domingo, 3 de febrero de 2019

Gran Granada


Resulta llamativo que el PP y Sebastián Pérez se hayan apropiado del título de una magnífica novela de Justo Navarro, “Gran Granada” (Anagrama, 2015), para presentar su campaña electoral. Un término que el autor utilizaba para denominar al círculo de poderosos en la ciudad de 1963, es decir, en plena dictadura franquista. Lo mismo ese es el modelo de Sebastián Pérez, lo que tampoco es de extrañar, teniendo en cuenta los antecedentes del equipo de gobierno en el que él participaba, donde según las crónicas judiciales el nepotismo y las irregularidades urbanísticas eran la práctica habitual. En la Gran Granada de Justo Navarro hacíamos un verdadero viaje en el tiempo, y casi nos aliviaba no vivir ya en esa ciudad ruin donde el comisario Polo habría detenido también y encerrado quizá a unas cuantas autoridades. Un personaje al que el autor le ha dado continuidad en la nueva novela “Petit Paris”, que acaba de publicar la editorial Anagrama. Y aquí Polo tiene que viajar a la Francia ocupada para buscar cuatro lingotes de oro robados en Granada, hilo argumental que acaso también le sirva al PP para montar su campaña. “¡Seremos un pequeño París!”, podría decir Sebastián Pérez, que quizá sea mejor que una Gran Granada. ¿Será ahora París la ciudad más deseada por sus vecinos? ¿La que despierte más interés para generar empleo y riqueza? Por lo pronto, debería generar mayores derechos de autor para Justo Navarro, que se ha visto despojado del título de su novela y que tal vez deba encomendar al comisario Polo que vaya a rescatar dentro de la clase política más reaccionaria el oro robado a su creación literaria. Porque resulta increíble escuchar a algunas personas hablar de que la ciudad recupere “la fortaleza y la grandeza que ha atesorado durante siglos” y que “ha perdido en poco tiempo”. ¿Se refieren a la fortaleza y la grandeza de Granada en 1492? ¿En 1963? ¿La que perdió en la nefasta gestión económica del PP durante trece años? ¿La que ahora se va dilucidando en los tribunales? Más que admiración, este ambicioso plan lo que da es miedo. Porque la Gran Granada ha brillado por su ausencia durante años, y lo que siempre ha habido es una clase política y empresarial que cree que la ciudad es suya y no de los ciudadanos, el círculo de poderosos que tan magistralmente retrataba Justo Navarro en su novela y que al parecer sigue en el mismo sitio donde estaba hace cincuenta y seis años. ¡La Gran Granada!
IDEAL (La Cerradura), 3/02/2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario