domingo, 2 de febrero de 2014

¿Fútbol?


Con la crisis fumamos menos y bebemos menos, pero, sin embargo, seguimos viendo el mismo fútbol. Y eso que este deporte debería cabrearnos, además de cuando pierde nuestro equipo. Al margen de lo que ganan los jugadores, cuyo mayor pasatiempo fuera de las canchas suele ser la consola –no sé si para seguir entrenándose-, estos días hemos visto cómo dimitía el presidente del Barcelona y cómo el expresidente del Sevilla aseguraba que él sería más útil para la sociedad en la calle que en la cárcel. Pues no sé. Si en la calle se dedica a delinquir, ya sea en Marbella o en Hispalis, mejor está en la cárcel. A pesar de que la mayoría de los presidentes de otros clubes de fútbol hayan pedido desvergonzadamente su indulto. ¿Tal vez porque lo mismo podría pasarles a ellos? En el mundo del fútbol hay demasiada gente que no vive en la realidad. Y detrás de sonrisas y apretones de manos se esconden personajes siniestros que utilizan los clubes para su lucro personal. Derechos de publicidad, cifras de contratos exageradas, especulaciones urbanísticas… ¿Alguien se acuerda ya del calvario que pasó el Granada? Viendo al equipo jugar en el Estadio Santiago Bernabéu con el Real Madrid uno se olvida fácilmente de los infiernos de 2ª B. Pero ¿y del viejo estadio de Los Cármenes, que fue un hermoso solar? Quizá Florentino Pérez les dio algunas ideas a los actuales dirigentes del Granada sobre cómo actuar en el futuro, porque en eso de obtener ganancias millonarias con las obras del Bernabéu tiene casi tanta experiencia como en fichar a cracks. ¿Y quién quiere presidir el país si puede ser presidente del club más rico del mundo? Deben ser interesantes las conversaciones que se producen en el palco, aunque quizá se aburran como una ostra. Total, por ver ganar a nuestro equipo de fútbol somos capaces de hacer la vista gorda. Es lo que hacen también las mujeres de algunos futbolistas, que cuando posan juntos parecen la bella y la bestia. Ellos se pasan todo el día corriendo en calzoncillos, descansan jugando a los vídeo juegos y, en cuanto pueden, se van de juerga. ¿Cómo se soporta eso? Bueno, es verdad que luego ganan al año unos cuantos millones de euros. Porca miseria. Pero luego, como en todas las demás profesiones, está la clase obrera. Habría que meterle mano al fútbol, y a nivel legislativo, aunque sólo fuera para que dejen de hacerlo presidentes, representantes y demás intermediarios. No sé si los ciudadanos podríamos asumir tamaño sacrificio.   
IDEAL (La Cerradura), 2/02/2014

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