domingo, 8 de diciembre de 2013

Drones


Los aviones no tripulados empiezan a ocupar nuestra imaginación, y no sólo el espacio aéreo de la Tierra. Si hace unos meses las Fuerzas Armadas Indias estuvieron a punto de bombardear el planeta Júpiter tras confundirlo con un avión espía, ahora es la empresa Amazon la que planea que sus pedidos los entreguen robots voladores de cuatro patas. Al parecer, estos artilugios han sustituido a los agentes, y los servicios secretos ya no acuden a James Bond, sino a aviones capaces de radiografiar continentes. Los ejércitos presumen de contar en sus filas con estos soldados automáticos, lo que tampoco es de extrañar si uno piensa en quienes dirigen los países, que también parecen autómatas no tripulados. Lo comprobamos estos días en España con José Luis Rodríguez Zapatero, que no sólo presume de ser indeciso y de carecer de iniciativa y de voluntad política, sino que además nos lo explica en un libro que debe de tener su alienado público, porque resulta que se lo han publicado. Pues no vamos a estar rodeados de drones… Se mueven, hablan, presiden gobiernos… pero son dirigidos con un mando a distancia. Me temo que lo mismo podemos decir de Mariano Rajoy y de todos sus ministros, que hacen “lo que tienen que hacer” como hacía Franco, que al menos confesaba gobernar “gracias al favor divino repetidamente prodigado”. Pero, si ya no es el favor divino, ¿quién maneja ahora los dichosos mandos? Las teorías van desde los Iluminati al Club Bilderberg, pasando por Ángela Merkel. Se trata de gente que se levanta, desayuna y no se pone a jugar con la consola, sino con un tablero mundial y un joystick con el que dirigen unos cientos de drones. Y por eso vemos luego lo que vemos en el telediario. Aunque si uno se fija bien, puede llegar a conclusiones más terribles. Observen si no con detenimiento los ojos saltones de José Luis Rodríguez Zapatero y sepárenlos de su imagen personal. Hagan luego lo mismo con la boca de Mariano Rajoy y con el bigote de José María Aznar. Y ahora, si se atreven, den el siguiente paso escalofriante: superpongan esos rasgos juntos en la cara de Felipe González. ¡Ahhh! ¿Han sido capaces de soportar esa visión? ¿Y cual era el resultado? ¡Un drone! Porque va a resultar que nadie ha gobernado España en los últimos años. Ni en b ni en a. Y que los ciudadanos sólo hemos votado a un puñado de drones. Vergüenza nos debería dar. Los drones no la tienen.
IDEAL (La Cerradura), 8/12/2013

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