lunes, 29 de septiembre de 2025

Internacionales

Aunque puede resultar un motivo de orgullo que España haya sido de los pocos países en condenar desde un principio el genocidio de Gaza y en reconocer el Estado palestino, resulta ridículo cuando esta cuestión se traslada al debate doméstico, donde se convierte en una nueva polémica y una excusa para el enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición. Viendo el lenguaje que utilizan y las maneras incluso violentas que se gastan sus portavoces, difícilmente puede resultar creíble que PSOE y PP estén interesados de verdad en la defensa de los derechos humanos. En España parece ser una costumbre que los presidentes, independientemente del partido al que pertenezcan, se dediquen más a la política internacional cuando empieza a fallar la doméstica. Puede ser José María Aznar fumándose un puro con George Bush Jr., José Luis Rodríguez Zapatero dándole cancha al dictador venezolano o Pedro Sánchez enmendándole la plana a Donald Trump. No hay mucho que pinchar ni cortar, aunque siempre consuela que seamos de los pocos países que mantengan la dignidad ante la ONU. ¿Qué ha sido de esa organización que nació después de la Segunda Guerra Mundial? ¿Por qué nadie le hace ni caso? En nuestras universidades seguimos explicando las instituciones de un mundo que ya no existe. Y no estaría mal que nuestro país ejerciese realmente el liderazgo en la defensa de los valores democráticos, pero para eso debería haber un discurso único en nuestros partidos políticos, lo que es compatible con la discrepancia. No es así, sin embargo. En España sigue pesando demasiado la cuestión territorial y los partidos están ocupados en mantener sus cuotas de poder autonómico. No somos consecuentes. Porque si condenas lo que ocurre en Gaza no puedes apoyarte en un partido como Bildu, que no condena el terrorismo. Lo que vale para el mundo debería valer también para España. ETA asesinó a cientos de personas en nuestro país, por muchos de esos crímenes no han respondido los culpables, y de eso ya no se habla. Ponemos el foco en la Guerra Civil, que nos queda más lejos, pero es más simbólica. Nuestros responsables públicos parecen actuar siempre para la galería, carecen de consistencia. Me gustaría oírles decir lo mismo aquí que en Nueva York. No puede ser que España funcione como una ONU en miniatura y que sólo reconozca los crímenes que importan según cuáles sean los intereses políticos del presidente de turno. Mientras tanto, los dictadores lanzan sus drones y afilan los colmillos. Necesitamos una sola voz genuina, valiente y democrática.

IDEAL (La Cerradura), 28/09/2025

lunes, 22 de septiembre de 2025

Diella

Confieso que desconfiaba de la utilidad de la IA hasta que he leído que en el nuevo gabinete del Gobierno de Albania se ha incluido a una nueva ministra de obras púbicas creada artificialmente. Se llama Diella (“Sol” en albanés), y en sus primeras declaraciones su avatar ha asegurado que “sólo tengo datos, sed de conocimiento y algoritmos dedicados a servir a los ciudadanos de forma imparcial, transparente e incansable”. ¡De los malos ratos que se habría librado Pedro Sánchez si hubiera hecho lo mismo, en vez de nombrar a un tal José Luis Ábalos! Puede que incluso los trenes llegasen a su hora a Granada. Se ve que para emitir certificados electrónicos a ciudadanos y empresas y completar contrataciones públicas sólo se necesita un programa informático y un avatar para dar los discursos. ¿Ocurrirá lo mismo en el resto de los ministerios? En los sueños distópicos de algunos ingenieros informáticos hay graduados en IA al frente de las administraciones públicas, que ya habrían desterrado a los políticos. De hecho, si hubiera sido un programa informático el que hubiera valorado según criterios académicos y técnicos la solicitud de la UGR, ya tendríamos estudiantes matriculados en ese grado en Granada. Pero en las agencias universitarias pasa lo mismo que en los ministerios, que no se valoran solamente los méritos y circulan demasiadas malas influencias. De hecho, el objetivo del Gobierno de Albania es acabar con la corrupción en la administración y las contrataciones públicas. Se ve que, como en España, es difícil encontrar a personas independientes e insobornables. Nos gusta demasiado el mamoneo, y poco que nos digan la verdad. La IA también ha identificado las expresiones más utilizadas por los mentirosos: “Honestamente”; “te lo juro”; “¿por qué debería mentirte?”; “no recuerdo exactamente”; “la verdad sea dicha”; “no es lo que piensas”; “estaba a punto de decírtelo”; “estás exagerando”; “todo el mundo lo hace”, o “siempre me malinterpretas”. ¿Buceamos en la hemeroteca? ¡Ay, la honestidad! Después de todo, vamos a preferir los algoritmos, que saben decirnos lo que queremos, aunque ni nosotros mismos lo sepamos. “No estoy aquí para sustituir a las personas, sino para asistirlas”, aseguró también la nueva ministra virtual albanesa, y que no tiene ambiciones ni intereses personales. ¿Lo diría si fuera de carne y hueso? Aunque tengamos miedo a ser reemplazados, nadie es insustituible, y hay quien piensa que el uso de la IA puede hacernos más humanos. En Albania comentan que por fin hay en el Gobierno alguien inteligente. “Di ella”. Me gusta cómo suena su nombre en español.

