El
cacao ideológico de este Gobierno se evidencia en sus propuestas legislativas.
Así, la regulación del aborto más restrictiva de Europa tiene su contrapeso en
los recortes en la Sanidad. Alberto Ruiz-Gallardón pretende aprobar una “Ley
Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer
Embarazada”, con la que, de hecho, se prohíbe el aborto en España. Según
Ruiz-Gallardón, el derecho a la vida y a la salud es lo más importante, pero,
al mismo tiempo, su partido privatiza la Sanidad pública en Madrid, y el
Gobierno al que pertenece la convierte en un lujo innecesario. El señor Ruiz
Gallardón explica que él tendría un hijo con malformaciones físicas o
psicológicas, y que la no protección de los no nacidos discapacitados es un
acto de discriminación. Pero la Sanidad pública ya no está en condiciones de
atender a miles de pacientes, discapacitados o no; y, contradictoriamente, este
Gobierno acaba de legalizar otro caso flagrante de discriminación, aprovechando
la Navidad y el año nuevo, esas fiestas cristianas en las que practicar la
caridad y la bondad y tal y tal. Así, los ciudadanos españoles que estén en
paro y pasen más de 90 días fuera del país, perderán su tarjera sanitaria, y
con ella el derecho a recibir asistencia sanitaria gratuita cuando vuelvan a
España. Si es que vuelven, claro, lo que quizá pretende impedir este Gobierno.
Porque les están diciendo a miles de jóvenes: aquí no tenéis trabajo y tampoco
asistencia sanitaria, ya no sois ciudadanos españoles. Y lo hacen introduciendo
una disposición adicional al Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad
Social por medio de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014.
¿Cómo se puede tener tan poca vergüenza? Pero es sintomático de la concepción
que este Gobierno tiene del ciudadano: es una cifra más. Y por eso está tan
orgulloso de los informes económicos que vienen del Fondo Monetario
Internacional. La economía española mejora a costa de los ciudadanos, que al
salir del país para estudiar o buscar trabajo causan baja en la Seguridad
Social. Pero encima tenemos que escuchar los sermones de Ruiz-Gallardón, que,
siendo el Ministro de Justicia, no sabe distinguir entre el Código Penal y el
Catecismo. La realidad es que este Gobierno carece de moral y de la más mínima
ética social. De la demagogia ha pasado a la subpolítica. Con la excusa de la
crisis y el sacrificio, está destruyendo esta sociedad. A golpe de mayoría
absoluta. Y a esto lo llaman democracia.
IDEAL
(La Cerradura), 12/01/2014
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