Si
los índices demográficos se midieran por los atascos en la circunvalación, tendríamos
que pensar que la población ha crecido mucho en las últimas semanas en Granada.
Según la hora, los accesos de Recogidas, Armilla y la Ronda Sur requieren más
paciencia que la del Santo Job y de un tiempo que, si lo fuéramos sumando,
quizá nos diera para compartir con él la vida eterna. Entre el “Single Day”, el
“Black Friday” y la campaña de Navidad, la gente acude al Nevada y otros
centros comerciales como si la lista de familiares con derecho a regalo fuera
más larga que los descendientes de Matusalén, que vivió 969 años según los
relatos bíblicos. Es lo que les pasa al parecer también a algunos políticos,
que no dan abasto para agasajar a queridas o a queridos, aunque no sepamos de
dónde sacan el dinero. Como el asfalto de la circunvalación, las cintas
magnéticas de las tarjetas o los chips de los móviles echan humillo, y como las
tarjetas “black” que utilizaron en su tiempo los consejeros de Caja Madrid y
Bankia ya no traen cuenta, nuestros representantes públicos prefieren defender
ahora la normalidad de los pagos en metálico. Y eso en plena campaña de
“Verifactu”, el programa que promueve la AEAT para contabilizar digitalmente y
en tiempo real la facturación de empresarios y autónomos. ¿No deberían utilizar
también este sistema nuestros partidos políticos y los gobiernos central,
autonómicos y locales para que además del Tribunal de Cuentas los ciudadanos
pudieran comprobar en tiempo real en qué se gastan el dinero los cargos
públicos? ¿Por qué no se limitan las dietas institucionales a las que se puede
descontar cualquier trabajador o profesional en el IRPF? En fin, lo que tiene
hablar de atascos, compras y cuentas. Si se aplicaran tantos novedosos
programas informáticos en la gestión política española, la cola para entrar en
la prisión de Soto del Real no sería tan larga como la de la circunvalación de
Granada. Entre coches oficiales y privados, no puede uno llegar a ningún sitio
a la hora. Quizá deberíamos promover también el uso del transporte público en
todos los ámbitos. Nos quedamos atascados en nuestras circunvalaciones, aunque hay
quien prefiere comprar sin salir de casa, por lo que las entregas de paquetes
baten récords en Granada. ¿Quién llama a la puerta? En algunas casas, los
repartidores de Amazon y AliExpress son ya casi de la familia. Cómo disfrutamos
de las euforias pasajeras. Encendamos las luces. Subámonos al coche. Que
empiecen ya las fiestas.
IDEAL (La Cerradura), 31/11/2025
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