sábado, 8 de marzo de 2014

Ciudadanos burbuja


En ciudades grandes como Guayaquil, viven miles de ciudadanos burbuja, encerrados en ciudadelas fortificadas y vigiladas, prácticamente herméticas. Hacen deporte en recintos cerrados, se relacionan poco con los vecinos, cogen el carro para realizar cualquier gestión. En algunas de estas ciudadelas hay incluso colegios y supermercados, por lo que familias enteras desarrollan su vida en estos nichos aislados, sin conexión con la realidad del país. Probablemente hayan sido razones de seguridad lo que haya alentado la creación de estos guetos de lujo, pero también late en ellos una idea de exclusión, de estatus quo, de no querer saber nada de los problemas sociales. Estas ciudadelas son comunes no sólo en El Ecuador, sino en toda Latinoamérica, y son cápsulas estancas en el desarrollo del continente. Pues allí corre un tiempo distinto, inmune a los problemas y a la miseria, pero que propicia que haya toda una clase social ajena a la “res publica”. Y por eso, cuando le preguntas a algunas  de estas personas por las políticas sociales o por la reducción de la pobreza, se quedan en silencio, o te contestan en un ataque de sinceridad: “Es que yo no quiero que se reduzcan las diferencias. Prefiero que todo siga siendo igual”. Y allí permanecen, asfixiándose en su burbuja, sin querer saber nada de esa otra riqueza que es la vida en sociedad.
El Telégrafo (Zoom del Ecuador), 8/03/2014

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