No
sé si la religión es el opio del pueblo, pero el fútbol parece la religión de
nuestros días, y mientras muchos devotos han rezado esta Semana Santa para que
no lloviera y pudieran salir las procesiones, otros dedicaban sus plegarias a
Santiago Bernabéu para que el Real Madrid remontara al Arsenal. No ocurrió así,
lamentablemente, pero entonces pudimos comprobar lo que ya sospechábamos, que
las posesiones diabólicas abundan entre los hinchas, y que los cuñados pueden
llegar a echar espumarajos por la boca cuando marca el equipo contrario.
¡Posesión! Pero nadie puede remediarlo. Ni siquiera las Chías, la
hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y del Descendimiento del Señor de
Granada, gracias a la cual se ha librado de la cárcel un condenado por un
delito contra la salud pública. La petición ha sido atendida por el Gobierno,
como marca la tradición y una norma de 1870. ¿Cómo no ha caído en esto Pedro
Sánchez para congraciarse con Carles Puigdemont? Según el texto del real decreto,
el indulto queda condicionado a no delinquir dolosamente en un plazo de cuatro
años, y hubiera resultado interesante ver a los amnistiados por el “procés” rezando
al Cristo de los Favores, lo que hubiera resultado muy apropiado. Seis presos
han sido indultados en Granada, Jaén, Málaga, León y Zaragoza, los cuales han
tenido que exteriorizar su arrepentimiento humano y divino, vestirse de
penitentes, cubrirse la cabeza de amarillo, sudar la gota gorda. Peccata
minuta. La llamada ley de amnistía eliminó toda responsabilidad penal,
administrativa y contable de las personas relacionadas con el proceso
independentista catalán durante doce años, desde el 1 de noviembre de 2011 al
13 de noviembre de 2023. Y no han mostrado ninguna gratitud ni arrepentimiento.
El Gobierno, sin embargo, ha denegado el indulto de un preso para la procesión
de Jesús Cautivo de Oviedo. ¿Cómo vamos a comparar? Se trata de un debate
falso, desde luego, como tantos que se producen en el ámbito de la política y
la religión, esos temas de los que es preferible no discutir en la mesa, como
tampoco de fútbol, sobre todo si pierde el Real Madrid, del que es hincha tu
cuñado y puede transformarse en la niña de “El exorcista”. Son cosas
inexplicables, que es la realidad cotidiana de España. Pues eso, que se
acabaron las vacaciones. ¿Debatiremos ahora sobre la reducción de la jornada
laboral o la necesidad de mejorar la productividad? Mañana es Lunes de Pascua,
y alguno va a necesitar un milagro para ponerse a trabajar.
IDEAL (La Cerradura), 20/04/2025