Si uno atiende a algunos comentaristas políticos, en el Congreso lo
que hay es una fiesta rave, que dura más que la de la Peza, toda una
legislatura de política electrónica, al ritmo que marcan el PSOE y Unidas
Podemos junto a Esquerra Republicana de Catalunya, PNV, PDeCat, Más País, PRC,
Nueva Canarias, Teruel Existe, Compromís, Coalición Canaria y Bildu. Con las
vibraciones de los bafles, se tambalean las instituciones y saltan por los
aires los delitos de sedición y malversación, mientras el disc jockey lo peta.
“Yo sé cómo empezar la fiesta”, exclama, y la gente flipa imaginando la quema
del Palacio Real, la explosión de la Constitución española y lo que llaman el
régimen del 78, mientras el PP y Vox jalean al personal desde el banquillo. La
cosa se va un poco de madre, y el Gobierno, para enfriar el ambiente, baja el
IVA de los alimentos básicos, como si fueran anfetas, aunque no es que se note
mucho, pues el litro de aceite, por ejemplo, ha subido más de un euro en los
últimos meses, y va camino de convertirse, efectivamente, en oro verde. Con las
elecciones autonómicas y municipales a la vista, el nuevo año va a ser una
fiesta continua, con mítines y bailes, para alegría de Miguel Iceta. ¿Superará
la basura política las toneladas que han dejado en la Peza? La gente comparaba
a los fiesteros con una horda de la película “Mad Max”, y la policía ha tenido
que impedir que las caravanas ocupen el Albaicín. Menos mal que no les ha dado
por montar la fiesta en la plaza del Ayuntamiento. “Hay una crisis social”,
afirma un hombre en el bar como si diera el pronóstico del nuevo año y llevara
esperando durante doce meses para propagar sus predicciones catastrofistas,
aunque él muestre muy buen color mientras paladea el segundo vino. Al tercero,
le tocará hablar de Cataluña. ¿Qué haríamos sin la democracia de bar? La nueva
magistrada del Tribunal Constitucional, María Luisa Segoviano, ante la pregunta
sobre la inconstitucionalidad o no de una posible consulta catalana, ha
contestado flemáticamente que si se plantea es una cuestión que habrá que
estudiar, declaraciones en las que han visto los augures nuevos indicios de la catástrofe
estatal. ¿Guerra parlamentaria? ¿Guerra autonómica? ¿Guerra mundial? No me
extraña que haya quien se lie la manta a la cabeza, se suba a una caravana y se
vaya de fiesta. La resaca después de “la rave de todas las raves” debe ser monumental.
Como la de una legislatura.
IDEAL (La Cerradura), 8/01/2023
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