IDEAL (La Cerradura), 21/09/2025

lunes, 15 de septiembre de 2025

Droguerías

No sé si deberíamos hermanarnos culturalmente con Ámsterdam para crear museos de la marihuana, pues, al parecer, la mayor parte de la hierba consumida en Países Bajos procede de Granada. La diferencia es que en la ciudad holandesa la comercialización de esta droga es legal y aquí no, aunque en las calles de las dos ciudades sea común el tufo a porro. La gente ha normalizado su consumo, y se ha acostumbrado a tener una maceta en casa, que cuida como si fuera de geranios. Pero hay quien ha convertido el cultivo de la planta en su modo de vida, y ante el éxito de la fórmula, las mafias internacionales están sustituyendo a los clanes familiares granadinos que se dedicaban al trapicheo menor. Según la fiscalía general del Estado, bandas ucranianas, francesas, albanesas u holandesas se han instalado en Atarfe, Albolote, Pinos Puente o la zona norte de Granada. Nos gusta disfrutar de la libertad cuando los vicios son propios, pero rápidamente reclamamos la prohibición y la multa cuando son de los otros. Abundan los puritanos que fueron antes pecadores, y los dictadores que presumían de progresistas. Forma parte de la cultura de España, en la izquierda y la derecha política. A falta de presupuestos, el Gobierno ha aprobado el anteproyecto de la ley antitabaco para ampliar los espacios sin humo. No hay mayoría para sacar adelante la reducción de la jornada laboral, pero probablemente la habrá para marginar a los viciosos fumadores, que ya no podrán mostrar su cara de culpabilidad en las terrazas de bares y restaurantes. ¿Por qué no prohíben el consumo de alcohol, que también es cancerígeno y crea mayores problemas sociales? El exceso de drogas, como el de la mala política, hace ver monstruos, cuando no te convierte en uno. Pero hay quien piensa que aligeran el espíritu, y el tabaco y el alcohol se han consumido a lo largo de la historia desde Canadá a la Patagonia, y por eso se han tolerado a pesar de los daños que causan a la salud. De hecho, quizá habría que legalizar en España la venta de marihuana en farmacias y droguerías para acabar con las mafias internacionales y el que quiera –como ya hace- la consuma en casa. Dado el panorama político, no me extraña que haya quien prefiera estar “fumao”. No quiero ni pensar lo que algunos de nuestros representantes públicos inhalan, beben, mascan o esnifan para alucinar de esa manera y negar la realidad. Pero ahí siguen, aferrados a su escaño. Lo mismo habría que prohibirlos.

