las orcas, ahora son gaviotas las que les roban las gambas a los turistas que compran paellas en el mercado de la Boquería, en Barcelona. Nada que no ocurriera ya en Granada, en la terraza de la cafetería “La Oficina”, por ejemplo, que ha cerrado en estos días. Si uno se sentaba en la plaza de la Caleta a tomar una cerveza y le ponían una tapa de arroz, al poco tiempo se veía asaltado por las palomas, que se te subían a la mesa. No sé qué tendrán las aves con el arroz, pero en cuanto lo veían iban cercándote poco a poco, como en la película “Los pájaros”, de Alfred Hitchcock. El camarero, sin embargo, parecía tan tranquilo, como si tuviera inmunidad diplomática o hubiera firmado un pacto de no agresión. Nadie le había hablado de la gripe aviar, que según los expertos está a punto de transmitirse a los seres humanos. ¿Otro apocalipsis? El virus ha ido mutando y pasando de las aves silvestres y domésticas a los zorros y otros mamíferos, después a los gatos y a las vacas de Estados Unidos, de donde parecen provenir hoy todos los males y hay mil granjas afectadas. Por lo visto, el virus se replica en las glándulas mamarias, y el peligro estriba en el consumo de leche cruda sin pasteurizar, un hábito muy extendido en USA. Hasta ahora, se ha contagiado entre vacas y humanos, pero no entre seres humanos, que sería el principio de la pandemia. No sé si todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros, como escribió George Orwell. Después del Covid, nadie quiere ni oír hablar de otra peste. “¡Adelante, camaradas! Adelante en nombre de la rebelión. ¡Viva la rebelión en la granja! ¡Viva el camarada Napoleón! Napoleón siempre tiene razón”. Exactamente así es como razonan nuestros políticos, que siempre niegan la mayor. Pero no creo que los virus distingan entre los animales de dos o cuatro patas. ¿O sí?

IDEAL (La Cerradura), 1/06/2025