No
sé si las prioridades de los líderes europeos que se han reunido esta semana en
Granada son las mismas que las de los ciudadanos que han visto alteradas sus
costumbres (ojalá que sí), pero aunque no todos hayan podido disfrutar de un menú
de 300 euros sí han tenido la tranquilidad de disponer de un policía en cada
esquina. En la esquina de cada calle, y también acompañándote por las aceras o
cuando conducías el vehículo por la autovía. Cinco mil policías, sin contar
robots y drones. ¡Menudo atasco! Uno ya sabía que cuando hay retenciones en
alguna rotonda es porque un policía local está dirigiendo el tráfico, pero
hemos sumado a los nacionales y a los guardias civiles, por lo que la
tranquilidad era doble e incluso triple. Hay también quien se ha llevado un mal
rato, como ese hombre en busca y captura al que no se le ocurrió otra cosa que
colarse en el metro, pero si no tienes nada que esconder tampoco sufres
demasiado. A la gente le da miedo la autoridad porque tiene cargo de conciencia,
pero sólo debe aprender de nuestros representantes públicos, que cuando dan un
discurso tiran de Federico García Lorca y de la historia hasta convertirlos en
lugares comunes, porque ellos no tienen cargo de conciencia de ninguna clase.
El cargo, sí; la conciencia, quién sabe. El caso es que entre los líderes
europeos estaba Vjosa Osmani, la presidenta de la autoproclamada República de
Kosovo, que no ha sido reconocida por España, pero no estaban el presidente de
la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ni la alcaldesa de Granada, Marifrán
Carazo, que deberían haber sido los anfitriones del acto. Hace bien el
presidente en funciones en reunirse con todos sus colegas europeos, pero lo
haría fetén si hiciera lo mismo con todos los líderes políticos españoles,
presidentes o no, pues tiene que formar gobierno. Ya sabemos que sí negocia con
Carles Puigdemont, pero ¿por qué no se reúne con Alberto Núñez Feijóo o incluso
con Santiago Abascal, cuando sí recibe con los brazos abiertos a Giorgia Meloni
o a Viktor Orbán? Si uno de los objetivos de esta cumbre era ampliar la UE y
“mejorar la soberanía europea”, ¿no habría que empezar por mejorar la soberanía
española? Ay, cómo me gustaría que se cumpliesen los mandatos constitucionales
no sólo para empoderar a una parte del pueblo, sino a todos los ciudadanos que
se identifican con España y con una idea federal y democrática de Europa. Hay
que integrar, no disgregar.
IDEAL (La Cerradura), 8/10/2023
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