IDEAL (La Cerradura), 14/09/2025

lunes, 8 de septiembre de 2025

Historias de la mili

A falta de propuestas políticas que fomenten una idea de España, no sé yo si sería una buena idea recuperar el servicio militar obligatorio, como ya planean otros países vecinos, caso de Francia y Alemania. La generación que ahora tiene más de cincuenta años cuenta historias para no dormir de la época en que hacía la mili protagonizadas por reclutas, cabos y sargentos. Pero es verdad que tiene una formación básica que iba más allá del manejo de las armas. ¡Un poco de disciplina! Y no debía estar tan mal compartir la instrucción con gente venida de toda España. Seguro que si algún “influencer” lo pusiera de moda, habría quien pagaría ahora por irse un año de campamento y entretenerse con batallas de “airsoft”. Federico Trillo, entonces ministro de Defensa, lo anunció el día 9 de marzo de 2001: “Señoras, señores, se acabó la mili”. Y José María Aznar presumía de que había sido él quien la había quitado, y no “los progres simpáticos”. En realidad, a mucha gente le encanta ponerse un uniforme, y en sus pesadillas más calenturientas aparecen “dominatrix” vestidas sólo con una metralleta. De hecho, los propios Trillo y Aznar disfrutaron de lo lindo reconquistando la isla de Perejil. “Al alba y con fuerte viento de levante…” Los iberos somos bastante bélicos. Pero unos meses de formación en el espíritu nacional o autonómico, según corresponda, serían mano de santo para nuestra clase política antes de tomar posesión del escaño en el Congreso. Uno se presenta a unas elecciones, pero como cualquiera que tiene que acceder a un cargo público debería recibir una formación básica, ya que algunos no la traen de casa. Una escuela de práctica política, como las hay de práctica jurídica, donde las señorías pudieran pasar al menos tres meses compartiendo clases de derecho constitucional y una formación militar mínima, por si tienen que defendernos de una agresión extranjera o tienen que defenderse de sí mismas cuando ya empiecen a ejercer en el Parlamento. Es curioso que, en una época de crisis institucional, el ejército sea una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos. Un ejército que actualmente cuenta con 120.000 militares profesionales, que parecen pocos para los tiempos que corren. Por eso el Gobierno prevé aumentar la plantilla en 15.000 efectivos para 2035, pues Putin está deseando bombardear las instituciones de la UE no sólo en Kiev. ¿Aceptaría el presidente ruso una invitación para irse de ejercicios espirituales con su amigo Donald Trump? Sería mejor inventarnos una mili para la paz.

IDEAL (La Cerradura), 7/09/2025

Cuentas

A muchos ayuntamientos de la provincia de Granada no les salen las cuentas, pero siempre tienen presupuesto para celebrar las fiestas. En este mes de agosto que termina ha habido festivales de flamenco, de rock, de pop, verbenas y eventos variados, y todavía les queda fondo para poner los columpios, las barras y los escenarios y no dejar dormir a nadie durante una semana. Esto sería imposible en cualquier otro país civilizado, pero “Spain is different”, y con el halo de la cultura se envuelve el maltrato animal, incluyendo el del homo sapiens. Sin embargo, los consistorios no se dan prisa en hacer los deberes con el Tribunal de Cuentas, y tampoco la Diputación, porque no estamos acostumbrados a la transparencia. No es el caso del Ayuntamiento de Granada, que puede presumir de tener al día el pago a los proveedores. Quizá porque a cargo de la concejalía de Economía está Rosario Pallarés, catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la UGR. La gestión pública mejora cuando la realizan profesionales, independientemente de las siglas, aunque hay filias y fobias que se traen de otras instituciones. Porque si caemos en el error de creer que las administraciones públicas son una prolongación de los partidos políticos, las malas costumbres se imponen. Algunos líderes no se sienten obligados a dar explicaciones ante los órganos de dirección y las bases de sus formaciones, a los que les exigen obediencia, por lo que piensan que también deberían obedecerles los ciudadanos, con los que lo máximo que se permiten es alguna irritación o un tono paternalista. Algunos, como Donald Trump, exigen la adulación inmediata, cuando no la postración y la pérdida de dignidad, que les va a costar recuperar a los dirigentes de la Unión Europea. En España, todavía se guardan las apariencias. Bueno, unos más que otros. Pero las apariencias deberían importarnos poco a la hora de rendir cuentas. ¿Conseguirá el Gobierno algún día aprobar los presupuestos generales del Estado? No se convocan elecciones, pero da la impresión de que vivimos en una campaña electoral permanente, en la que sólo se toman decisiones de cara a la galería. Para salvar la legislatura, a ERC no le basta con la quita de la deuda pública a Cataluña, gracias a la cual una obligación que era sólo de la Generalitat ahora la asumirán todos los españoles. No es un tren al que deban subirse el resto de comunidades autónomas. Lo mínimo que podemos exigirles a nuestras Administraciones es que sepan cuadrar las finanzas públicas. Y que quienes las dirigen rindan cuentas.

IDEAL (La Cerradura), 31/08/2025