En Andalucía no “hay riesgo de lluvias”, como suelen decir los
meteorólogos, sino de sequías. Y pasado ya uno de los años más cálidos de la
historia, no va a ser el cielo azul el símbolo de la alegría, sino el
encapotado y, a ser posible, seguido de un chaparrón. Son las carencias
colectivas las que nos recuerdan la necesidad de que exista solidaridad entre
las comunidades autónomas, y recién estrenado el 2024 son Andalucía y Cataluña las
que tienen que afrontar los problemas de la sequía. Nuevos cortes y buques
cisterna son algunas de las soluciones que se oyen en Sevilla y en Barcelona. ¿Podrían
recibir agua de otras comunidades autónomas? ¿De quiénes son los recursos
naturales que hay en la península ibérica, de todos los españoles o de cada
comunidad autónoma, con permiso de Portugal? Según el artículo 128 de la
Constitución española, “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea
cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”; y el artículo
50 del Estatuto andaluz señala que le corresponde a la Junta la competencia
exclusiva sobre los “recursos y aprovechamientos hidráulicos, canales y
regadíos, cuando las aguas transcurran por Andalucía”, además de las aguas
subterráneas. Pero, fuera de las leyes, quizá la respuesta no sea la misma en
momentos de abundancia que en los de necesidad. Las urgencias políticas no
suelen coincidir con las urgencias medioambientales, y hemos tenido que sufrir
una pandemia para que haya existido una colaboración eficiente entre todas las
administraciones territoriales españolas. Los embalses en peor situación son
los de las cuencas del Guadalquivir (al 19,3% de su capacidad), Segura (18,9%),
Cuencas Mediterráneas Andaluzas (18,8%), Cuencas Internas de Cataluña (16,8%) y
Guadalete-Barbate (14,5%). En algunos municipios catalanes el consumo humano de
agua está limitado a 210 litros por habitante y día, y se ha prohibido regar
parques y jardines, lavar coches o llenar piscinas con agua potable. En
Andalucía, en localidades como Vélez Málaga y Rincón de la Victoria se corta el
agua entre las once de la noche y las siete de la mañana, y la Junta ya prevé
utilizar buques cisterna para abastecer a la población de la Costa del Sol en
Málaga o el Campo de Gibraltar en Cádiz. En Granada, se han celebrado las
primeras nevadas en la sierra y no tanto la subida del recibo del agua. En 2024
ya no queremos buen tiempo, sino que las nubes empañen nuestro horizonte. “Amenaza”
cielo azul, que no nublado. La lluvia será el símbolo de la alegría.
IDEAL (La Cerradura), 7/01/2024
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