lunes, 27 de octubre de 2025

Cuentas y cuentos

Aunque el Gobierno no puede aprobar los Presupuestos, quiere exigir a los autónomos que ajusten más sus cuentas. Esos parias que tienen que contabilizar cada céntimo y a los que entran sudores fríos cuando llega el momento de presentar las declaraciones de IVA e IRPF. Y que deben justificar todos sus gastos e ingresos por transferencias bancarias o con los movimientos de la tarjeta de crédito. No como el PSOE y el presidente Pedro Sánchez, que al parecer consideran algo “normal” los pagos en metálico. ¿A quién le cuentan estas milongas? O bien algunos políticos desconocen las normas cuyo cumplimiento exigen a los ciudadanos, o bien, como la mayoría sospecha, no tienen ni idea de lo que supone trabajar de verdad, sin depender de sopas bobas. La Seguridad Social está en quiebra por una lamentable gestión política, y eso no se va a solucionar subiendo las cuotas de los trabajadores autónomos o de los empleados. ¿Por qué no se les exige a los políticos lo mismo que a cualquier trabajador o empresario y a los partidos lo que a las empresas? Ni siquiera digo más, cuando nadie les obliga a dedicarse a la vida pública. Si el gerente de una empresa pagara en “cash” los gastos corrientes, todos sus proveedores sabrían que no quiere facturar porque está utilizando dinero negro. Pero, según la UCO, para el exdirector gerente del PSOE entre junio de 2017 hasta octubre de 2021, Mariano Moreno Pavón, era una práctica habitual, sobres con billetes que salían de la sede socialista con destino a los bolsillos de José Luis Ábalos y Koldo García. Como premio a su proceder, cuando dejó el cargo siguiendo el camino del exministro de Transportes, el Gobierno lo nombró presidente de ENUSA, la empresa pública que suministra uranio enriquecido a las centrales nucleares españolas, con un sueldo de 245.000 euros anuales. ¿Seguirá pagando en metálico en uno de los puestos más altos de la administración pública? Que con todo lo que está saliendo a la luz el Gobierno siga tan campante nos da una medida de la dignidad política de este país. Salvo Yolanda Díaz, que por un pensamiento fallido habló de un Gobierno de corrupción. Quizá porque quienes lo continúan apoyando ciegamente lo hacen con gafas bien tintadas de cargos, prebendas e ideología. Sin embargo, una cosa es hacer las cuentas de la vieja y otra meter la mano en el bolsillo de los ciudadanos, que terminarán saliendo a la calle para ajustar las cuentas, públicas y privadas. Con los autónomos hemos topado. 

IDEAL (La Cerradura), 26/10/2025

lunes, 20 de octubre de 2025

Historia de fantasmas

El fantasma de Antonio llevaba doce años esperando a que sus vecinos se dieran cuenta de que había muerto. No me lo invento. Antonio Famoso Jiménez era un albañil jubilado de Valencia, separado y con dos hijos con los que se había enemistado y a los que había desheredado, con pocas relaciones sociales. Antonio llevaba muerto doce años, pero nadie lo sabía. ¡Que estoy muerto!, gritaba su fantasma por los pasillos del edificio, pero ni caso, oye. A la comunidad lo que le importaba era que Antonio pagara las cuotas y por eso lo habían llevado a juicio y embargado la cuenta de la que se cobraron 11.000 euros pendientes. ¡Que estaba muerto! Pues ni por esas. Los vecinos se quejaban del olor que salía de su casa, pero lo achacaban a las palomas que entraban por una ventana que se había dejado abierta. ¡Doce años sin cerrar la ventana! Pues se ve que tampoco eso levantaba sospechas, ni que no acudiera ya a las reuniones de la comunidad de vecinos. Al parecer, sólo el administrador pensó que a Antonio le podía haber pasado algo, pero la policía no hizo mucho caso. ¡Que estoy muerto!, seguía gritando el fantasma al lado del administrador. Pero nada. Hasta esta semana. Se ve que las lluvias han causado filtraciones en el edificio donde vivía Antonio, y el vecino de abajo se quejó por una gotera. ¡Que estoy muerto!, gritaba el fantasma. Y en su casa encontraron el cadáver los bomberos, entre kilos de basura y palomas muertas. Ni la Policía Científica ni el Grupo de Homicidios han hallado indicios de criminalidad en la muerte de Antonio, pero me imagino que no habrán tenido dudas sobre la soledad del hombre ni sobre su tristeza. El teléfono estaba descolgado, la puerta cerrada por dentro con pestillo y cadena. ¡Que me dejéis tranquilo!, gritaba el fantasma mientras el forense examinaba el cadáver y comprobaba que no había signos de violencia. ¡No me toquéis! Y aunque su cuerpo llevaba años momificado, Antonio seguía cobrando la pensión y pagando los recibos domiciliados en la cuenta bancaria. ¡Maldita burocracia!, gritaba el fantasma. Pero la Seguridad Social seguía a lo suyo y, como quizá no llegaba a los umbrales de renta, nadie lo echaba de menos tampoco por no presentar sus declaraciones del IRPF en la Agencia Tributaria. ¡Que estoy muerto!, gritaba el fantasma. Pues sí, Antonio, lamentablemente estás muerto. Y se ve que no eras el único. Qué ironía que te apellidases Famoso. Descansa en paz.

IDEAL (La Cerradura), 19/10/2025

lunes, 13 de octubre de 2025

Médicos

Acostumbrados a que parte de nuestra clase política confunda el sistema representativo con la irresponsabilidad durante cuatro años, casi resulta extraordinaria la dimisión de la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, por la mala gestión del programa de cribados del cáncer de mama. Pero no es nada extraordinario si se tiene en cuenta el deterioro de la sanidad pública andaluza, que aunque cuente con mayor presupuesto, según señala el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, no se destina a mejorar los programas de prevención o reforzar las plantillas, sino a realizar conciertos con el sector privado, como han denunciado los sindicatos. Si es verdad que el Gobierno andaluz ha tenido conocimiento del problema en el programa por boca de las propias afectadas, muchas cosas deberían cambiar. Pero es incompatible anunciar la rebaja de impuestos y el aumento de deducciones fiscales con el incremento de los recursos que se destinan a los servicios públicos. En la Junta parecen convencidos de que educación y sanidad estén en manos privadas. Así, el primer grado en IA en Andalucía lo impartirá una universidad privada de nueva creación, la Alfonso X el Sabio, y no la UGR. Por la misma regla de tres, no me extrañaría que la presunta mejora en la prestación de servicios sanitarios como los programas de prevención del cáncer de mama consistiera en externalizarlos. En este contexto, no me sorprende tampoco que haya quien prefiera no ir al médico. Tengo un amigo que debe de ser una bendición para la sanidad andaluza. Curiosamente se llama Juanma, como el presidente andaluz, y cuando enferma, pide cita en el servicio Salud Responde (no siempre), que se la suele asignar para unos quince días después. En ese intervalo le da tiempo a automedicarse y a ponerse bueno, claro, por lo que termina cancelándola. Aunque yo creo que le basta con pensar que tiene que ir al médico para curarse. Y así lleva años, con una salud de hierro, alternando en la hostelería, que es lo que más se disfruta en Granada. Lo bueno es que si le pasa algo este fin de semana, seguramente se encontrará en los bares y restaurantes a alguno de los 5.000 médicos que estos días celebran un congreso en nuestra ciudad y que han agotado las reservas. ¿Los galenos serán como mi amigo, se tomarán una pastilla y tampoco irán al médico? Si estamos enfermos, lo mejor que podemos hacer es depositar nuestra confianza en un médico. Y del sistema sanitario andaluz. Incluso si te llamas Juanma.

IDEAL (La Cerradura), 12/10/2025

lunes, 6 de octubre de 2025

Fraudes e iluminados

A pesar de los buenos indicadores económicos, España está en quiebra. Al menos, desde el punto de vista institucional. Gobernar sin presupuestos es privar al parlamento del control democrático e implica un fraude político, económico y social, pues no se explica de dónde se obtienen los recursos públicos ni a dónde se destinan, si es a educación, sanidad o defensa. Con presupuestos prorrogados gobiernan Pedro Sánchez en España y Salvador Illa en Cataluña, pero no es una cuestión solo del PSOE, pues el PP hace lo mismo en las comunidades autónomas de Aragón, Baleares, Extremadura, Murcia y Castilla y León. Se ve que les importa un bledo el sistema político y democrático establecido en la Constitución española y en los respectivos estatutos de autonomía. ¿Qué pasaría si hicieran lo mismo los ciudadanos? Probablemente dictarían la ley marcial, como Donald Trump, al que tanto critican y tachan de dictador por saltarse las leyes, como hacen ellos. Los procedimientos parlamentarios no son un capricho. Son la garantía de que los dirigentes no actuarán arbitrariamente. O se aprueban los presupuestos o se convocan elecciones. No hacerlo no es una cuestión de resistencia, sino de apropiamiento de las instituciones democráticas. Una cuestión personal, no de interés público. No hay justificación posible para saltarse las leyes y los procedimientos parlamentarios desde el poder. No valen los motivos ideológicos o de partido, y menos ampararse en el interés común, que es lo que precisamente tratan de proteger las normas. La mejor manera de salvaguardar la democracia, que tanto decimos defender en los foros internacionales, es cumpliéndolas. Pero la democracia se está convirtiendo en otra cosa, y en ese contexto no extraña oír a la diputada granadina Paqui Santaella llamar a Pedro Sánchez santo. “Algún día lo haremos santo o lo elevaremos a los altares, cada uno elige a sus santos”.  En eso tiene razón, y sin duda lo ha dicho con la mejor intención y defendiendo las políticas sociales. La cosa tendría gracia, si no fuera sintomático. Porque hay quien piensa que defender al líder y al partido es un sacramento. Y así nuestros políticos se convierten en popes que creen conocer de manera exclusiva el camino a la salvación social. Ambrose Bierce definía al santo como al pecador difunto, corregido y revisado. Pedro Sánchez no puede aprobar la ley de presupuestos, pero quizá obtenga el Premio Nobel de la Paz, como ha pedido el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática de España, Ángel Víctor Torres. Asistimos ya a una política de iluminados.

IDEAL (La Cerradura), 5/10/2025