lunes, 24 de abril de 2023

Temperaturas

Al tiempo que los precios se disparan, asistimos a un adelanto del verano, que va camino de convertirse en perpetuo. “El calor extremo se apropia de Europa”, leemos en titulares, y los expertos hablan de “estrés climático”. Pero, para estrés, el del ciudadano, que no gana para crisis sanitarias, económicas o climáticas. ¿Quién se atreve a hacer planes? Según el Servicio de Cambio Climático Copernicus, dependiente de la Comisión Europea, las temperaturas en Europa están aumentando el doble de la media mundial, más rápido que en cualquier otro continente. Así que no se trata sólo de la temperatura política, gracias a Putin y compañía. Las olas de calor y las sequías son paralelas a las olas políticas internacional y nacional, donde los sofocos se alternan con la aridez de las propuestas, tan secas como el Parque Nacional de Doñana, adonde ha corrido el presidente Pedro Sánchez en el Falcon, acaso para contribuir a frenar el cambio climático. Eso sí que es estrés hídrico. ¿Quién tiene razón, la Junta de Andalucía o el Estado? ¿Se regará con el agua de los pozos o con la de futuros trasvases? ¿De dónde va a terminar viniendo el agua, de Galicia? ¿Se trata de una metáfora sobre el futuro político de Núñez Feijóo? Nuestro clima está cambiando, aseguran los científicos, y los expertos demoscópicos añaden que el clima político también. Aunque este último es aún más imprevisible, salvo para el presidente del CIS, José Félix Tezanos, que siempre vaticina lo mismo. Este hombre no sufre estrés térmico ni político. ¿Sentirá los efectos de la radiación solar? Hay gente que sigue siempre a lo suyo, como el rey emérito, que caiga quien caiga se va a Sanxenxo para cantar la Canción del pirata de Espronceda (“con cien cañones por banda, viento en popa a toda vela…”), aunque quien caiga pueda ser su hijo, el actual monarca, y tal vez la monarquía española, que ya se cayó del guindo de la dictadura. Y esto es lo que tienen en común la subida de las temperaturas climática y política: que dan dolor de cabeza. Sobre todo cuando no tenemos claro lo que generan las crisis climáticas o las institucionales. Mientras tanto, los precios de los productos básicos como el aceite suben hasta el 50%. ¿Toda la culpa la tienen la crisis energética y la guerra de Ucrania? Casi al mismo ritmo crecen las desigualdades sociales, pero hay quien aumenta su riqueza. Nos toman el clima y el pelo. Tezanos verá peladas la Tierra y nuestras cabezas.

IDEAL (La Cerradura), 23/04/2023

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