Estábamos
preocupados por la quiebra de España y resulta que lo que va a caerse es la
Alhambra por culpa del Tajo de San Pedro. Un cortado de 65 metros de alto cuyo
vértice se encuentra ya a 22 de la Torre de la Alcazaba. ¿Se tratará, después
de todo, de una metáfora sobre la deriva del país? La erosión, la lluvia y los
movimientos sísmicos acercan el temible tajo a la colina de la Sabika, del
mismo modo que los terremotos políticos han logrado que San Pedro Sánchez
vuelva a la Moncloa. Pues la cosa va de santos y creyentes. De estar por encima
del derecho positivo, de la mentira y la verdad, conmigo o contra mí. Cuenta la
leyenda que la existencia del tajo se debe a la explosión de un polvorín, que
es en lo que se ha convertido el Congreso, aunque nadie puede negar la
legitimidad de un Gobierno sustentado en el voto favorable de 179 diputados y
la disciplina de partido. ¿Quién osa levantar la voz? Lamentablemente, el autoritarismo
nos ha adelantado ahora en España por la supuesta izquierda, donde parece haber
más creyentes que en el Vaticano. Y el milagro de los panes y los peces lo ha
logrado con siete votos Carles Puigdemont. Si fueran sólo treinta monedas de
plata lo que va a recibir a cambio, no les dolería tanto el bolsillo a todos
los españoles. Qué alegría poder pagar las facturas a cargo de los presupuestos
del Estado. Los expertos tratan de consolidar el terreno del tajo de la
Alhambra con bacterias que forman un conglomerado de arcilla, que es lo que asemeja
la mayoría parlamentaria, amenazada por una legislatura inestable. ERC y Junts
no se soportan, como tampoco Bildu y el PNV, pero he aquí que catalanes y
vascos se han unido a los canarios con la argamasa de Sumar que, en la persona
de Yolanda Díaz y traicionando a Podemos, le da unos besos a San Pedro Sánchez
dignos del padrino. Hay que escribir otro manual, que podría titularse “Breviario
de posturas e imposturas”. Una mezcla de “Cincuenta sombras de Grey” con
meditación y autoayuda, que tal como anda el mundo editorial seguro que tendría
mucho éxito. Va a ser curioso ver cómo se gestiona una política interior
interesada con otra exterior contradictoria y casi inexistente, encabezada
quizá por Puigdemont. Los equilibrios políticos son milagrosos e inexplicables.
Espero que el Tajo de San Pedro no haga caer la Alhambra. San Pedro Sánchez ya
ha demostrado que es capaz de cualquier cosa.
IDEAL (La Cerradura), 19/11/2023
Terrible lo que se avizora para Espana. Dios tenga misericordia
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