Miles
de andaluces esperan una carta que nunca llega y que mantiene suspendido el
tiempo, aunque haya empezado un nuevo año cargado de promesas. En las consultas
médicas los pacientes son despachados con una frase que parece sacada de una
novela negra: “Ya te llegará la carta del especialista”. Y uno se acuerda de la
“black spot” de “La isla del Tesoro”, la mancha, la marca o la mota negra,
según las traducciones, el estigma de los piratas traidores en la novela de
Stevenson. Pero estos son ciudadanos pacíficos, que esperan la cita de Dermatología,
Odontología, Oftalmología, Ginecología y Obstetricia o Tocología, Otorrinolaringología,
Traumatología y Ortopedia o Urología, vete tú a saber. Y esa es la cuestión.
Que nadie sabe cuándo van a llamarte, pueden pasar semanas, meses o años, si
tienes que operarte te recomiendan que vayas rezándole a San Pedro para que te
guarde un sitio en el paraíso, que en todos lados hay listas y tráfico de
influencias reales o imaginarias, como bien saben los papas. ¿Necesitaremos una
bula pontificia para que nos atiendan en la sanidad pública? ¿A eso se refieren
cuando hablan de la privatización de los servicios públicos? Tal como van las
cosas y a falta de legitimación democrática, quizá veamos cómo nuestros líderes
vuelven a recurrir a la legitimación divina. Ya hay algunos que actúan como
dictadores, y al mismo tiempo que celebran el aniversario de la muerte de
Franco nombran a dedo a la candidata de turno, pues no creen en realidad en la
voluntad de los afiliados del partido y de los votantes, sino en la gracia
personal, prodigada quizá por el altísimo, y que no comparten con nadie. ¿Esperarán
también una carta del especialista correspondiente? ¿Se pondrán en tratamiento
antes de que la megalomanía congénita los lleve a usurpar o atentar contra las
instituciones para mantenerse en el poder? Esto, que antes parecía cosa de
Venezuela y otros países de América Latina, se ha convertido en una costumbre
en USA, la otrora democracia más sólida, y también en España, si uno hace caso
a algunos periodistas que han empezado el año igual que lo terminaron, y eso
que habían avisado varias veces del fin del mundo. Entre tanta incertidumbre, el
único hito inmutable es la espera de la comunicación del especialista, que
algún día llegará. No desesperemos. Con el nuevo año la Junta de Andalucía ha anunciado
una inversión récord en sanidad. Concretamente, 15.247 millones de
euros. ¿Nos los jugamos a una carta? Barajemos de nuevo. Quien pierde, paga.
IDEAL (La Cerradura), 12/01/2025